Las redes sociales, se sabe, son una herramienta clave de la comunicación política. Lo sabe el intendente de Esteban Etcheverria, Fernando Gray, que, siguiendo la tradición macrista de la Escuela Marcos Peña, armó su propio ejército de trolls para potenciar sus publicaciones, sumar seguidores y, en estos días, fortalecer su resistencia solitaria al desembarco del subcomandante Máximo en la conducción del PJ bonaerense.
Las cuentas oficiales del vicepresidente del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires en Twitter y en Instagram muestran miles de usuarios que le comentan y le dan “Me Gusta” a sus publicaciones, pero son cuentas falsas. Tienen pocos seguidores o son muy nuevas y emiten comentarios “en bloque” sobre temas puntuales.
Un ejemplo fue la campaña ambiental “Yo me planto”, que recibió una catarata de mensajes a favor de que continúe presidiendo el partido frente a la avanzada K y el consenso de sus compañeros del intendentismo pejotista, que cedieron a la presión K y decidieron abdicar a favor del hijo de CFK. Las adhesiones, se nota, no provienen de la militancia real, sino del ejército de fake soldiers del llanero solitario.
Ninguna de las cuentas en cuestión supera los cien seguidores ni publica contenido personal: solo comentan y retuitean publicaciones. Además, los nombres de los usuarios, más aún en Instagram, son sacados del manual del buen troll.
El jefe comunal tampoco ahorra en pauta en redes sociales, con inversiones de hasta 100 mil pesos por publicación.