CRISIS POR CORONAVIRUS

El límite de la maquinita: las alertas de Guzmán para revisar la cuarentena

El ministro de Economía le planteó al Presidente un esquema de apertura con preservación sanitaria. Advirtió que es necesario frenar la emisión y el aumento del déficit. Las medidas.

Abierta la cuenta regresiva de la negociación con acreedores privados, el ministro de Economía, Martín Guzmán, empezó a aplicar una visión más global sobre las variables económicas. Cada vez más en contacto con el presidente Alberto Fernández, le planteó el fin de semana que es necesario “cambiar el abordaje” de la pandemia para encarar una salida ordenada y segura de la cuarentena.

 

Se trata de un programa con estrictos protocolos sanitarios que incluye, además, medidas de reactivación, pero que corre el foco del rol que tuvo hasta ahora el Estado: el ministro le alertó al Presidente que “hay un límite” en lo que puede financiar el Estado y que, por eso, tiene que activarse la rueda económica con las precauciones del caso.

 

Ya en otras oportunidades, el propio Fernández había dado señales de los peligros de usar la emisión monetaria como herramienta única en la pandemia. En las últimas horas, en una mesa en la que también estuvo el titular del Banco Central (BCRA), Miguel Pesce, el ministro fue claro sobre el fin de la maquinita. En ese contexto, los funcionarios repasaron que el Estado destinó un 1,7% de su PBI en asistencia el mes pasado y que “habrá otro tanto en mayo”. Y que eso “no puede durar mucho más”. Esta posición del ala económica explica, en parte, el viraje de Fernández en la consideración de empezar a abrir por sectores, por provincias y, de paso, compartir el costo político de esa apertura con los gobernadores y los intendentes.

 

 

Guzmán y Fernández instruyeron a Pesce para que trabaje “en un país con una economía basada en los pesos”. “Hay que olvidarse de los dólares y las tasas altas, hay que pensar en pesos”, expresaron, según reconstruyó Letra P. A tales fines, el BCRA iniciará conversaciones con los bancos para que diseñar un esquema de créditos en pesos. Los créditos de la reconstrucción, les dicen.

 

 

 

La visión de Guzmán casi que coincide con algunas de las charlas que vino teniendo Fernández con sectores industriales de la UIA. Los empresarios reclaman que la asistencia sea circunstancial y muchos ya trabajan con protocolos propios que le llevaron al Presidente a Olivos. De hecho, en la mesa del fin de semana, se sugirió que los infectólogos y epidemiólogos que asesoran al jefe de Estado trabajen más en protocolos seguros de apertura paulatina que en diagnosticar hechos pasados de la curva de los casos.

 

Guzmán no quiere una salida a los Bolsonaro o estilo Bérgamo, la ciudad que concentra la mayor cantidad de casos de Italia, sino “protocolizar cómo trabajar, pese a la continuidad de la emergencia sanitaria”. El ministro tiene claro que, si el coronavirus se extiende, “tendremos que adaptar las formas de relacionarnos y de producir a esta nueva realidad para poder cuidarnos al mismo tiempo que producimos y garantizamos la estabilidad social”.

 

 

Pesce. Le exigen al BCRA un rol activo en el vínculo con los bancos.

 

 

La idea de Guzmán no parece aislada en el universo del Gobierno. El ministerio de Desarrollo Productivo tiene apuntados cambios generales que se vienen en el marco de la salida de la cuarentena: habrá un comercio de mucho menos volumen físico en locales y un desarrollo exponencial del comercio online; todo, en el marco de un esquema de transporte que se evitará sea público en grandes cantidades, facilitando el uso de autos particulares y transportes directos a fábricas y comercios que estarán a cargo de las propias empresas.

 

Toto Caputo.
Federico Sturzenegger, asesor de un comité del FMI

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