La pandemia aceleró el avance de la era digital, a la vez que exigió la implementación de nuevas estrategias y recursos tecnológicos que permitieran mejorar el desempeño organizacional y productivo necesarios para alcanzar nuevos mercados, o crearlos. Ante esto, la capacidad y la experiencia de la sociedad civil de base tecnológica, las universidades, sectores empresarios e industriales, junto con el aporte institutos científicos y la coordinación estratégica de las Unidades de Vinculación Tecnológicas - UVTs - del país permiten implementar innovaciones generando oportunidades que no eran aprovechadas, o bien, no contaban con la visibilidad y alcance necesarios.
Los Polos Tecnológicos son plataformas de articulación del conocimiento con el sistema productivo para el fortalecimiento de las empresas y las organizaciones con base en la innovación. VinTecAr 4.0 se constituye así en el Primer Polo Tecnológico Virtual sobre la base de una plataforma de servicios colaborativos estimulando proyectos destinados a establecer o aumentar la reciprocidad entre las empresas y las organizaciones localizadas en distintas provincias.
Los países en desarrollo, como el nuestro, tienen que aprender definitivamente a aprovechar los procesos de acumulación de capacidades y de coordinación que las organizaciones de la sociedad civil particularmente las habilitadas por la Ley 23.877, en cualquiera de sus formatos jurídicos, articulan con el sector público, el académico, el industrial, el económico, el científico y el productivo para apalancar a las organizaciones de base tecnológicas.
Son entidades del sistema nacional de innovación del país que han dado el paso fundacional para ayudar a las organizaciones públicas, empresas privadas y emprendedores, a utilizar al máximo las nuevas tecnologías para transformarse en organizaciones impulsadas por las tendencias disruptivas emergentes. Sus profesionales trabajan cotidianamente en las trincheras de la realidad. Durante las tres últimas décadas han pasado gobiernos de todos los partidos políticos. Soportaron planes económicos, crisis financieras, corridas cambiarias, distorsiones fiscales y hasta variaciones climáticas. Muchas veces han tolerado desde incomprensiones políticas hasta asedios falaces por el desconocimiento de la normativa vigente que regula su actividad. Esos factores, las hicieron especialistas para gestionar en medio de las más diversas crisis. Las dificultades las han convertido objetivamente en las estructuras más adecuadas para filtrar, conocer y comprender qué tecnología es capaz de asimilar nuestra matriz productiva sin perder tiempo detrás de intereses foráneos.
Esta alianza por la Vinculación Tecnológica Argentina 4.0 se fue conformando por iniciativa de dos asociaciones civiles: el Foro de Ciencia y Tecnología para la Producción (FOROCyTP) que junto al Centro de Desarrollo y Asistencia Tecnológica (CEDyAT), trabajaron con sus equipos profesionales, durante toda la pandemia, y paso seguido fueron convocando a otros centros e instituciones de reconocida trayectoria para impulsar las diferentes propuestas de integración federal. La incorporación institucional no implica ningún tipo de compromiso económico pues ambas entidades aportaron su estructura tecnológica y jurídica para facilitar la gestión, organización y el gerenciamiento del proyecto.
También forman parte de VinTecAr 4.0 el Instituto de Ciencia y Tecnología César Milstein (ICTM), la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), la Fundación Argentina de Nanotecnología (FAN), la Cámara Argentina Aeronáutica y Espacial (CARAE), FUNDETEC que es la Fundación el Consejo Profesional de Ingeniería en Telecomunicaciones, Electrónica y Computación (COPITEC), Cámara de Industrias Informáticas, Electrónicas y de Comunicaciones del Centro de Argentina (CIIECCA), el Polo Tecnológico de Rosario, la Asociación Internacional de Profesionales de Puertos y Costas (AIPPyC), la Fundación CIDETER, el Area Industrial de Tandil (APIT), la Asociación Latinoamericana de Diseño (ALADI), la Unión Industrial de Avellaneda (UIAV), la Asociación de Industriales Pymes Argentinos (IPA), la Fundación ProBuenos Aires, la Red Argentina de Gestores Tecnológicos (Red GTec.ar), entre otras. Además se incorporaron la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) por medio de sus Regionales de Avellaneda y Delta, la Universidad Nacional de San Martin (UNSAM) junto a su Fundación de Innovación Tecnológica (FUNINTEC), la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ), la Universidad Nacional de San Antonio de Areco (UNSAdA), la Universidad Nacional de Jujuy (UNJU), la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), la Universidad Nacional Tres de Febrero a través del El Centro de Innovación y Desarrollo de Empresas y Organizaciones (UNTREF - CIDEM), la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (UNNOBA) y la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP), entre otras que se siguen sumando en estos días.
Dinamizar la soberanía tecnológica para el desarrollo sustentable regional es la clave de la primea fase enfocados a producir valor en el campo de las nuevas tecnologías. Basándose en la lógica de anticipación, el Polo Tecnológico Virtual establece una propuesta superadora, para el crecimiento de nuevas empresas, potenciar las ya existentes, diversificar el tejido productivo y generar nuevos espacios de empleo. Porque está configurado en términos interdisciplinarios, desde el punto de vista del conocimiento, y multipropósito desde el punto de vista de la acción, que procura la cooperación en equipos de desarrollo distribuidos geográficamente por todo el país.
La iniciativa discurre en un marco lógico general por el cual todo proyecto abordado con suficiente masa crítica producirá un impacto social positivo porque se potencia directamente a partir de sub-redes de actividades articuladas entre instituciones con base territorial, empresas locales y Universidades referentes regionales, con la posibilidad de mejorar la oferta y demanda de servicios tecnológicos, inteligencia artificial, y también de investigación, desarrollo e innovación (I+D+I).
De esto se trata el desarrollo tecnológico complementario entre distintas entidades de la de este novedoso Polo Tecnológico Argentino 4.0 con profesionales, técnicos y trabajadores argentinos. Es un sistema facilitador de la búsqueda, codificación, sistematización y difusión de las experiencias colectivas para convertirlas en conocimiento compartido, de común entendimiento y útil, en la medida que permite generar ventajas sustentables y competitivas en un entorno dinámico de innovación para los diferentes miembros.
Una vez más, en medio de la crisis, las instituciones tecnológicas de la sociedad civil han servido no sólo para resolver problemas coyunturales sino también para construir una ciudadanía diferente, más participativa y comprometida con los problemas comunes acercando soluciones pragmáticas para la comunidad. Los Centros de Vinculación Tecnológica tienen muchos años de trayectoria dando respuestas al sector privado, complementado al sector público y fortaleciendo a la sociedad civil. Este es el aporte a la reconstrucción del país para salir de la trágica crisis económica y social de la pandemia del covid19. Con VinTecAr 4.0 se busca colaborar en la producción y exportación de: tractores, satélites, medicamentos, radares, reactores nucleares, data centers, energías renovables, software y biotecnología, entre otros valores de producción nacional gestados a partir del conocimiento local.