DÉJÀ VU COVID-19

Kicillof, en offside: restricciones con sabor a poco y la tropa alterada

Tras militar la vuelta a Fase 1, debió clausurar su plan original y adhirió al DNU del Presidente. Intendentes desconcertados y Berni en llamas.

El anuncio de Alberto Fernández de continuar con prácticamente las mismas restricciones frente a la segunda ola de coronavirus dejó en offside al gobernador Axel Kicillof y sus funcionarios, quienes hasta horas antes militaron la vuelta a una cuarentena dura para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), bajo el argumento del altísimo número de contagios de covid-19 y la consecuente saturación del sistema sanitario. En la noche de este viernes, el gobernador dijo que la provincia adhiere a las decisiones tomadas por el Presidente y se diferenció de Horacio Rodríguez Larreta, quien sostiene las clases presenciales en jardín y primaria. El bonaerense debió guardarse en el bolsillo su plan original y se compró un problema puertas adentro: quedó con su propia tropa alborotada.

 

En conferencia de prensa, Kicillof dejó entrever que no acuerda con la decisión de Fernández de mantener las mismas restricciones, pero ratificó que adhiere al Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) nacional porque respeta “las instituciones y la democracia”. Fuentes del gobierno dijeron insistentemente a este medio que el anuncio matutino del primer mandatario sorprendió al Gabinete y a los intendentes, que pedían mayores restricciones. Sin ambargo, la Provincia agregó unas pocas medidas a las establecidas por la administración central.

 

Aunque sin decirlo veladamente, Kicillof arrancó admitiendo que tenía otro plan. “Estuvimos considerando la posibilidad de aplicar mayores cuidados, pero el DNU del Presidente es ley y lo vamos a respetar. No es momento de forzar discusiones de federalismo o autonomía. En cuestiones sanitarias, la autoridad máxima es el Gobierno nacional”, dijo, crítica a la oposición incluida. Y ratificó el nivel de estrés del sistema sanitario que está al borde del colpaso: “Este nivel de casos es inadmisible, no podemos vivir al borde del colapso (…) No estoy dispuesto a vivir con cientos de muertos por día”.

 

Durante la semana, el equipo sanitario se ocupó de repetir una y otra vez que eran necesarias medidas más restrictivas para bajar la curva de contagios. El ministro Daniel Gollan había sido tajante: “Hay que hacer un cierre estricto por al menos 15 días”. El propio gobernador informó el jueves a los intendentes de la provincia que su propuesta para el presidente era ir a un esquema similar al de Fase 1. Pero los pedidos no fueron tomados por Fernández, que intenta bajarle el tono a la disputa que mantiene con el jefe de Gobierno porteño.

 

Gollán y su viceministro, Nicolás Kreplak, reconocen que las restricciones tomadas hasta el momento sirvieron para frenar la aceleración de la curva de contagios, pero creen que es necesario endurecerlas para bajar el número de manera drástica.

 

Fuentes municipales consultadas por Letra P reconocieron que el mensaje presidencial no cayó bien. “Sin restricciones fuertes y un mensaje claro es imposible poder controlar la calle en los horarios que la circulación está permitida”, aseguran. Es a ellos a quienes el Gobierno provincial encarga la tarea. Autoridades de los distritos más calientes venían avisando, y se pasaron la semana argumentando por qué era necesario aplicar medidas más restrictivas. Mandatarios y mandatarias de la Tercera sección emitieron un comunicado titulado “debemos tomar más medidas para bajar la circulación y el nivel de contagios”.

 

Verborrágico y polémico, el ministro de Seguridad, Sergio Berni, fue otro de los disconformes con lo dispuesto por la Casa Rosada. “Cayó mal lo tibio que fue y lo dejó solo a Axel”, dijo a Letra P un hombre de confianza del ministro. Y amplió: “Hay bronca; así es muy difícil. Le tira el bardo a los gobernadores y lo que había que hacer es bajar una línea clara para que la gente no esté en la calle”, insistió. Hasta el jueves por la noche, Berni se mostró en los medios de comunicación pidiendo un cierre total.

 

Tras enumerar una serie de medidas económicas para mitigar el impacto del parate que genera la pandemia, que incluyen ampliación de programas sociales y productivos, entre otros, Kicillof destacó que se van a realizar controles para el ingreso a la provincia, especialmente desde la Ciudad de Buenos Aires.

 

Martín Menem (LLA) y Cristian Ritondo (PRO), figuras decisivas para Javier Milei en Diputados. 
Leandro Busatto se despegó del rechazo del peronismo a la reforma constitucional.

También te puede interesar