“Vamos a llevarlo de candidato a presidente”. Así presentó la senadora bonaerense Ana Laura Geloso al expresidente de la Cámara de Diputados de la Nación Emilio Monzó, quien no dudó en asentir ante unas 600 personas por videoconferencia. “Si tengo que ser candidato, seré candidato”, afirmó el rey de la rosca en el inicio de la gira virtual preelectoral que arrancó por el principal distrito electoral del país, Buenos Aires.
Pidió saltar la grieta que impone la rivalidad entre los halcones del macrismo y el peronismo gobernante, y llamó a conformar un frente electoral amplio para volver a ser gobierno en 2023. Su ambicioso plan contempla armadoras en todas las secciones electorales del territorio bonaerense, donde intenta revertir su flaco peso político. Como sea, continúa blandiendo la bandera de la oposición dialoguista que encabeza el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, mientras reconstruye y refuerza lazos con la exgobernadora María Eugenia Vidal y afina una estrategia con su mesa chica.
“En esta segunda etapa, desde 2019 hasta 2023, quiero ayudar, desde el rol que me toque y sea necesario. Si tengo que ser candidato, seré candidato”, remarcó Monzó en este encuentro que convocó la agrupación Mujeres con Emilio, y que moderó la senadora provincial de Juntos por el Cambio Geloso y la exconcejal de Almirante Brown Miriam Niveyro. Participaron unas 600 personas, entre ellas dirigentes locales y exlegisladores del peronismo en Cambiemos, como el quilmeño Eduardo Schiavo y el pergaminense Marcelo Pacífico.
El Zoom fue convocado en clave electoral. Geloso no sólo presentó a Monzó como el armador de la pata peronista en el gobierno de Mauricio Macri, sino que también proyectó las intenciones de su espacio de cara a las próximas elecciones. “Vamos a llevarlo de candidato a presidente”, se entusiasmó, ante una respuesta escueta del exintendente de Carlos Tejedor y el refuerzo de las demás participantes.
Las mujeres ya comenzaron con un despliegue orgánico propio del histórico partido. En la provincia de Buenos Aires tendrá la coordinación de Elisa Gill y Soledad Magnello, la agenda de comunicación a cargo de Vanesa Gioia y como referente principal estará Niveyro. Además, cada Sección electoral será pilotada por una dirigente: Myriam Ciorciano (Primera), Gisela Cerminara (Segunda), Karina Altamiranda (Tercera), Silvina Vaccarezza (Cuarta), Carolina Vieira (Quinta), Romina Colombi (Sexta), Celia Osinaga (Séptima) y Diana Zonaro (Octava).
Tal como dio cuenta Letra P, el expresidente de la Cámara de Diputados se propuso acelerar aquel armado que inició a mediados de 2015 y darle rienda suelta a la segunda parte de su estrategia, que consistía en alejarse del extremo que proponía el PRO y hacer una autocrítica de su influencia de armador que llevó a la derecha liberal a hacerse del poder tanto en Balcarce 50 como en calle 6 de La Plata durante los últimos cuatro años. Para eso se recostó, primero, en algunos de los que aún mantenían el poder en sus territorios y también mostraban por entonces cierto malestar con la Casa Rosada, como los jefes comunales de la Unión Cívica Radical y, después, con otros dirigentes de peso electoral.
“Hoy tenemos un equipo con Martín Lousteau, Rogelio Frigerio, María Eugenia Vidal y Alfredo Cornejo, muchos dirigentes que ya tienen envergadura nacional y pueden ser candidatos a cualquiera de los lugares en los cuales podemos triunfar”, amplió Monzó en este sentido y pidió sumar también a Juan Manuel Urtubey.
Hoy, su apuesta, en términos políticos, sigue siendo recostarse en su mesa chica, que conforman Nicolás Massot, Sebastián García De Luca, Marcelo Daletto, Gabriel Monzó y Guillermo Bardón, para medir fuerzas con el ala dura del partido amarillo que encarna Patricia Bullrich y Miguel Ángel Pichetto.
Siempre en tono conciliador, sin críticas puntuales o cruces propios de quien pretende disputar una porción del poder nacional, Monzó instó a sus referentes a construir territorialidad y colaborar con los distintos gobiernos, tanto provincial como locales. Así, vuelve a escribir algunas líneas más de su doctrina. A futuro está su candidatura, mientras mantiene el desafío de recuperar algo del poder perdido y sumar para luego competir. El tiempo dirá si puede multiplicar la tropa que lo sigue.