Joaquín De la Torre no desiste en sus aspiraciones de convertirse en uno de los candidatos a gobernador de la provincia de Buenos Aires de Juntos en 2023. Acaso consciente de las limitaciones de su armado y de los posibles pesos pesado del PRO que eventualmente deberá enfrentar en internas, esta temporada de verano no se toma vacaciones y ocupa gran parte de su agenda a recorrer distritos balnearios del interior en busca de volumen político y territorialidad. Rodeado de su familia, hace base en las playas de Cariló, lugar desde donde sigue el minuto a minuto de la rosca bonaerense y los movimientos de sus aliados políticos.
Desde que dejó el Ministerio de Gobierno, tras la derrota electoral de María Eugenia Vidal en 2019, se alió a la Unión Cívica Radical (UCR) y reforzó sus lazos con otros dirigentes de extracción justicialista como Miguel Ángel Pichetto y Emilio Monzó, lo que le permitió acceder a una banca en el Senado de Buenos Aires, desde donde ahora pretende instalarse para dar la pelea electoral por la sucesión de Axel Kicillof en dos años. Ya trabaja en eso. Fuentes de su equipo aseguran que no se tomó vacaciones y que “va y viene” a la localidad más exclusiva de Pinamar.
Ya pasó por Ayacucho, Balcarce y Lobería y pretende sumar General Pueyrredón, Bahía Blanca y Coronel Rosales en los próximos días; todo, sin descuidar su rol institucional, se encargan de aclarar en su entorno. Participó de manera presencial de la sesión especial del Senado este martes, en la que se trató y aprobó el pedido de allanamiento de las oficinas del senador Juan Pablo Allan, a pedido del juez federal Ernesto Kreplak. Como viene contando Letra P, el magistrado investiga la existencia de una mesa judicial durante el macrismo dedicada a perseguir sindicalistas y opositores, algo que, a juicio de muchos, quedó comprobado con el video dado a conocer por la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) que muestra la reunión en la sede porteña del Banco Provincia realizada en 2017 y de la que participaron dos ministros de Vidal, un intendentes, un senador, tres miembros de la central de inteligencia y empresarios de la construcción.
En Ayacucho se reunió con el jefe comunal Emilio Cordonnier y con el presidente de la UCR local, Pablo Zubiaurre, con quienes charló sobre la distribución del Coeficiente Único de Distribución (CUD), el sistema utilizado por la provincia para determinar el monto de dineros coparticipables que gira a los municipios para realizar distintas obras. En Balcarce, con intendente anfitrión Esteban Reino charló sobre las problemáticas derivadas de la sequía en la región y algunas medidas posibles para recuperar al sector agroindustrial. En Lobería también estuvo con el intendente Juan José Fioramonti, con quien analizó la reciente apertura de la sede de la Universidad Nacional del Centro en esta ciudad, entre otros temas.
Por ahora, De la Torre se nutre de su propia estructura para avanzar en la carrera electoral, sobre todo de la de San Miguel, el distrito que dirige a través del jefe comunal Jaime Méndez. Está atento también a la posibilidad de que el radicalismo le preste parte de su estructura en el caso de que no consiga un candidato orgánico del partido y que continúen los diálogos con el diputado nacional Facundo Manes, que necesita terminar de hacer pie en la provincia que concentra el 40% del padrón electoral del país si es que quiere meterse entre los candidatos a presidente en 2023.