El islamismo argentino sacudió el tablero de la fe al decidir, en forma unilateral, exigir el pase sanitario en una de las mezquitas porteñas más importantes del país, en momentos en que ni la Ciudad ni los decretos provinciales ni la resolución administrativa nacional obligan a pedir el certificado de vacunación completa para participar de las celebraciones religiosas en espacios cerrados de ningún credo.
Más allá de la sugerencia no impuesta de las autoridades políticas para requerirlo, la decisión del Centro Islámico de la República Argentina (CIRA) puso presión a las otras comunidades sobre un eventual replanteo de esta medida preventiva, por el momento no implementada y metida en la grieta sobre si se debe acatar o no su obligatoriedad ante el aumento exponencial de casos de Covid-19 por la variante Ómicron.
El CIRA dispuso que la feligresía que acuda a la oración comunitaria de los viernes en la mezquita Al Ahmad, del barrio porteño de San Cristóbal, deberá exhibir la constancia con al menos la primera y segunda dosis de la vacuna. En diálogo con Letra P, su presidente, Aníbal Bachir Bakir, fundamentó que la instrumentación de la medida es por “cuestiones doctrinales en el sentido de cuidarnos y cuidar a quienes están alrededor”.
La autoridad islámica recordó que ya el 12 de marzo de 2020, antes de que el Gobierno dispusiera el decreto de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), primereó y cerró sus lugares de culto advertida de la complejidad de la situación sanitaria de entonces. “A nuestra mezquita viene gente de muchos lados, pero también viajeros, gente que llega a Buenos Aires de otro lado, y viene a rezar en comunidad con otros musulmanes el día viernes, más que nada. Sí, tiene que ver más con cuidar a la gente que viene a la mezquita que en razones científicas”, sostuvo.
Bakir señaló que en la mezquita de Palermo, constituida en uno de los puntos de vacunación de la administración de Horacio Rodríguez Larreta, el criterio es otro, dado que está bajo “otra administración (musulmana)”, e indicó que no está exigiendo el pase sanitario para la oración comunitaria de los viernes. Algo similar ocurre con el judaísmo, dado que cada comunidad o sinagoga es independiente de adoptar sus decisiones, sin responder necesariamente a una mayor que dictamine sus políticas de admisión.
“En caso de que el pase sanitario sea mandatorio por una autoridad competente y para actividades sociales con una cantidad determinada de personas, dentro de las cuales se encuentran los oficios religiosos, deberá ser acatado tal como para cualquier otra actividad donde se lo solicite. Esto es por un principio legal judío denominado Diná DeMaljutá Diná (La ley del Estado es la ley)”, dijo a Letra P el rabino Fishel Szlajen, quien ha analizado desde la perspectiva bioética el tema de la credencial o pasaporte, físico o digital, que prueba la inoculación contra el Covid-19.
Fuentes de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) dijeron a Letra P que las diócesis “no prevén, de momento”, cambios en sus medidas preventivas para el ingreso de la feligresía a los templos católicos para participar de misas, bautismos y casamientos. Asimismo, recordaron que oportunamente acordó con las autoridades no solicitar el pase sanitario para entrar a las iglesias, por considerar “complejo” impedir el ingreso de una persona a un oficio religioso, tanto por ser contrario al derecho a la práctica del culto como por un problema de logística, dado que -argumentaron- se requeriría contratar personal adecuado para solicitarlo. No obstante, insistieron en aclarar que no se oponen a que “el Estado haga este tipo de control” para evitar una mayor propagación del virus.
La Alianza Cristiana de Iglesia Evangélicas de la República Argentina (ACIERA), en tanto, afirmó -ante una consulta de Letra P- que “no fue ni es necesario” pronunciarse sobre la exigencia del pase sanitario en sus templos, porque ni el reglamento bonaerense ni la ley nacional lo incluyeron como instrumento requerido para las celebraciones religiosas masivas en lugares cerrados o abiertos.