La cerealera concursada Vicentin presentó una propuesta de pago a acreedores financieros y granarios para cancelar su deuda de poco más de U$S1.500 millones con una quita del 70%, pero toda dolarizada. A su vez, se efectivizaría el cambio de dueños con el ingreso como accionistas principales de tres grupos cerealeros de peso que capitalizarían y se quedarían con el 90% del paquete accionario de la "nueva Vicentin".
En la noche del viernes, Estanislao Bougain y Omar Scarel, director y presidente de la firma respectivamente, presentaron los lineamientos generales con la banca acreedora extranjera, compuesta por seis bancos con las mayores acreencias privadas por US$530 millones, más de diez acreedores del agro de peso, interventores judiciales, y la sindicatura. Es una propuesta que debe llegar a un consenso para poder sumarlo al expediente del concurso y formalizarse.
De los U$S485 millones en los que quedaría el pasivo por la quita del 70%, la cerealera haría un pago de U$S28 millones en 2022 y el resto a cancelar en 13 cuotas anuales a partir de 2024. Como punto atractivo para más de 1.000 productores de acreencias verificadas de hasta 4 millones de pesos, se propone un “pago pronto” en una vez del 50%, que significarían unos U$S20.000 (los U$S28 millones mencionados).
Para cubrir esos fondos, los tres socios estratégicos, la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), Molinos Agro S.A. del Grupo Pérez Companc, y Viterra Argentina S.A., de la multinacional Glencore, aportarían U$S300 millones anuales en capital de trabajo para mantener operativa la firma.
Bougain sintetizó lo que significa la propuesta en contacto con algunos medios: “Sí, es bastante dura, pero también para los accionistas que van a perder el control de la compañía”. Es que los tres socios que inyectarán el dinero se quedarán con el 90% de las acciones de la nueva firma y el resto para los accionistas de la familia.
Por supuesto que no hubo respuestas concretas, incluso, la banca extranjera pidió que le generen algunos informes con aclaraciones puntuales. Sin embargo, desde el entorno de la cerealera explicaron a Letra P que se generó buena recepción en los acreedores granarios el hecho de dolarizar la deuda, un punto que había generado las mayores resistencias, porque hasta ahora se hablaba de pesificar el pasivo y solo cobrar en dólares los financieros.