Con puntualidad casi prusiana, las principales figuras que secundaron a María Eugenia Vidal en la lista porteña de Juntos por el Cambio (JxC) se subieron al escenario dos minutos después de lo previsto. A las 21.32 comenzaron a ofrecer sus palabras y pusieron en marcha el despliegue discursivo para nacionalizar la victoria obtenida en la Ciudad de Buenos Aires. Hablaron cuando la tendencia ya era irreversible y el escrutinio confirmó que la lista liderada por la exgobernadora bonaerense había alcanzado un punto menos que los 48 puntos cosechados en las primarias del 12 de septiembre.
Con el 99,41% de los votos contabilizados, los datos terminaron de confirmar el contorno que había arrojado el análisis de las mesas testigo que hizo el entorno inmediato del alcalde Horacio Rodríguez Larreta que estuvo afectado con dedicación exclusiva a la planificación y desarrollo de la campaña. Ese núcleo de dirigentes y funcionarios concluyó antes de las 20 la foto que el escrutinio provisorio terminó de confirmar una hora después. La cifra, según supo este portal, no hizo otra cosa que confirmar el pronóstico que tenían desde hace dos semanas, cuando las estimaciones y trackeos anticiparon que las expectativas que se habían planteado luego de las PASO, de llegar al 50% de los votos, se estaban esfumando y que lo mejor que podía suceder era retener el 48% obtenido el 12 de septiembre.
Según supo este portal, Vidal redobló la apuesta y relanzó su plataforma de propuestas cuando los pronósticos no eran los mejores. Lanzó la alternativa de llegar a los nueve escaños para la Cámara de Diputados, cuando las previsiones le indicaban que solo mantendría lo obtenido en septiembre, que alcanzaba para siete bancas. Esta tarde las mesas testigo revelaron que la perspectiva no era mejor y que iban a llegar a los 47 puntos.
Los datos emergieron de la mesa técnica de análisis de datos que a las 19.30 ya tenía una foto precisa. El integrante más hiperactivo del equipo era el exjefe de Gabinete Marcos Peña, contratado desde este año como asesor externo de la exgobernadora para esta campaña. El exministro coordinador es considerado uno de los impulsores primigenios del sistema de mesas testigo que utiliza el PRO desde que Mauricio Macri fue jefe de Gobierno porteño. Este domingo estaba en el búnker de Costa Salguero desde las 19, haciendo una de las cosas que más le gusta: anticipar resultados y proveérselos en tiempo real a los dueños de casa.
Peña no estaba solo en la tarea. Dos participantes de ese momento confiaron que coordinaba el análisis de las mesas testigo junto al secretario general y jefe de campaña, Fernando Straface; el primer candidato a legislador porteño y colaborador de Vidal, Emmanuel Ferrario; el secretario de Transporte porteño, Juan José Méndez y el exjefe de gabinete bonaerense y mano derecha de la exgobernadora, Federico Salvai. Los temas más técnicos eran interpretados junto a Pablo Knopoff de Isonomía Consultores y luego eran leídos por una mesa política, en la que estaban Rodriguez Larreta y el expresidente Macri, que también fue invitado a participar del análisis de los datos junto a su secretario privado y actual candidato a legislador porteño Darío Nieto.
Esa elaboración de datos le permitió a Vidal conocer con anticipación un resultado que no colmó sus expectativas, pero que le permitió terminar de sellar su regreso a la Ciudad de Buenos Aires como primera candidata a diputada nacional. Los 47 puntos que marcaron su última campaña distan de los 50 que había anticipado y no alcanzaron para sumar más voluntades al objetivo de llegar a los 120 bancas que se había planteado JxC a nivel nacional.