La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue sometida este jueves a "un procedimiento ginecológico quirúrgico programado" en el Sanatorio Otamendi, se encuentra en un "buen estado de salud" y cursa un "posoperatorio normal", según el parte médico que no aporta más detalles sobre la intervención.
"El procedimiento ha sido realizado por la vía laparoscópica", añade el texto firmado por la directora médica Marisa Lafranconi.
Dos horas antes, la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, confirmó la intervención y se limitó a decir que "sobre los temas de salud" de la vicepresidenta "informarán los médicos". En conferencia de prensa, la funcionaria no aportó nada sobre el cuadro de la primera funcionaria en la línea de sucesión presidencial ni sobre la urgencia o la gravedad de la afección que motivó la intervención.
"Cristina se comunicó anoche con Alberto Fernández para transmitirle esta situación y el Presidente le transmitió afecto y le deseó su pronta recuperación", contó.
Según trascendidos, que no fueron confirmados por el Gobierno, la exmandataria fue sometida a una histerectomía. Se trata de una intervención quirúrgica mediante la cual se extirpa el útero y, eventualmente, también los ovarios y las trompas de Falopio. Las causas habituales por la cuales se suele hacer este tipo de cirugías pueden ser engrosamientos del endometrio, endometriosis, dolor pélvico crónico, presencia de fibromas o incluso la detección de cáncer en alguna de las zonas del útero o las trompas de Falopio.
Ahora, se espera que quede internada con una recuperación que puede extenderse de 48 horas a cinco días. De esta manera, la vicepresidenta se perderá el tramo final de la campaña, que tendrá su punto máximo este sábado en Merlo, donde el Presidente encabece un acto junto a la dirigencia y la militancia del Frente de Todos.