Con escasas sintonía en sectores productivos, en parte por la herencia económica de la gestión, los sectores ultra del macrismo en la oposición se regeneran en los campos, las chacras y los Zoom de ruralistas conservadores y sojeros en estado de rebeldía tributaria.
Guardan bajo varios cerrojos el contenido de una reunión virtual que expuso en Instagram el más desprejuiciado de los convidados, el ex ministro de Agricultura de la gestión María Eugenia Vidal, Leonardo Sarquis. Esa charla la encabezó el último ministro de Hacienda de Mauricio Macri, Hernán Lacunza, una especie de sobreviviente portador sano de Cambiemos. “Ahí estaban todos los que le pusieron guita al PRO”, relató un dirigente sojero que habló con Letra P sobre esa cumbre en remoto.
El Zoom de Lacunza, Etchevehere y los financistas de Cambiemos.
La postal que puso Sarquis en redes es curiosa. Además de los mencionados, estaba Luis Miguel Etchevehere, exministro de Agroindustria y militante de Cambiemos en las asambleas ruralistas por el país, y su troupe de ex funcionarios: Ricardo “Ricky” Negri, exsecretario de Ganadería; Santiago del Solar, el exjefe de Gabinete de Etchevehere que pide que le agreguen “Dorrego” a su apellido “por ser linaje directo del prócer”; Francisco Gismondi, ex Banco Central (BCRA) exdirectivo en su gestión en Hacienda y actual socio en la consultora Empiria; y José Torello, un joven de la Fundación Pensar e hijo del recaudador de Cambiemos y hombre de íntima relación con Macri.
También apareció allí David Lacroze, el exdirigente de Sociedad Rural (SRA) que financia las aventuras de Etchevehere y que le presta su casa de Villa La Angostura a Macri. Con el expresidente suelen compartir largas tertulias los fines de semana en Los Abrojos. Lacroze saltó a la fama cuando increpó en un avión a la vicepresidenta Cristina Fernández.
Etchevehere, Goldstein, Pino y el exministro Dujovne.
En esa reunión online, además, está el núcleo de una intentona de avanzada política sobre la casa de la dirigencia ganadera, la SRA. Lacroze es el financista de la campaña para que la entidad sea presidida por un ultra, anti peronista y reacio a la política, que reemplace a Daniel Pelegrina, un alineado confeso de Cambiemos pero dispuesto a articular política y medidas con el gobierno de Alberto Fernández.
El frente Movimiento Compromiso Federal irá con Nicolás Pino de candidato, un ganadero con negocios en Buenos Aires y Entre Ríos, que bancó a Macri en 2018, incluso “más allá de las retenciones”. Pino es célebre por haber sido el creador del bono de 500 mil pesos que cobró Etchevehere de la Sociedad Rural antes de pasarse a la función pública.
“Es el candidato ideal para plantarse ante el peronismo, les tiene odio visceral”, contó a este portal alguien que lo conoce bien de cerca. En un comunicado viralizado por WhatsApp, la facción de Pino-Etchevehere avisó que, por más pandemia que haya, necesitan que la entidad tenga otro perfil y plantee las necesidades. “Que haya un cambio”, resumen. Por eso, presionan para que haya elecciones aún con el coronavirus acechando.
Detrás de Pino hay otro financista de Cambiemos, el titular de Brangus, Martín Goldstein. El hombre en cuestión fue el mayor aportante a la campaña de Macri, con 3,5 millones de pesos que sacó de su propio bolsillo. Su empresa, Cleanosol, fue allanada el año pasado en el marco de la causa de los Cuadernos de la corrupción, por supuestos sobornos a funcionarios K para participar en la obra pública.
Goldstein tiene un vínculo muy cercano con Etchevehere y muchos lo apuntan como uno de sus operadores. Tanto Goldstein como Lacroze son terminales directas de Macri y cuentan que Etchevehere no da un paso sin el aval del expresidente. Historias de la rama más radical y menos negociadora de una fuerza en plena reconversión obligada.