SEGUNDO TIEMPO

Randazzo en perspectiva: cómo festejar perdiendo todo en Buenos Aires

Ingresa al Congreso, pero se queda sin nada en la Legislatura bonaerense. Del poderío en épocas de ministro de Solá y el no a CFK a la soledad de una banca.

Desde que rechazó la candidatura a gobernador en 2015, la carrera de Florencio Randazzo viene en caída libre. Del esplendor en la provincia de Buenos Aires en épocas de Felipe Solá gobernador y de su afamada publicidad de gestionador al frente del Ministerio de Interior y Transporte de la Nación, a festejar haber llegado al piso del tres por ciento de los votos para acceder -en soledad- a una banca en el Congreso y quedarse sin representantes en la Legislatura de la provincia que lo vio crecer. El chivilcoyano, quien a principios de 2021 volvió al ruedo político presentándose como la opción a la grieta, apenas terminó alcanzando una flaca alianza con sellos partidarios menores y el vecinalismo silvestre.

 

Durante veinte años, la carrera política de Randazzo fue en continuo ascenso. En 1995 fue elegido diputado bonaerense por la Cuarta sección electoral, banca que renovó en 1999. Pero no llegó a terminar su segundo mandato: Fernando de la Rúa ya había huido en helicóptero, la presidencia estaba en manos de Eduardo Duhalde y Solá, que era gobernador en lugar de Carlos Ruckauf, mudado a la Nación, lo convocó para la Secretaría de Modernización del Estado. Randazzo saltó rápido a la Jefatura de Gabinete y al tiempo tomó el mando del Ministerio de Gobierno, el puesto que él pretendía. Fue durante esos años que forjó una estrecha relación con los intendentes del peronismo y construyó una sólida base de poder provincial.

 

En 2007 asumió en Interior por decisión de Cristina Kirchner y en 2012 quedó al mando de un ministerio gigantesco que incluía Transporte. Desde ese lugar formó una imagen de buen gestionador a caballo de fuertes inversiones en el área que lo llevó a ilusionarse nada más ni nada menos que con la presidencia. Sin embargo, la candidatura de Daniel Scioli y la negativa a darle la posibilidad de competir en una interna hizo trizas sus expectativas. Randazzo nunca digirió la decisión y rechazó la candidatura a gobernador de la provincia de Buenos Aires que a la postre Aníbal Fernández -quien le ganó la interna a Julián Domínguez- perdería con María Eugenia Vidal.

 

El rechazo de Randazzo a esa posibilidad única marcó su carrera política, que a partir de allí tomó un claro camino descendente. Tuvo una fallida candidatura en 2017, cuando se presentó como candidato a senador con el sello del PJ; e insistió en esta elección legislativa con la ilusión de ser la tercera vía para salir de la grieta.

 

Pero, Vamos Con Vos, el partido que Randazzo creó para esta elección, festeja ahora un magro tres por ciento de los votos que le permiten llegar a la Cámara de Diputados de la nación en soledad. Peor aún: no tendrá representantes en la Legislatura de la provincia que lo vio crecer políticamente y donde supo ser uno de los reyes de la rosca. Pero la razón de su tropiezo no fue que no hubiera lugar por fuera de la grieta, ya que sí crecieron otros espacios. Dos partidos minoritarios lograron sumar representantes legislativos. Por un lado, Avanza Libertad, el partido de José Luis Espert, que de no tener ningún legislador o legisladora sumó tres bancas en la Cámara de Diputados. Y el Frente de Izquierda de los Trabajadores que sólo tenía un diputado, sumó otro representante.

 

Randazzo arrancó su nueva travesía electoral con una expectativa que se fue desinflando con el correr de las semanas. Anunció su candidatura un mes antes del cierre de listas. Planteaba una alternativa a la grieta y pretendía mostrar una lista con apoyo de la sociedad civil e incorporando a dirigentes que se mostraban incómodos dentro de estructuras como el PRO.

 

La confirmación de la candidatura de Facundo Manes fue el primer golpe para el exministro. Con el anuncio de que competiría en la interna de Juntos, dirigentes a los que intentaba seducir, como el exintendente de San Miguel, Joaquín de la Torre, o la líder del GEN, Margarita Stolbizer, dieron el salto definitivo a la alianza opositora para acompañar al neurocientífico.

 

El plan de Randazzo quedó flaco y finalmente sólo pudo cerrar un acuerdo con el partido de Graciela Camaño, Tercera Posición; Libres del Sur; un sector del Partido Socialista, algunos eslabones sueltos de lo que fue Cambio Federal, alianza que llevó como candidato a Roberto Lavagna en 2019, y un grupo de partidos vecinalistas sin tierra que no movieron el amperímetro.

 

Con el resultado de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) puesto, las cosas se pusieron peores para el dirigente, quien fue perdiendo candidatos y candidatas locales a lo largo y ancho de la provincia de Buenos Aires. Los más optimistas creyeron que podrían recuperar votos entre aquellos que habían votado a listas que no superaron el piso en las primarias, y que sin Manes encabezando la boleta parte de sus votantes podrían virar a la alternativa de Vamos Con Vos, pero nada de eso sucedió.

 

A partir del 10 de diciembre, Randazzo tendrá que transitar su nuevo camino político en soledad o comenzar a tejer alianzas a futuro para tener alguna posibilidad de volver a asomar la cabeza. En el derrotero, se quedó, además, sin una de sus posibles aliadas: la candidata celeste de Más Valores, Cinthia Hotton, no pasó el piso electoral. Fue la única que luego del debate abrió la puerta a una alianza con el exfuncionario del kirchnerismo.

 

Patricia Bullrich junto a Romina Diez y el candidato libertario en Rosario, Juan Pedro Aleart.
Roque Jaimes encabezó la lista Cekeste que se declaró ganadora de las elecciones de Amsafe en Rosario.

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