La definición conjunta de la mesa de enlace de ir a un paro de comercialización de cuatro días para esta semana en rechazo al esquema de retenciones del gobierno de Alberto Fernández dejó bajo la alfombra diferencias de criterio persistentes entre las entidades miembros. Lo que primó fue el planteo de Confederaciones Rurales (CRA), no sin antes hacerse eco de un fuerte activismo militante en pos de una medida de fuerza, algo que fue promovido vía tractorazos por productores autodefinidos como Autoconvocados y el ala más dura del ruralismo que, sobre terreno bonaerense, se posa en el norte, bastión de la patria sojera.
El lockout patronal –a dos semanas del inicio de la cosecha y en simultáneo con Expoagro- tuvo en suelo bonaerense una tropa de “combativos” que militaron la medida de fuerza denunciando la indefinición inicial de la mesa de enlace, advirtiendo la salida de la orgánica ruralista con medidas propias, apuntando contra el Gobierno pero también contra los representantes del campo que “no quieren o no pueden interpretar el mensaje”.
“El reclamo se hará sentir nuevamente ahora, no sólo contra un Gobierno cuya posición conocemos, sino también contra aquellos que deberían honrar lo que logramos en 2008 y que estos dirigentes parecen no haber vivido”, bramaba la Sociedad Rural de San Pedro cuando parecía que CRA se quedaba sola en su intento de lockout. Horas más tarde, las cosas cambiaron.
La Rural sampedrina fue protagonista de la protesta contra la 125. Durante 13 años (entre 2006 y 2019) su presidente fue Raúl Victores. “Estamos en las antípodas del kirchnerismo”, dijo a Letra P. Consultado sobre si eso incidió en hacer un paro a tres meses de iniciado el gobierno de AF, negó con vehemencia: “Acá no hay un paro político. Les han metido la mano en el bolsillo a los productores”.
Y refutó la baja en las retenciones en varias producciones: “Si te sacan y después te dicen que te van a devolver, ¿para qué te sacan? Con eso hacen que parte del lucro quede ahí”. Por una de las protestas iniciales por la 125, en diciembre del año pasado el juez federal Villafuerte Russo lo procesó junto a la cúpula de la mesa de enlace de aquel entonces: “Fue intencional”, acusa al apuntar al Gobierno por “estar empujando” a un escenario de conflictividad.
Victores sigue formando parte de la Rural local, desde donde se acusó de “traidor” al diputado y dirigente del Partido Fe, Pablo Ansaloni por abandonar el interbloque de Juntos por el Cambio. Con buen diálogo con Luis Etchevehere en tiempos de Cambiemos, se esfuerza por trazar una diferencia entre el gobierno anterior y el actual: “Macri puso el cepo pero fueron los últimos días y no con la complejidad de ahora. Y las retenciones no eran del nivel que tenemos hoy”. Sobre la participación de legisladores de Cambiemos en los últimos tractorazos bonaerenses, argumentó: “Nunca se le cierra la puerta a nadie”.
Victores fue por la presidencia de Carbap en 2010 pero perdió las elecciones ante el candidato respaldado por el presidente saliente Apaolaza, Alberto Frola (General Pico), quien estuvo acompañado en esa comisión directiva por dirigentes que luego fueron sus sucesores en el cargo: Horacio Salaverri y Matías de Velazco. Victores dijo tener una buena relación con la conducción de Carbap pero disparó: “Hay que darle paso a otros oficialismos. Tendrían que haber otras caritas dando vuelta”.
Antes del tractorazo de febrero en San Nicolás, en enero se llevó a cabo el primero en Pergamino, donde también se realizó la primera asamblea de Carbap del año, cuando se empezó a impulsar el cese de comercialización.
La Rural local es comandada por Jorge Pablo Josifovich, un ingeniero agrónomo que nació en Estados Unidos cuando su padre, Jorge Alejandro Josifovich, realizaba un Master of Science en la Universidad de Wisconsin para luego regresar al país y comandar en los ‘70 la Estación Experimental del INTA Pergamino. Según el informe “Ciencia en dictadura” de la doctora en Historia e investigadora (UBA-Conicet) Cecilia Gárgano, esa Estación registró el mayor índice de cesantías de todo el INTA por aquellos años. Testimonios de exmiembros e integrantes cesantes de la Estación aluden a la responsabilidad del padre del actual titular de la Rural pergaminense en la confección de “listas negras”.
Jorge Pablo mantiene estrechos lazos con la gestión municipal PRO de Javier Martínez. Con el gobierno macrista, la Rural de Pergamino realizó una serie de acuerdos, entre ellos la instalación en el predio ruralista del Ente de Vacunación local, la Oficina de Guías del Municipio y el Senasa. También, la Rural y la comuna PRO confluyen en la Fundación Por Pergamino, donde centralizan acciones comunitarias con empresas fuertes del agro.
“He decidido apoyar a los productores”, intentó meter presión Josifovich antes de que la Mesa de Enlace se inclinara por parar. Voces de la región creen que, en verdad, lo del hijo de Jorge Alejandro es impulsar movilizaciones locales en contra del Gobierno.
“Compartimos los propósitos y queremos afirmar nuestra voluntad para trabajar aunados con las demás sociedades rurales de la zona 2 de Carbap (Norte bonaerense)”, le escribió el 15 de enero a Josifovich el presidente de la Sociedad Rural de Rojas, Alberto Enrique del Solar Dorrego. También este dirigente exhibe sintonía amarilla: en 2018 fue director de Recursos Hídricos de la gestión local de Claudio Rossi (Cambiemos), luego pasó a ser el encargado de los caminos rurales en Junín, donde gobierna el macrista Pablo Petrecca.
LINAJE. Alberto Enrique del Solar Dorrego comparte el mismo linaje del otrora jefe de Gabinete de Luis Etchevehere Santiago del Solar Dorrego. Ambos provienen de la línea iniciada de la unión en el siglo XIX entre Alberto del Solar Navarrete y Felisa Juana Francisca Dorrego, sobrina nieta de Manuel Dorrego. “Si hay que hacer un esfuerzo, lo hacemos entre todos”, dijo Alberto del Solar cuando Macri anunció el regreso de las retenciones. Hoy, la entidad que dirige exhibe otra postura, plegándose a los paros.
Del Solar Dorrego lejos está de tener la cucarda exclusiva de dirigente ruralista y emprendedor en el campo amarillo de la política. Lo mismo sucede en otros distritos donde las rurales le muestran los dientes a AF. En Baradero, se da el caso de Martín Genoud, quien fue secretario de Gobierno de la exmargarita devenida en macrista Fernanda Antonijevic y hoy es concejal de Juntos por el Cambio, mientras que su actividad en el ruralismo la centralizó como secretario de la Sociedad Rural que desde hace varios años comanda Pablo Roller. En Salliqueló, donde la Rural se declaró “opositora”, su vice, Néstor Sarasola, fue candidato a concejal de Cambiemos en 2017.
En Lobos se da un caso más nítido. “Volvimos al relato, a las recetas del pasado que nos llevaron al fracaso”, disparó en un fuerte mensaje la Sociedad Rural de Lobos, cuna y trampolín del actual intendente del distrito, Jorge Etcheverry. Trotamundos del variopinto abanico cambiemista, Etcheverry fue convocado por gente de Lilita Carrió post conflicto por la 125, luego fue identificado como dirigente radical y, una vez sentado en el sillón de la intendencia, se manifestó públicamente como miembro del PRO.
Antes de su incursión política, Etcheverry desembarcó como dirigente ruralista. La entidad que presidió también hizo su juego. Tanto en las ediciones de octubre de 2015 como de octubre de 2017, le dedicó a Etcheverry las tapas de su revista “Compromiso”. Etcheverry integró la comisión directiva de la Rural local hasta el año pasado pero sus lazos se mantienen vigentes.