El hecho de que el próximo viernes se cumplen dos décadas de la puesta en marcha del corralito, la medida que inmovilizó los depósitos en dólares y aceleró la gran crisis nacional, debe haber inspirado al siempre inquieto "club del helicóptero", que puso en marcha sus usinas de rumores a través de WhatsApp y redes sociales con una advertencia delirante, pero que hizo ruido: un informe de un supuesto "Estudio Contable Salta" advertía que una medida del Banco Central suponía un "corralito encubierto" y urgía, sin sutileza, a sus clientes y clientas poseedores de cuentas bancarias en dólares a que "el día lunes y martes de esta semana entrante saquen turno y/o se apersonen a su banco para retirar esos saldos". La operación no sería digna de mención si no fuera porque la autoridad monetaria se vio obligada a consignar su falsedad.
En el medio, con un mercado financiero encabritado, las entidades registraron una salida de depósitos perceptible, con una afluencia de público algo mayor a la que venían registrando.
Mientras, referentes de la oposición también denunciaron la maniobra, lo que permitió separar la paja del trigo.
Todo comenzó con la Comunicación "A" 7405 del 25 de noviembre, por la cual el Central determinó que, a partir del 1 de diciembre, “la ‘posición de contado’ prevista en el punto 2.2.2. de las normas sobre ‘posición global neta de moneda extranjera’ no podrá superar el importe equivalente al 0% de la responsabilidad patrimonial computable (RPC) del mes anterior al que corresponda".
Eso significa que los bancos, que hasta ahora podían contar con efectivo en moneda extranjera por un 4% de sus activos, debían deshacerse de ello. Todo, con la finalidad de restar demanda al mercado cambiario paralelo y legal, cuyas cotizaciones han llevado la brecha con el oficial bien por arriba del 100%.
La medida nada tiene que ver con los encajes que los bancos deben mantener líquidos para responder por los depósitos de sus clientes: lo primero tiene que ver con los activos de las entidades –el BCRA obliga a que esté colocado de modo diverso para asegurar la solidez del sistema–, mientras que lo segundo hace a su pasivo. Son cuentas separadas y nadie piensa seriamente en un corralito.
El analista financiero Christian Buteler le dijo a Letra P que el lunes "hubo mucha afluencia de publico para retirar dólares. De hecho, los bancos pidieron 100 millones en billetes para abastecer (desde este martes) la demanda que esperan y no tener problemas para devolver dinero a quien lo quiera retirar".
"Todo es producto de los rumores acerca de un corralito que se hicieron circular desde el fin de semana", explicó.
La cuestión del supuesto uso de los encajes bancarios –garantía de liquidez para los depósitos privados– viene siendo meneada por ciertos observadores al calor de la pelea del Central para mantener a raya al mercado de cambios en un contexto de escasez de reservas.
En medio de la puja discursiva –que no es inocente– acerca de si lo que vale son los conceptos de reservas brutas, netas o líquidas, algunos economistas comenzaron hace algunos días a hablar de una "posición negativa" de la autoridad monetaria, esto es, sobregirada, lo que implicaría que se eche mano a esos recursos intocables. La reciente prohibición para que los bancos financien con tarjetas de crédito los gastos por turismo al exterior terminó de meterle ruido a la coyuntura.
Sin embargo, desde hace tiempo –por última vez el último miércoles–, en el BCRA han explicado que esos recursos son intocables.
Tras el daño generado por el rumor, en la entidad ampliaron esa explicación.
"Los bancos tienen dólares de los ahorristas; eso no se toca. Ahora, pueden emitir deuda en dólares o tener inversiones en dólares, que es lo que se regula. Lo que se dice es que no pueden tener más dólares de los que necesitan para cubrir la deuda que hayan emitido", le dijo una fuente a Letra P."Los bancos tenían hasta noviembre la posibilidad de comprar unos mil millones de dólares. A principio de noviembre se decidió congelar esa foto para que no pudieran subir la tenencia de dólares respecto de la que tenían. Algunos venían con el nivel máximo de dólares y otros no. Ahora se decidió equilibrar el sistema y decir que todos los bancos tengan la misma posición. El ‘cero’ representa que pueden tener tantos dólares como deuda en dólares tengan", agregó.
"No me parece -agregó Buteler- que estén usando los encajes, como dicen algunos. Al día de hoy, hay cero inconveniente para los depósitos".
"Hacer correr rumores de corralito o de uso de encajes solo busca provocar problemas mayores. Cuando se abren esas puertas, no se sabe a qué llevan", advirtió.
Sin embargo, como señaló el propio economista, el "club del helicóptero" metió un gol con la manos al diseminar esa fake news. Así lo demuestra todo lo que se generó alrededor de la misma.
Si los analistas serios están de acuerdo en algo es en la solidez del sistema bancario y en su capacidad de responder por los depósitos de sus ahorristas.
Adicionalmente, el Central señaló el jueves 25, en su Informe sobre bancos, que hasta septiembre "la liquidez amplia del sistema financiero se ubicó en 68,8% de los depósitos totales a nivel agregado en el mes –65% para las partidas en pesos y 86,3% para el segmento en moneda extranjera–, 0,2 y 2,8 puntos porcentuales más que el registro de agosto y que el evidenciado en septiembre de 2020, respectivamente".
Así las cosas, no habrá corralito ni helicóptero. Sin embargo, los episodios de las últimas horas sirvieron para constatar la existencia de personas que persiguen una agenda de desestabilización, una que no solo perjudica a un gobierno sino que, en el extremo de sus hipotéticas consecuencias, afectaría a la ciudadanía de a pie que haya logrado juntar un pequeño ahorro y la estabilidad política y social del país.
Esa forma de perversión debería alertar sobre lo que está en juego. porque esa gente es como las brujas: no existen, pero ya se sabe que las hay.