El gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, uno de los líderes del sector Azul en el Movimiento Popular Neuquino (MPN), trabaja para fortalecer su espacio ante el sismo que provocó la salida del exsecretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado, Guillermo Pereyra, del organigrama del partido patagónico con una extensa carta plagada de críticas a su gestión.
“Lo tomo con respeto, corresponde a la libertad de pensamiento”, dijo este lunes el gobernador, en medio de una recorrida de obras con el intendente de Neuquén, Mariano Gaido, uno de sus aliados en el esquema de poder.
El fin de semana, Pereyra anunció su salida de la actual conducción del MPN con un lapidario texto en el que describió cada uno de los contrapuntos con el gobierno provincial. El mismo, detallaron fuentes de la gobernación a Letra P, fue asimilada como una jugada “típica” del jerarca petrolero en tiempos de definiciones electorales.

Gutiérrez y Gaido, dos aliados en el MPN
Pereyra, que conduce el sector Azul y Blanco del MPN, es uno de los personajes más influyentes en el partido patagónico. Desde el gremio, sus apariciones inciden en Vaca Muerta, motor económico para Neuquén, e inclinan la participación en cada contienda partidaria. Al respecto, Gutiérrez se acercó a Gaido y prefirió bajarle el tono a la polémica: “Ese es el basamento del desarrollo de la democracia, en la cual el MPN es un ejemplo”.
La realidad demuestra que este no es el único enfrentamiento entre el petrolero, Gutiérrez y Jorge Sapag, otra de las figuras rutilantes en el sur. Al exgobernador, mentor del espacio Azul, llegó a caratularlo de “ñoqui” cuando corría el 2016. “(Jorge) Sapag no es un hombre de mi partido. Él mandó a votar al Frente para la Victoria, en contra de los candidatos del Movimiento Popular Neuquino (MPN)”, advertía por esos días.
La capacidad de negociación de ambos enterró –temporalmente– las notables diferencias hasta este año, luego de converger durante el segundo mandato de Gutiérrez. “Nosotros vamos a seguir trabajando arduamente con Mariano (Gaido) para concretar y hacer realidad las soluciones a las necesidades y sacar adelante nuestra gente”, se escudó el mandatario provincial en el inicio de esta semana.
Esa postura cordial, se contrapone con la sólida aparición previa al fin de semana donde Pereyra denunciaba que “nunca fue valorado ni respetado” el “esfuerzo genuino por respaldar y apoyar un proyecto partidario de gobierno”.
“En 2018, quienes representamos la Lista Azul y Blanca dejamos de lado todas las aspiraciones sectoriales y nuestras candidaturas para apoyar de manera orgánica a un Gobierno que entendimos propio y a un partido político, el Movimiento Popular Neuquino, que respetamos por encima de todas las diferencias”. Y cerró: “Llegó el momento de decir basta y empezar a construir una nueva alternativa política. Una propuesta política provincial amplia y alejada de la burocracia y los acuerdos palaciegos”.