Después de una guerra fría de casi cinco años, la AFA logró aunar criterios para intentar mostrarse previsible. Tras la muerte de Julio Grondona, nunca se había logrado la tan mentada unidad, saboteada por peleas, egos encontrados y ambiciones políticas en colisión. No significa que hayan desaparecido, pero, al menos, han entrado en receso. Este año hubo dos fotos que allanaron el cambio. La primera fue en la casa de Sergio Massa, donde estuvieron Claudio Tapia, Marcelo Tinelli, Jorge Ameal y Nicolás Russo, presidentes de la AFA, Boca, San Lorenzo y Lanús, respectivamente. Un mensaje, sobre todo, para Daniel Angelici. La segunda fue en la casa de Chiqui en Cardales con un grupo más amplio. Eran todos presidentes, vicepresidentes o miembros de comisiones directivas, salvo uno, Eduardo Spinosa. Desde agosto de 2019, el expresidente de Banfield venía trabajando para acercar al eje AFA-Showmatch y esa cena fue la consumación.
La presencia del extitular del Taladro sorprendió, sobre todo, porque estaba Lucía Barbuto, actual mandamás del club. La conclusión en esa mesa fue automática: la participación de Spinosa no era testimonial.
Esta semana, Spinosa se convirtió en el nuevo director general de la nueva Liga Profesional de Fútbol argentino, un vrtual jefe de Gabinete de Tinelli, que presidirá la organización. Será ad honorem y funcionará como nexo con los clubes, algo que pedían los dirigentes, un par como interlocutor. Una de las principales críticas a Mariano Elizondo, ex ceo de la Superliga, era que no pensaba como dirigente sino como empresario.
Nunca se alejó de la política de su club, donde no se toma ninguna decisión sin consultarlo. Tampoco cortó vínculos con Tapia ni con Tinelli. ¿Quién es este hombre que trabajó con Alberto Fernandez, a quien Eduardo Duhalde aconsejaba, que tiene relación con el peronismo lomense y llevó a la justicia al gobierno de María Eugenia Vidal?
Nació en 1972 en Lomas de Zamora y es cuarta generación de dirigentes. En 1986, su padre falleció a su lado de un aneurisma mientras miraban un 3-1 contra Quilmes por el Torneo de la Primera B. Contador egresado de la UCES, actualmente es consultor de empresas, especializado en seguros.
En 1992, comenzó a trabajar como inspector en la Superintendencia de Seguros de la Nación, el organismo que dirigía el actual jefe de la Casa Rosada. Si bien compartió con el Presidente tres años de trabajo, el jefe del Estado lo conoció por otro tema: el empate 38-38 en las elecciones de AFA de 2015.
Con Matías Lammens fueron los cancilleres de Tinelli. Del otro lado estaba Luis Segura. Públicamente, los armadores del expresidente de Argentinos Jrs. eran Tapia, Hugo Moyano y Angelici, pero en las sombras quien articulaba era el exjefe de Gabinete de Nestor y Cristina Kirchner. Con el triunfo del Frente de Todos, lo sondearon para ser director en alguna empresa del Estado, pero finalmente no ocurrió.
VIP. Con Claudio Tapia, en el palco y en la cocina del fútbol.
Tras el bochorno del empate continuaron las negociaciones para elegir presidente y evitar que la FIFA interviniera la organización local del fútbol. Hasta diciembre de 2015, Spinosa fue tesorero de la AFA y luego fue reemplazado por Lammens. En abril de 2016, una reunión en el predio de Ezeiza parecía encaminar un acuerdo: Moyano o Tapia en la AFA y Tinelli a la Superliga. Spinosa fue por el el presidente de San Lorenzo, Daniel Ferreiro, exvicepresidente de Nueva Chicago, representaba a Chiqui con Moyano y Hernán Lewin, de Temperley, como mediador. El pacto estaba sellado hasta que apareció Angelici. En una reunión del Comité Ejecutivo, acusó a Spinosa de haber tomado créditos para lo clubes a tasas exorbitantes y pateó el tablero. Un año después, Tapia llegó a Viamonte.
En 2008, Spinosa perdió las elecciones de Banfield contra Carlos Portell, amigo de Duhalde, que dirigía el club desde 1998. El exgobernador intentó persuadirlo de que liderara una lista de unidad con Portell así él dirigía el club y el otro podía seguir siendo el representante en la AFA, pero se negó. La diferencia fue solo de 24 votos y la oposición denunció fraude.
Con el descenso de Banfield a la B Nacional en 2012, Portell renunció y el 15 de julio de ese año Spinosa ganó las elecciones. Tuvo el apoyo de Gabriel Mariotto, entonces vicegobernador de Buenos Aires, y un año después el Banco Provincia ingresó como sponsor del club. Mariotto asumió como director de Fútbol en 2014 y en las elecciones de 2015 lo secundó como vicepresidente. Ahí el espacio del intendente Martín Insaurralde, con quien tiene un buen vínculo, no presentó lista.
Un año después, se rompió la relación con Mariotto cuando, en una entrevista al diario La Nación, Spinosa cuestionó la continuidad del Fútbol Para Todos, creado por su vicepresidente. "Tenemos que explicarle a la gente que el fútbol no puede seguir siendo gratis", dijo. En mayo, el extitular de la AFSCA presentó su renuncia aduciendo "insaldables diferencias con el presidente". Y agregó: “Me dicen que mi militancia y mi compromiso se vuelven en contra de Banfield, que es perseguido y maltratado porque su vicepresidente es peronista".
Es socio de Valentín Díaz Gilligan, el subsecretario general de la Presidencia Macri que en 2018 tuvo que renunciar cuando el diario El País reveló que tenía una cuenta no declarada en Andorra.
Si bien no se reconoce peronista, Spinosa ha votado por Fernandez y Daniel Scioli, pero no tiene relación con el macrismo, más allá de que el exjefe de Gabinete bonaerense Federico Salvai le ofreció ser candidato a intendente de Almirante Brown, donde vive. Fue uno de los dirigentes que cuestionó la designación de Mauricio Macri en la Fundación de la FIFA y le inició un juicio al Instituto Provincial de Loteria gestión Vidal cuando el organismo eliminó los beneficios que cobraban los clubes por la facturación de los bingos bonaerenses. Banfield tenía la titularidad del Bingo de Lomas, de la empresa Codere, y se quedaba con el 1% de la facturación.
Su única vinculación con el PRO es comercial: es socio de Valentin Díaz Gilligan, vocal de River, que en 2018 renunció a la subsecretaría general de la Presidencia cuando el diario El Pais de Madrid publicó que tenía una cuenta no declarada en Andorra con 1,2 millón de dólares que. No eran de él, dijo, sino una maniobra “para hacerle un favor a un amigo, Paco Casal”. Exjugador y representante, Casal es el “dueño” del fútbol uruguayo con la empresa Tenfield y también de Gol TV. A principios de los 2000, Spinosa le ofreció producir programas de televisión y trabó amistad con él y sus socios, losex jugadores Enzo Francescoli y Nelson “Tano” Gutierrez. Con el excentral la relación es fraternal: es una voz de consulta en materia de derechos televisivos, tema que Spinosa estudia permanentemente, y gracias a él conoció a Pepe Mujica, a quien admira y ha visitado en distintas oportunidades en la mítica chacra que tiene el expresidente en las afueras de Montevideo. Cuando Gol TV desembarcó en la TDA en 2011, muchos vieron en Spinosa al hombre del uruguayo para el negocio en el país, algo que generó preocupación en la AFA, pero que no prosperó.
Cuando se decretó el fin de la Superliga, lo primero que les dijo Tapia a los dirigentes fue que Spinosa iba a ser el nuevo director general de la Liga. Ya contaba con el voto de confianza de Tinelli y sumó el del presidente de la AFA. Una vez que termine la pandemia, será el encargado de coordinar el día a día de la nueva estructura, de administrar el dinero y de escuchar a los dirigentes para que Marcelo pueda comenzar lo que no pudo en 2015.