El exconcejal rosarino Jorge Boasso apunta a llegar a una banca en el Senado de la nación y para eso formó el frente Primero Santa Fe junto al diputado y precandidato a renovar su banca Luis Contigiani. Fiel a su estilo verborrágico, en diálogo con Letra P no se guardó nada: hipercrítico del estado actual de los partidos políticos, aseguró que decidió formar un espacio propio porque está "cansado de los garcas". También disparó contra varios sectores y dirigentes: “Como los partidos implosionaron y no generaron nuevos dirigentes tuvieron que imitar a Bailando por un Sueño donde las parejas se forman con un famoso y un no famoso”.
-¿Por qué decidió largar electoralmente un frente nuevo?
-El título ya dice mucho: Primero Santa Fe. Confluimos personas de distintos estratos políticos, todos desencantados con nuestras estructuras tradicionales que implosionaron como el edificio de Miami, lamentablemente. Hoy los partidos políticos están vacíos, no hay debate hace mucho tiempo, no hay generación y preparación de dirigentes. Primero Santa Fe tiene un hilo humanista que nos une a todos. Es un lindo frente porque hay peronistas, radicales, desarrollistas, dirigentes sindicales y trabajadores. Con Luis Contigiani nos unen los valores, la dignidad.
-En el 2017 intento formar parte de Cambiemos y Contigiani viene del Frente Progresista. ¿Nunca pensaron en integrarse a alguno de esos espacios?
-No, porque a esta altura de mi vida con la experiencia que tengo elijo la gente con la que quiero estar. No quiero estar más con garcas, ya me equivoqué y estuve rodeado de traidores, de gente que no te habla de frente, que no te mira a los ojos, que te dice una cosa de frente y después te caga de atrás. Estoy cansado de garcas, como la gente está cansada de los chantas de la política que lo único que hacen es dar vuelta 20 o 30 días antes de las elecciones prometiendo lo que después no van a cumplir. En política estamos convencidos que hay un 70% u 80% de ITS: inútil todo servicio. Se ven en el parlamento nacional o provincial.
-¿Qué fue lo que estimuló su candidatura?
-Hay desencanto con los partidos políticos, hoy la gente ya no responde a ellos, y el desencanto también lo tenemos quienes pertenecemos y reivindicamos a la política. Primero Santa Fe quiere despertar el orgullo santafesino, basta de porteños dirigiendo nuestros destinos. Me refiero a que nos encontramos con una competencia política donde la mayoría de los candidatos viven en Buenos Aires hace 20 años y los que no viven allí fueron digitados a dedo para ser candidatos por Cristina (Fernández) o (Mauricio) Macri. Por lo tanto, nuevamente el eje del país, supuestamente federal que no lo es en la práctica, es manejado por los porteños que instalan agenda y estimulan la grieta.
-Con Contigiani vienen de un camino político diferente. ¿Por qué decidieron unirse?
-Luis demostró que es fiel a sus principios, fundamentalmente en los debates más importantes que participó en el parlamento nacional. Ojalá todos los políticos fuesen fieles a sus principios, la mayoría no lo son y se venden al mejor postor. Ambos hemos tenido problemas en nuestra estructura por defender nuestras convicciones. En 2017 los que ahora son candidatos en Juntos por el Cambio no me dejaron competir dentro de Cambiemos. Dijeron 'una sola lista', se pusieron de acuerdo Marcos Peña y José Corral, y no me dejaron participar. Justo los que ahora declaman democracia: no sé de qué democracia me pueden hablar cuando no la practicaron, ni la practican. Luis además de haber sido un muy buen ministro de la Producción con Miguel Lifschitz, como diputado tuvo participación en debates importantísimos y uno de ellos le costó que el socialismo lo segregue por ser fiel a sus convicciones en el tema del aborto.
-¿A qué electorado apuntan? ¿A cuál espacio creen que le pueden sacar votos?
-Apuntamos a la racionalidad y a despertar el orgullo santafesino. Obviamente que los kirchneristas no nos van a votar porque el kirchnerismo es uno de los actores sociales de la situación en la que nos encontramos, pero no descartamos que también el macrismo sea el culpable de esta situación. Queremos que los porteños no sigan rigiendo nuestros destinos.
-¿Qué opina de la interna de Juntos por el Cambio?
-Perdieron la presidencia de la Nación que los mantenía unidos comprando sus voluntades con cargos y ahora se están sacando los ojos. ¿Qué está demostrando la oposición de la grieta? Como los partidos implosionaron y no generaron nuevos dirigentes tuvieron que imitar a Bailando por un Sueño donde las parejas se forman con un famoso y un no famoso. Los no famosos de acá tuvieron que ir a buscar famosos a Buenos Aires para que sean parejas de ellos en las candidaturas. Así nos va. Toda persona que vive en Buenos Aires hace 20 años, se presenta como candidata en la provincia de Santa Fe para representarla, pero no la conoce y no la caminó, es un inmoral. Será legal, pero es una inmoralidad. Pero también son inmorales quienes fueron a buscar esas personas famosas para vender espejitos de colores.
-¿Qué evaluación hace del oficialismo de la provincia y de Rosario?
-(Omar) Perotti tiene una lucha interna con quienes yo denuncié por corrupción política (haciendo referencia a parte de los senadores departamentales). En la provincia de Santa Fe hay un círculo de corrupción política institucionalizado donde se está demostrando la vinculación de clase política, policía corrupta y parte del poder judicial. Se demostró que (el senador provincial Armando) Traferri y (el fiscal Patricio) Serjal tenían connivencia y también se vio cuando no dieron el desafuero del senador. Esa lucha interna paralizó el gobierno provincial y no se le ve gestión. Por otra parte, Pablo Javkin está luchando con la mejor de las intenciones pero con dificultades económicas presupuestarias.
-Se reunió con Javkin hace no mucho tiempo. ¿Lo considera un aliado?
-Como no lo voy a considerar un amigo si en el 2011 cuando yo casi le gano a Mónica Fein siendo candidato a intendente, Pablo fue mi candidato a senador provincial por Rosario y María Eugenia Schmuck fue mi candidata a concejal y entró. Han sido aliados míos, nos fueron separando las diferencias de las decisiones partidarias después de Gualeguaychú, cuando el radicalismo decide hacer una alianza con el Pro. Pero sí soy amigo, tengo diálogo y conversamos. Hay diferencias, pero es un sector en donde las diferencias no son insalvables, son compatibles.