SEMANA SANTA FE

Los suplentes de Lifschitz

La estrategia opositora depende en gran parte del exgobernador. Angelini, Corral y Pullaro aguardan agazapados, dispuestos a lanzarse a la aventura.

Toda o gran parte de la estrategia opositora en Santa Fe depende de Miguel Lifschitz. Más cerca del no que del sí, el socialista tantea el escenario para competir por la senaduría nacional y doblegar al peronismo. Para el caso de que se baje de la compulsa, un trío asoma para disputar el cetro de rival del PJ: Federico Angelini, José Corral y Maximiliano Pullaro.

 

Juntos por el Cambio no tiene manera de resolver su interna sin PASO. De mínima, serán tres las listas que se enfrentarán en las elecciones de medio término. Al no tener un jefe nacional claro que conduzca y ordene, la diáspora se impone y más de uno quiere competir. “Jueguen, pero ordenados” es el que mensaje que baja de Buenos Aires a la provincia.

 

Angelini es uno de los principales propulsores de un frente que reúna al PRO junto al socialismo y la UCR. “Prefiero el 20 por ciento del gobierno antes que el cien por ciento de la nada”, suele repetirle a sus cercanos. Insistirá hasta el extremo para convencer a Lifschitz, pero, si no lo logra, tiene que medirse. No tiene otra, así lo entiende.

 

Pegado a Mauricio Macri, el diputado nacional PRO ganó la elección legislativa de 2019, pero ese 43 por ciento que obtuvo no es 100% real. Necesita una elección propia, una campaña en soledad que lo posicione, que lo mida. Salvo imponderables, lo tiene decidido: será candidato a senador.

 

Quien entabló un acuerdo con Angelini en 2019 es Corral. "Yo voy a gobernador y vos, a diputado nacional", propuso el exintendente de la capital. Ahora asoma más sinuosa la chance de un apretón de manos. El expresidente de la UCR nacional es de los pocos rojiblancos que rechazan el juego del frente de frentes. Corral disfruta por estas horas lo que entiende como un “fracaso” ajeno, el llamamiento de sus correligionarios a un gran armado no PJ.

 

Vende “larretismo santafesino”, le pega por H o por B al socialismo y pretende, junto a su socio político, el concejal PRO Roy López Molina, conformar una dupla legislativa. Él como candidato a senador y el rosarino a diputado. Sus pares radicales dicen que le hace el juego al gobernador Omar Perotti al apostar por la división de la oposición. Es, en rigor, el menos condicionado por los movimientos de Lifschitz.

 

“Yo trabajo para vos, Miguel”, le repite Pullaro a Lifschitz, pero, como otros, falla en la misión de persuadirlo. Cultor de un radicalismo progresista, el mayor socio UCR del socialista tiene tomada la decisión de competir por la senaduría siempre y cuando no juegue su exjefe. Forever dentro de las filas del Frente Progresista, para el exministro de Seguridad una candidatura en el marco de una nueva coalición no peronista XXL sería el primer paso hacia el cambiemismo.

 

Cómo se ordena ese hipotético trío es otro cantar, porque el socialismo y afines presentarían, además, candidatos por fuera de ese esquema, pero a los tres los seduce la idea de ganar la interna y enfrentar mano a mano al PJ. Con una campaña en el lomo y la suba en los niveles de conocimiento, el ganador puede quedar posicionado para la carrera de largo aliento que tiene la línea de llegada en la Casa Gris. Incluso, perdiendo ante el peronismo. Ganando, ni hablar.

 

Martín Lousteau y Maximiliano PUllaro durante el proceso electoral.
Federico Angelini y Mauricio Macri.

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