En la agenda que Alberto Fernández tenía prevista para febrero de 2022 figuraban dos viajes al otro lado del mundo. Con invitaciones ya cursadas, el Presidente planeaba visitas a China y a Rusia una vez cerrado el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero el inesperado rechazo de la Cámara de Diputados al Presupuesto 2022 obligó al Gobierno a reconsiderar los planes.
El viaje a China tenía como referencia la celebración por los 50 años de las relaciones diplomáticas entre Argentina y el gigante asiático, que se cumplen el 19 de febrero. Para esa misma fecha –entre el 4 y el 20 de ese mes– se celebrarán en Pekín los Juegos Olímpicos de Invierno, que también servían como marco de la visita. La Casa Rosada barajaba la posibilidad de aprovechar el viaje a China para que el Presidente volara también a Moscú para reunirse con Vladimir Putin.
Sin embargo, el revés en el Congreso empezó a alterar los planes. El Gobierno ya se hizo a la idea de que gobernará en 2022 con el Presupuesto prorrogado. El ministro de Economía, Martín Guzmán, desmintió en las últimas horas que tenga previsto presentar una nueva ley en el próximo período legislativo, que comienza el 1 de marzo. "Se presentó el mejor presupuesto que se podía presentar", dijo en diálogo con Radio 10.
Sin Presupuesto 2022, las negociaciones con el Fondo se estirarán más de lo previsto. Como contó Letra P, el Presidente tenía previsto anunciar el cierre del acuerdo entre fines de diciembre y el 10 de enero. En febrero pretendía dar vuelta la página, activar la agenda de la recuperación económica y volar al exterior para cumplir con compromisos internacionales.
Todo quedó postergado cuando Guzmán perdió la posibilidad de llevarle al Fondo la hoja de ruta de 2022 aprobada con el consenso de la oposición. En la mesa chica del Presidente estiman que, con el nuevo panorama, eso ocurrirá recién más cerca de marzo. Este miércoles, Argentina le pagará al Fondo cerca de U$S1850 millones de dólares correspondientes al segundo vencimiento de capital del acuerdo stand by que firmó el gobierno de Mauricio Macri. Utilizará los derechos especiales de giro (DEG) que recibió en septiembre.
A la postergación del acuerdo se acopla la de los viajes. Argentina necesita del apoyo de Estados Unidos para el cierre con el Fondo y cualquier movimiento de más podría ser tomado por Washington como un desaire indeseado. Rusia y China, por su parte, también esperan que el Gobierno cierre finalmente las negociaciones con el organismo del que forman parte antes de avanzar en acuerdos con el país. La Cancillería, que conduce Santiago Cafiero, procura mantener el delicado equilibrio en las relaciones que Argentina mantiene tanto con Estados Unidos como con Rusia y China.
El viaje a China lleva varias ediciones fallidas. A fines de septiembre de 2020, el mandatario chino Xi Jinping invitó oficialmente al Presidente a una visita de estado a China cuando la pandemia lo permitiera, pero la situación epidemiológica casi no dio respiro y el encuentro presencial nunca se concretó, aunque Fernández compartió con su par chino varios encuentros virtuales. El último fue a comienzos de noviembre, en la inauguración de la cuarta edición de la China International Import Expo (CIIE), la feria de importaciones y exportaciones más importante del mundo que se celebró en Shanghái, donde Fernández fue invitado especialmente por Xi.
Algo similar sucedió con Putin. A principios de diciembre, el Presidente mantuvo un encuentro en la Casa Rosada con las autoridades del Fondo Ruso de Inversión Directa y directivos de empresas rusas. Tras la reunión, el embajador Dmitry Feoktistov confirmó que Fernández visitaría Moscú en la primera mitad del año que viene. La fecha recién se fijará una vez que el acuerdo con el Fondo esté sellado.