Frente al presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y gobernadores oficialistas y opositores, el ministro de Economía, Martín Guzmán, presentó la propuesta argentina para la reestructuración de deuda con tenedores privados de bonos, que implica un período de gracia de tres años, una reducción de capital de 3.600 millones de dólares y otros 37.900 millones en el pago de intereses.
Según lo expuesto por Guzmán, esos montos representan un 5,4% de quita sobre el capital y un 62% sobre el total de los intereses de la deuda en negociación, que acumula casi 69.000 millones de dólares.
"Argentina empezaría a pagar en 2023", anunció el ministro en la Quinta de Olivos, donde se reunieron los gobernadores y la primera plana del gobierno nacional. Guzmán explicó que la propuesta plantea "más reducción de intereses que de capital" y una tasa de interés inicial de 0,5% "hasta niveles sostenibles".
Por su parte, el presidente Fernández respaldó las palabras del ministro y dijo que el Gobierno se propuso hacer "o mismo" que hizo él con Néstor Kirchner en 2003. "En aquel momento estábamos en un default explícito, ahora estamos en una suerte de defaut virtual", dijo.
El Presidente le agradeció especialmente por su presencia al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, a los gobernadores de la oposición y a los mandatarios peronistas "por acompañar siempre". "Nos propusimos que el pago de la deuda no suponga más postergaciones para la Argentina", dijo.