PASO 2021

Javkin hace pata ancha en Rosario, pero posterga el sueño provincial

La interna del progresismo santafesino fue del socialismo y dilató la conducción total del intendente. En su pago arrasó y arma desde ahí. Tiempo al tiempo.

El intendente de Rosario, Pablo Javkin, tuvo que aminorar la marcha de golpe y anclar en la ciudad su apetito político, plataforma que gobierna a pata ancha desde 2019 y más aún desde este domingo por la noche, cuando ganó holgadamente las PASO en el Concejo municipal. Por lo pronto, el sueño de liderar sin objeciones el Frente Progresista se dilató luego de que su lista para la contienda nacional perdiera la interna contra el socialismo, que históricamente copó la alianza.  

 

Ni bien pisó el Palacio de los Leones, tomó impulso para diseñar su aterrizaje en la conducción aprovechando un socialismo demolido y, más aún, cuando la repentina muerte de Miguel Lifschitz dejó un casillero vacío que lo señalaba con luces. Su ladera política, María Eugenia Schmuck, no perdió el tiempo para proponerlo como el nuevo líder.   

 

Pero la apuesta en el tramo intermedio lo hizo retroceder al obtener una derrota por 70% a 30% de su candidato al Senado, Ruben Gustiniani, y de la propia Schmuck a manos de Clara García, viuda de Lifschitz, y en Diputados contra la exintendenta Mónica Fein

 

Este resultado trazó con resaltador una premisa: los 12 años del socialismo en la gobernación, en cuanto a estructura y retórica, aún pesan al interior de la alianza. Ese parece ser el veredicto interno que Javkin tuvo que recitar este domingo en voz baja. Si ganaba, se encaminaba a lograr en muy poco tiempo lo que todo dirigente anhela: ser incuestionable con sus socios. 

 

Por otro lado, gritó fuerte: su lista de aspirantes al Concejo ganó la interna y fue la más votada entre todos los espacios, algo que lo coloca como indiscutible en Rosario, dicho por los propios socialistas, y consolida su gobernabilidad local. Esto le sirve de plataforma para el intento de conducción provincial a futuro.

 

Probablemente, con el manual de los socialistas Hermes Binner y Miguel Lifschitz, se recueste en una gestión larga, sin fisuras, que alambre la ciudad para tener un terreno más sólido desde donde tomar vuelo. Ahora se hace carne el lema futbolero del paso a paso.

 

Las PASO acomodaron los ánimos y las tensiones en el Frente. “Nos necesitamos mutuamente”, comentó una fuente del lifschitzismo a Letra P y algo similar manifestó Javkin el lunes por la mañana. Pareciera como si, después de dos años, hubiesen necesitado el choque para depurar el vínculo.  

 

La otra cuestión que dejó la elección del Frente es el desgastado esquema de los tercios, en una provincia que ha mutado a la polarización entre el justicialismo y Juntos por el Cambio. La garantía de aquella tercera opción era Lifschitz, pero ese buzo de mil kilos quedó vacante. El socialismo dice que a nivel provincial siguen siendo competidores por más que la polarización totalice la elección nacional como se vio este domingo: el Frente Progresista sacó 11%. 

 

Fue una elección con ribetes desorientadores que repartió como souvenir a todos los dirigentes una lección, algo por lo que parar la pelota y reflexionar; sobre todo en el Frente de Todos, pero también en aquellos que ganaron, como el caso del intendente. Lo cierto es que Javkin mantiene centralidad en el frente y por más que aún no pegue aquel salto, el liderazgo legitimado por los cuotapartistas parece ser cuestión de tiempo. 

 

Gisela Scaglia va a fondo por la conducción del PRO Santa Fe.
Pullaro, el ministro Cococcioni y la secretaria de Asuntos Penitenciarios. Con más de 1.800 celulares incautados en requisas en las unidades penitenciarias santafesinas.   

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