La legisladora bonaerense por el Frente de Todos Agustina Propato analizó la crisis social y económica que enfrenta la gestión del gobernador Axel Kicillof y puso el acento en los índices de pobreza que se registran en el AMBA y en el déficit sanitario que heredaron del gobierno de Juntos por el Cambio. “Verdaderamente asumimos con un diagnóstico muy complejo”, resumió. Y reconoció que les preocupa “las tensiones que se pueden generar en el conurbano bonaerense”. Además, en entrevista con Letra P, la exfuncionaria del Ministerio de Seguridad de la Nación durante el gobierno de Cristina Fernández y esposa del ministro de Seguridad Sergio Berni se refirió a los casos de violencia institucional por parte de la Policía de la provincia de Buenos Aires y dijo que privilegiarán el respeto por los derechos humanos.
-¿Cómo evalúa el desempeño del gobernador frente a la pandemia?
-Ha reaccionado muy bien, a tiempo y con decisiones muy claras. Fortaleciendo muchísimo los distritos, sobre todo respecto a los sistemas de salud, para prepararnos lo mejor posible para una situación bastante imprevisible. Transfiriendo recursos a los distritos para la provisión de insumos hospitalarios y también desde la seguridad alimentaria. Un tema que nos preocupa.
-¿Qué panorama ve?
-Asumimos con un diagnóstico muy complejo que se recrudeció en el marco de la pandemia. Encontramos la provincia de Buenos Aires con un grado de pobreza muy alarmante: 40% de los bonaerenses por debajo de la línea de la pobreza. En el conurbano, el 60% de los chicos está por debajo de la línea de la pobreza.
-¿Dice que el gobierno de Vidal tiene parte de la responsabilidad?
-La provincia de Buenos Aires post María Eugenia Vidal es una provincia devastada, en la que no hace falta apelar a ninguna posición ideológica para describirla, porque la dejó exponencialmente endeudada. Vidal multiplicó por cinco la deuda que recibió al asumir. Además, esa deuda la tomó en un 80% en moneda extranjera. Solamente en este año en curso había que pagar 220 mil millones de pesos que era exactamente el doble de la deuda total que ella encontró al iniciar la gestión.
- ¿Aun así hay posibilidad de cerrar la grieta?
-La única grieta que reconzco es la que pone de un lado a los que tienen la posibilidad de vivir una vida digna y deja a los demás en una situación complicada, porque no tienen trabajo, no pueden comer bien y no tienen las mismas posibilidades. Esa es la grieta que hay que cerrar. La voluntad del gobernador es cerrar esa grieta y trabajar para igualar las oportunidades.
-¿Qué pueden aportar desde el legislativo para cerrar esta brecha?
-Presentamos un proyecto para proteger a un sector que está del lado más vulnerable de la grieta. Por eso proponemos que se excluya del registro de obra pública de la provincia de Buenos Aires a quienes realicen despidos o suspensiones injustificadas en este contexto de emergencia.
-¿Teme que en ese marco de inequidad se disparen conflictos sociales en el cornubano?
-No tengas ninguna duda que nos preocupa la situación de las tensiones sociales que se pueden presentar, sobre todo en el conurbano bonaerense. Sabemos que hay muchos bolsones de pobreza, pero tanto el gobierno provincial como el nacional están haciendo esfuerzos muy grandes desde lo económico para paliar esta situación. Y no sólo a estos sectores, sino también a las pequeñas y medianas empresas. Todas medidas tendientes a disminuir la tensión social.
-¿Qué opina de los casos de represión policial como el de Quilmes?
-Tenemos un ojo muy agudizado respecto a las distintas situaciones que se han presentado y en cada una de ellas se ha actuado inmediatamente en la exoneración de cada uno de los efectivos que han incurrido en casos de violencia institucional. Es un tema que no es exclusivo de situaciones de emergencia. Bajo ningún punto de vista vamos a convalidar ningún tipo de conducta fuera de lo que es el respeto claro a las políticas de derechos humanos y el ejercicio de llevar adelante un servicio público como lo es ser policía.