Los intendentes de la región atlántica y el gobernador Axel Kicillof volverán a verse las caras hoy para analizar la evolución de las medidas restrictivas aplicadas para frenar la suba de contagios de coronavirus. Tras el acuerdo alcanzado el sábado pasado, llegarán al encuentro con la paz rota, tras el fuerte cruce que protagonizaron el jefe comunal de Pinamar, Martín Yeza (PRO), y el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan. Pese a los cortocircuitos, los intendentes opositores empezaron a aplicarse la vacuna Sputnik V, mientras que la Provincia avisa que, de seguir el aumento de contagios, las restricciones serán más severas. En Mar del Plata, aceptan las resoluciones, aunque reiteran que el problema no son las actividades reguladas sino la clandestinidad.
Kicillof llegará a la reunión en Santa Clara del Mar dispuesto a escuchar a los jefes comunales, pero con una advertencia: si el número de contagios no baja, se endurecerán las medidas.
“Tan apurado está el macrismo para hacer campaña electoral y criticar al gobierno que el intendente habla del efecto de las medidas antes de que estén en vigencia”, arrmetió el ministro de Salud sobre algunas declaraciones periodísticas del intendente Yeza.
Yeza esquivó al mensaje directo y contestó: “Como intendente, trato de dar certeza y certidumbre y nunca confundir a los pinamarenses, así que lo tomo como una chicana. No hablé del efecto de las medidas sino de la complejidad operativa que viene dada con estos controles”. Gollán viajará a Pinamar y se reunirá con el jefe comunal con el objetivo de limar asperezas.
El intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, es otro de los que aceptó con un dejo de desdén las restricciones. En plena temporada estival, toda merma en la actividad económica impacta doblemente en un contexto de recesión.
Fuentes del gobierno marplatense reiteraron a Letra P que el problema en el distrito está vinculado a la clandestinidad en la nocturnidad y no así en actividades comerciales que a partir de la 1 de la mañana deben cerrar sus puertas. “Constatamos solo tres violaciones a las restricciones, el resto cumplió. Un acatamiento total”, aseguró un funcionario de la administración Montenegro.
Ajuste
“Si sigue el aumento tan rápido habrá que tomar otras medidas”, avisó el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco.
El funcionario detalló que en el anterior pico de contagios, a fines de agosto, hubo un promedio 6 mil casos por día; en la primera semana de diciembre se bajó a mil casos promedio por día. Y el domingo se registraron 4.500 casos y la semana anterior, 3.000. “En una semana aumentó el 50% de los casos”, indicó.
Los jefes comunales peronistas hacen equilibrio. Evitan ir contra las decisiones de la Provincia aunque tienen interés en que no se frene la rueda de la economía que empiza a andar después de meses de parate. El interés no distingue colores partidarios. En ese contexto, Yeza se convirtió en la voz disonante al acuerdo sellado el sábado último.
En la gobernación destacan que si bien para afuera los intendentes opositores son críticos con la toma de decisiones, no sucede lo mismo al sentarse a la mesa a discutir sobre la situación.
Ejemplifican con la actitud del intendente de Olavarría, Ezequiel Galli, quien luego de cuestionar la vacuna Sputnik V y avisar que tenía dudas sobre su efecto, esta semana se vacunó con el nuevo lote que giró el gobierno provincial luego de que 400 dosis se echaran a perder en circunstancias que aún se investigan.