En el gobierno de Río Negro hay poca confianza en que la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, resuelva el conflicto con el pueblo mapuche. El estilo de la funcionaria no convence al entorno de Arabela Carreras y le apuntan por cómo decidió contener la situación de las comunidades más radicalizadas, como el lof Winkul Lafken Mapu de Villa Mascardi. Es sabido que el oficialismo rionegrino espera el desalojo en el predio cercano a San Carlos de Bariloche, ratificado por Juntos Somos Río Negro en el Congreso. Los representantes de los pueblos originarios, en cambio, destacan el conocimiento de la antropóloga y enaltecen su aporte para que la mesa de diálogo avance.
Un dato no menor es la decisión del presidente Alberto Fernández, quien escuchó a Carreras luego de un altercado en la ruta nacional 40. Aquella jornada dio un giro este problema de arrastre, que empezó a tratarse en Viedma y continuó en Bariloche por expreso pedido de la Casa Rosada. La aparición de la ministra de Justicia y Derechos Humanos, Marcela Losardo, es parte del plan para calmar la bronca rionegrina con el área de Seguridad.
“Queremos saber qué van a hacer cuando corten la ruta los mapuches”, advirtió un alto funcionario provincial que participó de las reuniones. A lo que apunta es al compromiso que Frederic y Losardo asumieron en la segunda jornada: garantizar el tránsito en la ruta nacional 40, sobre todo en el tramo donde la gobernadora vivió un incómodo momento.
Lo que más preocupa al gobierno rionegrino es la relación con la comunidad originaria de Frederic y del secretario de Articulación Federal de Seguridad, Gabriel Fuks. También, el papel de Magdalena Odarda, exsenadora nacional rionegrina que conduce el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI). Desde el entorno de la jefa provincial surgió un embate contra el número dos de ese organismo, Luis Pilquiman, a quien se lo acusa de respaldar al lof. Esta teoría fue descartada por Odarda y advirtió una operación para desprestigiar al INAI.
Nacionalización
La aparición de Diego Frutos, uno de los propietarios que denuncia al lof Winkul Mapu por ataques en las inmediaciones de Mascardi, inquieta al oficialismo rionegrino. Este abogado es un ferviente militante del PRO e inició una sólida relación con la titular del partido, Patricia Bullrich, exministra de Seguridad cuando asesinaron a Rafael Nahuel y cuando murió Santiago Maldonado en Chubut. Asesora al barilochense Florencia Arietto, quien saltó a la consideración pública por respaldar al expresidente del club Independiente Javier Cantero en su lucha contra los barrabravas y luego de varios cambios de color político se sumó al equipo de Bullrich.
“Es un tema que se empieza a politizar, a nacionalizar. El PRO encuentra estos personajes. Les dan espalda política”, razonan en la Casa de Gobierno de Viedma.
Letra P describió cómo el senador Alberto Weretilneck, conductor político de JSRN, hizo crujir la relación de Carreras con la Casa Rosada ante la movilización de un sector de Bariloche. En una caravana, pretendían llegar hasta la apacible aldea a desalojar los ocupantes del pueblo originario.
Diego Frutos y Patricia Bullrich. Una sociedad que avanza.
Respaldo
Absueltamente contraria es la visión de la Coordinadora Mapuche sobre el rol de Frederic o Fuks. “Lo de Mascardi es un problema racial”, respondieron voceros del Parlamento Mapuche-Tehuelche ante la consulta de Letra P. “La ministra encaminó el diálogo, está capacitada”, insistieron desde la coordinadora, espacio que representa a las comunidades rionegrinas en su conjunto.
Con la muerte del joven Nahuel, en 2017, las mesas de diálogo fueron en aumento. Desde aquella primera reunión en la sede del gremio docente UnTer en Bariloche, hasta las dos últimas, el espacio de representación indígena comparó a los gobiernos nacionales y se inclina por decantación a favor de Frederic. "Sabe y entiende del tema", respondieron.
