Desde la elección, en septiembre de 2018, de Carlos Achetoni al frente de la entidad -promovido por el tándem cambiemista Cornejo-De Angeli-, la grieta interna de la Federación Agraria Argentina (FAA) se fue agudizando al compás del golpe de timón institucional. Acusando a la conducción de “silencio y seguidismo” ante las políticas macristas, en la segunda mitad de 2019 se consolidó Bases Federadas, agrupación que fue moldeando su estructura sobre el llamado a “rescatar” el objetivo que forjó la entidad hace más de cien años: la defensa de pequeños y medianos productores y productoras (sus miembros se presentan en Twitter como "quienes formamos la FAA y no nos arrean con un palito").
Críticos de la Mesa de Enlace y del rol de la actual conducción federada en ese marco –“respondiendo a otros intereses”, cuestionan-, destacaron las políticas de segmentación promovidas por el actual gobierno en materia de retenciones, razón por la cual no adhirieron al lockout de marzo y llevaron a Achetoni a revertir el apoyo inicial a la medida impulsada por CRA y la Sociedad Rural para dar finalmente libertad de acción. También, en terreno bonaerense, destacan el “diálogo permanente” con la gestión del gobernador Axel Kicillof.
En Bases Federadas afirman que su estructura abraza filiales de todas las provincias. Incluso destacan la erosión del oficialismo en distritos más afines, como Entre Ríos (ligado a la figura de Alfredo De Ángeli), donde recientemente la Filial de Crespo pidió la renuncia de Elvio Guía, vice de la entidad. También, destacan la inclusión de una entidad de peso como la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofe), con fuerte injerencia en Córdoba, y Agricultores Federados Argentinos (AFA), que cuenta con 15 mil socios.
El año pasado, las filiales alineadas a Bases Federadas -recién conformada- no participaron de las asambleas y del congreso federado en el que finalmente fue reelecto Achetoni. Si este año se repetirá esta actitud o se plantará una opción concreta para disputarle el poder a la actual conducción es algo que aún está en debate de cara a las asambleas distritales fijadas para julio y el congreso de renovación de autoridades previsto para septiembre, aunque la pandemia abre interrogantes sobre su implementación.
“No depende de mí”, respondió el expresidente de la entidad Omar Príncipe ante la consulta de Letra P sobre si el sector que integra presentará o no una alternativa a la conducción de Achetoni. Aunque marcó: “Seguramente haría falta volver a la agenda de la FAA”.
“Vamos a tratar de participar. Hay que recuperar la entidad y sus principios en defensa de los pequeños y medianos productores”, resaltó a este portal la dirigente de la filial Tandil Nélida Sereno, quien admitió que “todavía” no tienen una figura definida al momento de hablar de candidaturas pero advirtió: “Hay varios nombres dando vueltas”.
Por su parte, el exvicepresidente de FAA Jorge Solmi consideró, en diálogo con este medio: “No es cuestión de nombres ni de contenido. Las Bases Federadas surgen ante el silencio gremial que tiene la conducción, donde se perdió la voz de los productores más chicos. Hay muchísimas situaciones en las que necesitamos políticas diferentes al otro tipo de productor. Por eso, hay cuatro entidades y no todo el campo es el mismo”.En otros rincones de este sector, hay voces que aún ponen en duda una participación. “No hay garantías de la institucionalidad del congreso y a eso hay que sumar la pandemia... hay muchos temas por resolver para ver si nos presentamos en un congreso o no”, señalan.
Por lo pronto, la actividad de los miembros de Bases Federadas da cuenta de una fluida articulación con la gestión del Frente de Todos. La filial tandilense fue la primera en recibir a Kicillof en tiempos de candidato y exhibe un diálogo fluido con el actual gobierno bonaerense: “Tiene muy buena disposición de trabajo hacia los sectores de la producción”, destacan.
En ese sentido, Sereno remarcó que, en una reciente reunión virtual con el ministro de Desarrollo Agrario bonaerense, Javier Rodríguez, “surgió un tema central como la ley de arrendamientos. Los contratos actuales son por una cosecha o un año como máximo. Queremos que el pequeño productor pueda sostener al menos tres años el arrendamiento, atado a la conservación de suelo. El ministro nos invitó a empezar a discutir el tema”.
Esos aspectos “de agenda propia” son los que también recalca Príncipe: “La FAA tiene que impulsar la ley de arrendamiento. La conducción no habla de esto y es un tema prioritario en la agenda agraria salir de contratos accidentales que expulsan a los pequeños y permiten que los fondos de inversión entren y salgan del juego del campo según su conveniencia”.
“Al tener una Federación Agraria silenciada, se abrazan cuestiones que tienen que ver con otros intereses y no de los federados”. Jorge Solmi
El dirigente recordó otro aspecto impulsado durante su conducción: “Denunciando a Monsanto por el monopolio y los abusos con los chacareros, presentamos nuestro propio proyecto de ley de semillas para asegurar el uso propio y gratuito de la semilla”. Aquí trazó la diferencia con las socias de la Mesa de Enlace: “Si vamos a esperar que se ponga de acuerdo en este tema… hay entidades que tienen otros intereses”.
En ese contexto, enfatizó que Bases Federadas surgió como “la reacción de cientos de filiales, cooperativas, dirigentes de todas las provincias que no se ven representadas con esta línea de conducción por la falta de discusión y presencia en los territorios. Es un tema que tenemos que resolver dentro de nuestra institución, pero, mientras tanto, tiene que haber una voz que defienda a los pequeños productores”.
En esa línea, Solmi subrayó que el hecho de no mantener relación con la conducción “ha dividido la Federación Agraria en todos los territorios”. Sobre esto, marcó responsabilidades: “La unidad de una herramienta gremial es el deber de la conducción y no le ha interesado. No conversó con la dirigencia de Bases Federadas y es un camino equivocado”.