Fuente: Rava Bursátil.
Justo después del anuncio del acuerdo, los paralelos se habían derrumbado $116,28, $119,18 y 128, respectivamente. En tanto, pasado el mediodía de este miércoles, los dos primeros retomaban la tendencia al alza y el blue se sostenía en $131.
Fuente: Rava Bursátil.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo en una entrevista que lo que ocurrió con el dólar apenas después del anuncio de la deuda “no es un recalentamiento (sino) una señal positiva: hay inversores que, como ven muy positivo el canje, compran el bono en dólares que se usa en el ‘contado con liquidación’ para luego canjearlo por un bono en pesos. Cuando se realice el canje en dólares bajo ley local, eso se revierte. Nos vamos a quedar con más deuda pesificada. Está ocurriendo un arbitraje. Para la economía, es positivo. Es una transición que luego se va ordenando”. Ve algo así como un CCL invertido en el corto plazo.
El hecho es que, en términos generales, el dólar viene demandado en todas su versiones, incluida la oficial.
Esa tendencia le impide por el momento al Banco Central cumplir con el objetivo de sumar reservas. De acuerdo con los datos de la propia autoridad monetaria, las mismas se mantienen, desde mediados de mayo, en torno a los 43.300 millones de dólares, de los cuales, las netas, realmente disponibles se calculan en unos 8.000 millones. Con todo, el analista financiero Christian Buteler le dijo a Letra P que “el Central vendió fuerte en los tres primeros días del mes, pero después, según se dice en el mercado a falta todavía del dato oficial, pudo comprar algo”.
Al explicar la tendencia de los dólares paralelos, en el Gobierno sostienen la teoría de Guzmán sobre el “contado con liqui” invertido y, en lo que respecta al blue, resaltan la paralización total del turismo receptivo por efecto de la pandemia, lo que impide que ese mercado negro se alimente con los billetes que traen, sobre todo, los visitantes que llegan de países de la región. En el mercado, la visión es diferente.
“Es lógico que el efecto del anuncio de la deuda haya durado poco. El escenario contrario habría producido un impacto mayor porque la desconfianza tal vez habría duplicado la cantidad de gente dispuesta a salir del peso. Pero la realidad es que el acuerdo no soluciona los problemas de falta de dólares y de la gran emisión que está haciendo el Banco Central”, explicó Buteler.
En el Banco Central rechazan como explicación la de un sobrante de pesos y resaltan que la mayor parte de lo emitido hasta ahora en el año ha sido esterilizado a través de la emisión de instrumentos de deuda.
“Esos son los temas a encarar, lo que es complicado porque, con el cepo actual, dólares no van a entrar y, aunque más lentamente, las reservas van a seguir drenando, cosa que ya vimos en el gobierno de Cristina Kirchner. Además, el Banco Central necesita seguir emitiendo porque el Tesoro tiene un déficit enorme que no puede financiar completamente vía deuda en pesos”, añadió.
En el Central rechazan como explicación la de un sobrante de pesos y resaltan que la mayor parte de lo emitido hasta ahora en el año ha sido esterilizado a través de la emisión de instrumentos de deuda.
Por otra parte, el economista Gustavo Reija señaló, en diálogo con este medio, que “tradicionalmente las crisis de sector externo de nuestro país que terminaban en macrodevaluaciones estuvieron originadas por la existencia de políticas económicas que utilizaban el tipo de cambio como ancla antiinflacionaria y generaban un dólar barato. Por lo tanto, la pregunta relevante es: ¿es barato el dólar oficial hoy en Argentina?”.
“Si tomamos en cuenta el Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral (ITCRM), que evalúa la paridad de nuestra moneda ponderada por las de los países con los cuales mantenemos el mayor intercambio comercial, la respuesta es no. Solo con Brasil existe un desfasaje de aproximadamente un 20%”, se respondió.
Entonces, ¿por qué las brechas entre los tipos de cambio paralelos y el oficial siguen en niveles altos, de entre el 70% y casi el 80%?
Para Reija, la explicación radica “en las expectativas y en la falta de definición del escenario macro para el cierre de este año y para 2021. Esto hace que, incluso habiendo superávit comercial, el Banco Central tenga severas dificultades para reforzar sus reservas”.
“Con un déficit para este año de aproximadamente 8% del producto bruto interno (PBI), que se monetiza íntegramente, y con el incremento de los pasivos del Central, vía Leliq, como mecanismo de absorción monetaria, el no contar todavía con un presupuesto que permita conocer las proyecciones de las variables macro y la persistencia de restricciones, vía cepo, para la compra de divisas, hace lógico que las brechas existan y reflejen valores del dólar sustancialmente mayores que el oficial”, añadió.
El titular del Banco Central, Miguel Pesce, parece haber agotado la batería de regulaciones para mantener amarrados al dólar MEP y al CCL, así que todo indica que esta brecha elevada es una con la que las autoridades se disponen a convivir. Nadie se engaña: la misma incrementa las expectativas de devaluación, desalienta la liquidación de divisas y, en paralelo, estimula la subfacturación de exportaciones y la sobrefacturación de importaciones. La brecha hace mal y el propio Guzmán señaló: “Es un tema que nos ocupa”.
"Los dólares blue, contado con liquidación y el MEP se van a mover por la relación entre los pesos y los dólares disponibles", dijo Christian Buteler.
Buteler, al menos, no espera en lo inmediato que el dólar oficial pueda escaparse. “De hecho, no está quieto y el Central lo mueve incluso por encima de la inflación todos los meses con pequeñas subas diarias".
"Sin embargo, se puede esperar una ampliación de las brechas con el blue y el contado con liquidación y el MEP, que van a moverse más por la relación entre los pesos y los dólares disponibles”, indicó.
Reija pidió “recordar que en el centro de este tema está la demanda de dinero. En nuestra economía bimonetaria, la regla es que, a menor demanda de pesos, mayor demanda por dólares. Sin un incremento de aquella, no habrá forma de absorber el excedente de pesos generado por la emisión para paliar los efectos de la crisis sanitaria. Para fortalecerla, se requieren señales claras y mostrar que el objetivo es converger en un sendero que conduzca al equilibrio fiscal en los próximos años”.
La tarea es ingente.