El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, tendrá este lunes su primera apertura de sesiones sin un paro docente encima. Pese al descontento por su oferta salarial rechazada por dos de los tres gremios, el lunes habrá clases. El Frente de Unidad Docente no realizará medidas de fuerzas y el gobierno bonaerense supera un escollo que a priori parecía más amable.
La oferta final del Ejecutivo fue llevar el sueldo inicial de un maestro sin antigüedad de 26.623 a $29.000 y, progresivamente, llegar a junio a una suma de $31.058. En tanto que el salario de bolsillo de un maestro de grado con 24 años de antigüedad pasaría de 35.960 pesos a $39.117 pesos en marzo y a 42.003 en junio próximo. Porcentualmente, la propuesta del Gobierno implica una suba de 8,9% en marzo y 16,6% en junio.
El Gobierno esperaba una aceptación de todos los gremios. Descartaba la voluntad de Suteba y Roberto Baradel por una coincidencia ideológica. En la campaña electoral de Kicillof, el sindicalista, a través de la CTA, dio un apoyo manifiesto a la candidatura del hoy mandatario. Pero Udocba (aliado al camionero Hugo Moyano) y la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) con una sintonía radical por su fuerte injerencia en el interior bonaerense rechazaron la oferta. Udocba fue el primer gremio que dijo que era insuficiente el ofrecimiento, mientras que la FEB fue el último gremio en pronunciarse. Ambas entidades aclararon que no harán medidas de fuerza.
Tampoco le hicieron paro a María Eugenia Vidal, al inicio de su primer ciclo lectivo. Como su antecesora, una de las primeras acciones que realizó el nuevo mandatario fue recibir a los representantes gremiales. Fue el 26 de diciembre. La búsqueda de un diálogo constructivo fue el objetivo. En campaña, el mandatario repetía que había que “mejorar el poder adquisitivo” de los docentes y que nunca iban a ser “los enemigos”.
En la previa a la negociación paritaria, el Ejecutivo reiteraba la complicada situación financiera de la provincia y las deudas declaradas y no declaradas que dejó la gestión anterior. Funcionarios del Gabinete aseguraban que, en caso de que lo consideren necesario, los gremios estaban en su derecho de hacer un paro y que por eso no iban a ser perseguidos.
En la negociación, los enviados de Kicillof lograron sacar de la mesa la cláusula gatillo pese a que era una demanda de al menos uno de los gremios, la FEB. En contrapartida, el gobierno planteó una “cláusula de garantía, mediante la cual convocará a la Comisión Técnica Salarial en caso que la inflación supere el incremento otorgado”.
“Toda la resistencia y la lucha que llevamos adelante hoy se plasma en poder empezar a construir de otra manera. Durante 4 años tuvimos que defender la Escuela Pública, las Organizaciones Sindicales y a los trabajadores y trabajadoras. Orgullosamente podemos decir que el SUTEBA, en conjunto con el Frente de Unidad Docente Bonaerense, pudo resistir por la Escuela Pública, defendiendo los derechos de docentes y pibes”, dijo Baradel una vez votado en plenario la aceptación a la oferta del gobierno de Kicillof.
“Rechazamos la propuesta y propusimos dejar abierta la paritaria mientras inician las clases. No proponemos una medida de fuerza en el primer acuerdo salarial. Es un voto de confianza y lo hicimos con todos los gobiernos”, aseguró el titular de UDOCBA, Miguel Díaz.