LA OPOSICIÓN

Un discurso a medida de los halcones PRO

Juntos por el Cambio celebró la furia de Fernández. Nombran a Macri, salta Bullrich. El radicalismo ultra se suma. Larreta, agazapado y en modo zen.

En la mayoría de la tropa de Juntos por el Cambio (JxC), la radicalización del discurso del presidente Alberto Fernández ante la Asamblea Legislativa fue recibida con aplausos y vítores. Así lo vieron Patricia Bullrich y Alfredo Cornejo, presidenta del PRO y de la Unión Cívica Radical (UCR), y referentes del grupo halcón dentro del conglomerado opositor. La furia descargada contra la coalición opositora y la figura del presidente Mauricio Macri abre pista para los talibanes de JxC, que se sienten reivindicados y buscarán redoblar la apuesta.

 

"Fueron casi dos horas de acusaciones", bramó la jefa PRO y defendió los banderazos cuestionados por Fernández: "Fueron producto de la cuarentena más larga, inútil y brutal". La presidenta del partido que fundó Macri apuntó en duros términos al Presidente y su gestión. Además, confirmó la tendencia que se verá en la campaña de 2021: nombran a Macri, salta Bullrich. Será un acto reflejo, por defensa propia -de Bullrich y su camino proselitista-, pero también para enfervorizar al núcleo duro amarillo, que delira con estos posicionamientos de la exministra de Seguridad.

 

 

Al igual que Bullrich, Cornejo vio revalidada su táctica de confrontar golpe por golpe con la Casa Rosada. El presidente del radicalismo hace meses que mudó su línea discursiva a la polarización con el peronismo tal cual hace Bullrich. Una unidad de halcones que Letra P reveló en 2020 y que se mantiene cada vez más firme, para sorpresa de Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau, paladines del dialoguismo dentro de la oposición.

 

"Perdió la posibilidad de llamar a la unidad nacional en este momento tan difícil, dio un discurso negacionista de sus errores, cargado de chicanas políticas y sin ninguna autocritica", sostuvo Cornejo y consideró el mensaje como "un discurso de un panelista de chimentos, no de un hombre de Estado".

 

"Creíamos que luego de un año de incertidumbre y dolor debía el Presidente hacer un discurso para hablarle a la Patria, para señalar un rumbo, hacia dónde vamos. Pero lo que vino a hacer el Presidente no fue a hablarle a la Patria, sino a rendirle cuentas al Instituto Patria", asestó el jefe del bloque de la UCR en Diputados, Mario Negri. El mensaje le sirvió a la oposición para, según la tropa de JxC, "con argumentos" insistir con la idea de un "gobierno kirchnerista".

 

En las costas larretistas, el discurso de Fernández se leyó como "previsible". Desde Vicentín, Rodríguez Larreta empezó a marcar distancia con el mandatario y, ante sus íntimos, empezó a bautizar los movimientos presidenciales como "una inclinación a la radicalización". Esa distancia se acentuó luego de la riña por la coparticipación que recibe la Ciudad de parte de la Nación. En los papeles del jefe de Gobierno, si Fernández sube a Macri al ring no es un problema. Rodríguez Larreta teje una estrategia soterrada: apela al dialoguismo, propone moderación y un discurso antigrieta, mientras recorre su camino presidencial. Cuanto menos lo nombren, propios y extraños, mejor. Así razona el larretismo por estas horas, con una campaña que ya comenzó y una interna opositora cada vez más aguda.

 

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