Como era de esperar, el estado de situación de la deuda bonaerense fue uno de los trazos gruesos del discurso de apertura de sesiones que pronunció este lunes el gobernador Axel Kicillof en la Legislatura. Se encargó de exhibir un fuerte alineamiento con la estrategia que en ese sentido despliega el gobierno encabezado por Alberto Fernández, a la vez que vaticinó que habrá fondos de inversión tenedores de títulos públicos de la Provincia que pondrán palos en la rueda en el cometido del Ejecutivo bonaerense por reestructurar la deuda por la que, nuevamente, cargó las tintas contra la administración de María Eugenia Vidal por el voluminoso endeudamiento en moneda extranjera.
“La estrategia de la provincia está absolutamente coordinada con la estrategia nacional. Y no puede ser de otra manera”, se encargó de enfatizar Kicillof, y remarcó que “el problema de la deuda del gobierno nacional, cuando encuentre una solución, va a ser parte de la solución para la provincia de Buenos Aires. Estamos juntos con Alberto, con (el ministro de Economía nacional, Martín) Guzmán, trabajando para salir de una situación dramática en términos de deuda”. Así, puso “en consonancia con el Gobierno nacional” la estrategia de reestructuración.
Al recordar el intento fallido por posponer para mayo el segundo tramo de amortización del bono BP21 que finalmente pagó en febrero, Kicillof aclaró: “Más del 50% aceptó y un fondo tomó el liderazgo por el 25% y bloqueó la propuesta. No fue un éxito ni un fracaso, hicimos un pedido y encontramos la respuesta que todos conocemos. No quisieron colaborar”, arremetió en alusión al fondo de inversión Fidelity. Con esa experiencia, el mandatario vaticinó: “Va a haber fondos que no van a querer colaborar, que no lo entiendan o que estén jugando en varias canchas”.
El proceso de reestructuración de la deuda destacado por el gobernador en su discurso será complejo. Un indicio de esto fueron las frustradas negociaciones tendientes a postergar el pago del segundo tramo de amortización del bono BP21. Pero también se deja traslucir en el fuerte crecimiento de la deuda en manos de bonistas internacionales. En 2015, el 48,4% del total del stock estaba en manos de acreedores internacionales. En 2019, trepó al 68%. “Se dolarizó la deuda y se concentró en mercados financieros internacionales”, apuntó a Vidal aunque, como en los 100 minutos que duró su alocución, sin nombrarla.
Recientemente, el Ministerio de Hacienda y Finanzas había dado a conocer el estado de situación de la deuda pública bonaerense a diciembre de 2019, haciendo un pormenorizado desglose del aumento y cambio de composición del stock de deuda, que se dolarizó fuertemente en los últimos cuatro años (de 57,9% a 83,7%).
“Hoy tenemos una deuda insostenible, como la dejaron es impagable”, apuntó Kicillof. La deuda insostenible fue una marca indeleble de la retórica del nuevo gobierno. En ese sentido, en Hacienda destacan el crudo panorama con un dato: el aumento de los servicios de deuda fue del 636% entre 2015 y 2020.
“Hay que buscar una solución que no ponga en riesgo el aparato productivo de la provincia”, subrayó el gobernador, aunque sin dejar de abrir el paraguas: “Es imposible salir de esto sin que tenga ningún impacto”.