El ministro de Defensa, Agustín Rossi, está abocado casi totalmente a la contención de la pandemia con el trabajo de las fuerzas armadas, pero aporta su mirada respecto al proceso electoral y al rol de la oposición, que, según entiende, utilizó la crisis sanitaria para posicionarse políticamente. “Los argentinos no volverán a un presidente indolente como (Mauricio) Macri”, cree. No esquiva el análisis de las tensiones que calientan las entrañas del Gobierno, aunque opta por relativizarlas. Se basa en su largo recorrido durante los gobiernos del kirchnerismo como legislador y funcionario: “Las coaliciones son ordenamientos donde confluyen quienes piensan parecido, no igual”, ensaya ante Letra P. De todos modos, advierte: "Cuando el Presidente decide, toda la coalición debe encolumnarse".
Su espacio forma parte, también, del gobierno de Santa Fe, por lo que pesa su opinión sobre la postura crítica de Omar Perotti respecto al cierre de exportaciones de carne que anunció el presidente Alberto Fernández. El ministro se encargó de amortiguar el impacto que tuvo en el Gobierno y negó diferencias.
-¿A qué se debe el momento más álgido y de colapso de la pandemia?
-La pandemia es poco previsible en cuanto a intensidad. Se adelantó la segunda ola. Logramos contenerla con menos circulación, pero entramos en un escenario de picos y valles. Ahora estamos en el pico y sobre eso se aplican las medidas.
-¿Cómo analiza el rol de la oposición?
-Le reprocho que nunca dimensionó la gravedad ni se puso en el lugar del Gobierno. Ha utilizado la pandemia para posicionarse políticamente, sobre todo este año, cuando hay menor consenso social sobre medidas drásticas.
-¿Qué cambios notó en el espacio opositor?
-Hubo acompañamiento de los sectores más moderados al comienzo y luego aparece la intransigencia de los más críticos con el discurso anticuarentena, antivacuna. Pero están desdibujados. Deberían ser más mesurados, sobre todo porque hace sólo un año y medio gobernaban.
-¿Cree que la ciudadanía cuestionará en las urnas, para un lado u otro, las posiciones respecto de la pandemia?
-No es momento de analizar lo electoral. Solo puedo decir que los argentinos acompañarán al Gobierno porque vieron su esfuerzo en la pandemia. Los argentinos no van a volver al pasado, a un presidente indolente como Macri, sin empatía por la vida, a tarifas del 3.000%, al blanqueo para parientes o al endeudamiento irresponsable.
El presidente Alberto Fernández y el ministro de Defensa, Agustín Rossi (Foto: Presidencia)
-¿A qué se debe la tensión dentro del Gobierno?
-Las coaliciones son ordenamientos donde confluyen quienes piensan parecido, no igual. Podemos tener matices o miradas diferentes, pero quien conduce gestiona esas miradas y decide. Cuando el Presidente lo hace, toda la coalición debe encolumnarse.
-El problema parece estar justamente en ese espacio previo a la toma de decisiones.
-La diversidad es virtud. No hay nadie más capacitado para conducir esa diversidad que Alberto.
-Pero el cortocircuito aparece.
-No hay cortocircuito; no es el término. Son miradas distintas. Muchos apostaban a que la coalición iba a dividirse y no se dividió.
-¿Cree que es desproporcionado hablar de diferencias o tensión?
-Los matices, sobre todo cuando hay un sistema de medios no condescendiente con el Gobierno, muchas veces son exacerbados.
-En el gobierno de Omar Perotti, al cual su espacio pertenece, también hay miradas distintas. ¿Qué ocurre allí? ¿El gobernador comparte las decisiones?
-El gobernador es el que tiene la responsabilidad de la gestión. Nosotros somos parte con dirigentes de peso. Vamos a ser oficialistas hasta el último día de la gestión de Omar. Estuvimos 12 años sin gobernar, no quiero que sea una isla; espero que le entregue la banda a un peronista.
-La postura de Perotti sobre el cierre de exportaciones parece ser un ejemplo de miradas diferentes.
-El gobernador dijo que somos una provincia ganadera y de frigoríficos que generan muchos puestos de trabajo. No buscaría distancia en eso y la decisión del Presidente, sino miradas complementarias.
-Pero Perotti fue categórico. Incluso le agregó un tono ruralista que pareció apuntar a los anteriores gobiernos kirchneristas.
-No lo leo así.
-¿Cómo lo lee?
-En ningún sentido lo leo. A la hora de tomar las decisiones, fueron miradas que complementan el mismo fenómeno. Si se quiere aplicar un análisis reduccionista, no está en mi espíritu ni es el camino.
-Su espacio es parte de ambos gobiernos. ¿Queda en el medio?
-Soy parte del Gobierno nacional, apoyo al Presidente, y también hablé con el gobernador y conozco su posición. De nuevo, mi mirada no va en ese camino que se quiere plantear.
-¿Dialoga seguido con Perotti?
-Dialogo cuando es necesario. Tengo respeto. Nos sentimos parte de la gestión de Santa Fe.