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Intendentes, soldados de la batalla electoral que ahora se libra en las aulas

En ambas trincheras, se ponen espalda con espalda para defender a sus coroneles. Propuesta trunca, pedidos de reunión y distritos “al borde de la rebelión”.

La suspensión de las clases presenciales es la batalla que convoca a oficialismo y oposición. La decisión del presidente Alberto Fernández de darle continuidad al ciclo lectivo de manera virtual terminó de hacer explotar por el aire la alianza que se gestó en 2020, al comienzo de la cuarentena. Con el año electoral como telón de fondo, en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), intendentes de Juntos por el Cambio (JxC) e intendentes e intendentas del Frente de Todos (FdT) cerraron filas en sus respectivos campamentos, cada cual con su postura y argumentos pese a que por ordenamiento geográfico se enfrentan a la misma realidad. Son, en definitiva, los representantes en el terreno de la batalla de los coroneles de uno y otro lado de la grieta.

 

El crecimiento sostenido del número de contagios de covid, el colapso del sistema sanitario, las dificultades económicas y los problemas en la gestión derivados de la pandemia son algunas de las pata de la crisis que, sin distinción de bandera política, hoy preocupan a las administraciones municipales de los intendentes e intendentas del conurbano. Sin embargo, con el calendario electoral pisándole los talones, todo el sector se pintó la cara y salió a bancar, espalda con espalda, el posicionamiento adoptado por los representantes nacionales.

 

Frente de Todos

El grupo mayoritario lo integran los peronistas. Los jefes y las jefas comunales del FdT dominan un amplio abanico de distritos de la región que a partir de las expresiones del Presidente comenzarán con restricciones más severas desde este jueves por la noche.

 

El martes, el grupo que administra municipios de la Tercera sección se reunió de manera virtual y compartió un diagnóstico común sobre la situación sanitaria. Además de expresar preocupación, enumeraron algunas coincidencias, como su posición respecto al dictado de clases. “Queremos sostener las escuelas abiertas, pero pedimos que se evalúe la no obligatoriedad a la presencialidad. Quienes tengan la necesidad de llevar a sus hijos e hijas a la escuela que lo hagan y quienes puedan quedarse en sus casas, también puedan hacerlo, ya que esto ayudaría a disminuir la circulación”, indicaron en un comunicado. Además, plantearon la necesidad de “asistencia financiera para el sector comercial”.

 

Tras el anuncio de Fernández, publicaron en redes sociales un importante número de mensajes firmados por intendentas e intendentes oficialistas en el que expresaban su respaldo a las medidas y convocaban a la unidad para evitar la saturación del sistema.

 

En rueda de consultas, intendentes del FdT indicaron a Letra P que durante el encuentro que este miércoles mantuvieron con el gobernador Axel Kicillof le plantearon algunas de las propuestas desarrolladas en la reunión previa, entre otras cuestiones se abordó la presencialidad en las escuelas. Argumentaron que se plegaron a las medidas planteadas por Fernández porque, indicaron, son en “beneficio de la mayoría” en el medio de un contexto complejo.

 

La posición no es llamativa si se tiene en cuenta que no solo acuden a una emergencia sanitaria sino ante la necesaria unidad ante un año electoral donde el oficialismo se enfrenta a su primer testeo de gestión tras el triunfo de 2019. “Cerramos filas porque entendemos que la situación y las resoluciones tienen que ser conjuntas”, indicaron a este portal y rechazaron los cuestionamientos de los representantes de JxC. “Están buscando el caos”, analizaron y recordaron que se trata del mismo sector que primero cuestionó el plan de vacunación argentina, destacó el chileno y después criticó las vacunas de origen chino.

 

Juntos por el Cambio

Los intendentes del Grupo Dorrego encontraron en el anuncio del Presidente la pieza justa que cierra el círculo de sus intereses políticos y de gestión, para plantarse con una postura única ante el oficialismo, y moverse en unidad en una agenda que les sienta cómodo en un año electoral, como hablar de la crisis económica y educativa que golpea producto de la pandemia y la aparente falta de diálogo de la administración central. 

 

En los equipos de sus cuatro principales integrantes -Jorge Macri (Vicente López), Néstor Grindetti (Lanús), Julio Garro (La Plata) y Diego Valenzuela (Tres de Febrero)- aseguraron a Letra P que ninguna de las medidas anunciadas en Olivos fue coordinada con los municipios opositores. Coincidieron en exponer el diagnóstico que padecen los comercios nocturnos de sus ciudades y en pedir nuevas medidas paliativas a la crisis. Una opción, relanzar el Programa de Recuperación Productiva (RePro), en el que se otorgó una suma mensual de $9.000 por cada relación laboral activa de la empresa beneficiaria, o el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), en el que el Estado nacional pagó una parte de los sueldos de los trabajadores y trabajadoras privadas durante buena parte del 2020. 

 

Pero para los cuatro barones del PRO, incluso reeditar estas herramientas después de largos meses de aislamiento y en el marco de una crisis que parece no tener tregua en el corto plazo es insuficiente. “No se puede anunciar una restricción así, sin consenso y sin un paquete de medidas serio”, expuso una fuente de confianza del presidente del PRO bonaerense. Acaso por eso, en distintos distritos amarillos impulsaron iniciativas propias para contener el descontento de los sectores afectados. En Lanús y Tres de Febrero, presentarán proyectos para eximir de tasas a sectores afectados como los gastronómicos y clubes deportivos, en tanto que el senador Gabino Tapia, que responde a Macri, presentó junto a otros legisladores y legisladoras un proyecto para declarar a la educación como servicio esencial en todos sus niveles.  

 

El regreso a la virtualidad plena fue otro de los puntos duramente cuestionados por la oposición. El jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, dejó de lado por un momento su versión más moderada y anunció que no pretende acatar el decreto presidencial y que enviará a la Corte Suprema de Justicia un pedido para no suspender la presencialidad en las escuelas en las próximas dos semanas. 

 

Fuentes del distrito que comanda Grindetti, coinciden con parte de la lectura que tiene el mandatario porteño. Aseguran que manejan números que respaldan sus quejas: “No hay evidencia científica que indique que las escuelas tenían que cerrarse. De hecho, en Lanús, de 110 mil docentes y alumnos tuvimos 300 contagios, es decir que no llegamos ni al uno por ciento, con lo cual, evidentemente, hay un error en la decisión del gobierno nacional". 

 

“Quieren cerrar todo sin haber hecho las evaluaciones pertinentes. Es más, la semana pasada hicieron un anuncio para con la intención de evitar la circulación de los más jóvenes en la noche y no pasó ni una semana que ya lanzaron otra. A priori no hay planificación”, ampliaron en la capital provincial.

 

Otras dos personas que comparten trabajo diario en el Grupo Dorrego suman también las dificultades en la comunicación oficial, y se agarran de las declaraciones del ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, quien, algunas horas antes del anuncio de Fernández, había dicho que “la restricción de la circulación no puede empezar en la escuela” y que “los espacios donde hay protocolos son espacios de bajo riesgo”. 

 

De esta forma, así como el alcalde porteño espera una reunión con el Presidente, los intendentes bonaerenses desean lo mismo con el gobernador Axel Kicillof. En cualquier caso, adelantan que no buscarán alternativas para saltar las medidas que tomen en Calle 6. Pero advierten: “Los intendentes, al estar en la primera trinchera, y entendiendo que no se pueden oponer porque la legislación lo prohíbe, van a intentar controlar las restricciones sin que llegue a generar un enfrentamiento entre comerciantes y efectivos de seguridad. Estamos al borde una rebelión”.

 

Senadora bonaerense Daniela Reich.
El PRO bonaerense, en Lobos.

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