Barones del Acero

El Contra: Rocca y su idea fija de guerrear con China

Mientras el Gobierno se acerca al gigante, el mandamás de Techint volvió a pedir medidas para proteger a la producción local frente al avance asiático.

Paolo Rocca tiene una idea fija: el rol protagónico de China en la industria del acero deteriora a las industrias regionales y los países deben establecer políticas proteccionistas para detener a la potencia emergente. Sí: proteccionistas. Lo pidió abiertamente, una vez más, este martes, en el congreso anual de la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero), el evento regional en el que participan los gigantes de la región, como Techint, Arcelor Mittal (controlante de Acindar), Usiminas y Gerdau.

 

América Latina “tiene una oportunidad histórica en un contexto en el cual China, potencia emergente, se está enfrentando a los Estados Unidos, potencia todavía dominante”, dijo Rocca al presentar un panel de intelectuales sobre globalización. La “guerra fría” entre ambas potencias, dijo, “ofrece a América latina una oportunidad de convocar a un desarrollo industrial y un desarrollo de su cadena de valor integrada en una parte dinámica importante”, añadió.

 

Máximo Vedoya, ceo de Ternium, la acerera del Grupo Techint, fue más enfático al dar el discurso inaugural del evento. “La industria de la manufactura en nuestros países tiene una excesiva dependencia de China, que, a base de subsidios, acaparó la producción de insumos, equipos y bienes finales reemplazando producción y trabajo local”, dijo el ejecutivo. Estos problemas, que llevan años, se aceleraron durante la pandemia, indicó.

 


El rol preponderante del acero chino es materia de preocupación de la industria regional y de Rocca en particular desde hace casi una década y va a contramano de las distintas alianzas y acuerdos que firman los gobiernos con Xi Jinping. El tira y afloje es permanente: mientras el presidente Alberto Fernández busca financiamiento para inversiones y tiene el dedo sobre el botón rojo que activaría el swap de monedas del Banco Central, Techint advierte cada vez que puede que China es su rival más importante en la carrera por la industrialización.

 

Hace un año, en la edición previa del congreso de Alacero, Vedoya lo dijo sin medias tintas. "China aparece ofreciendo grandes capitales, como una solución mágica, con inversiones millonarias para los países que necesitan aumentar su actividad económica. Esta supuesta solución tiene una letra chica que nosotros conocemos bien: no genera empleo local para la industria ni valor agregado a largo plazos y artículos de alta tecnología. Latinoamérica vive una fuerte desindustrialización”, sostuvo.

 

El presidente del emporio ítalo-argentino no deja pasar evento público sin pedirles a los gobiernos medidas para detener al gigante. Según datos de Alacero, el 60% del acero mundial se fabrica en China, que envía sus excedentes al resto del mundo a precios tan bajos que es imposible competir. Los gigantes regionales denuncian que los subsidios y bajos costos de producción chinos perjudican a las industrias locales. Rocca, por caso, celebró alguna vez las restricciones que impuso el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, al ingreso de insumos desde ese país.Si bien el Gobierno detiene el ingreso del acero chino con distintas medidas de administración del comercio, en otros mercados Techint sale fuertemente perjudicado.

 

 

Rocca, por Zoom con los barones regionalers del acero.

 

 

Vedoya ponderó las respuestas de los países a la ola de acero chino. “Vimos que el mundo no se quedaba de brazos cruzados. La guerra comercial entre Estados Unidos y China, la implementación de la sección 232 en el acero (las restricciones de Trump al ingreso de ese insumo), las medidas de defensa de la Unión Europea, los mecanismos de control en algunos países de América Latina y la renegociación del NAFTA, ahora T-MEC, son una respuesta a esta problemática y muestran las debilidades de la OMC (Organización Mundial de Comercio) para mediar en una solución efectiva y de largo plazo”, dijo el ejecutivo de Ternium.

 

Los acereros pugnan por una mayor regionalización que permita establecer cadenas de valor locales y un abastecimiento a las industrias automotriz, de electrodomésticos y de la construcción de forma regional.

 

“En el intercambio comercial que tenemos con China, exportamos principalmente materias primas como soja, petróleo y minerales y, en contrapartida, recibimos productos de alto valor agregado”, dijo Vedoya. Para Alacero, la región tiene un déficit comercial con la potencia asiática, en el rubro metalmecánico, de 90.000 millones de dólares. “Esto representa más de 5,3 millones de empleos entre directos, indirectos e inducidos que se perdieron en la región”, dijo el ceo de Ternium.

 

RECUPERACIÓN. Los ejecutivos de toda la región destacaron, sin embargo, la “recuperación en forma de V” de la economía, luego de los meses de encierro producto del coronavirus. Hubo un doble efecto, dijo Raúl Gutiérrez, ceo de la mexicana Deacero. “Vino una recuperación muy fuerte y, como antes se registró una baja generalizada de inventarios que se exageró, ahora se están recomponiendo”, sostuvo.

 

En el país, Acero Argentino registró en octubre una producción de laminados de 392.500 toneladas, que representó un crecimiento del 21,4% desde septiembre y una caída de “apenas” 1,7% anual. La de acero crudo, en tanto, totalizó 382.200 toneladas, con un incremento del 6,9% desde septiembre y del 0,1% interanual. Las mejoras fueron generalizadas, indicaron: mayor demanda de la construcción privada, la industria automotriz, los electrodomésticos, la metalmecánica asociada a la maquinaria agrícola y el sector petrolero.

 

Más allá del “brote verde” local, los barones del acero apuestan más a la recuperación de Brasil que a la de nuestro país. El ceo del poderoso grupo ArcelorMittal, Jefferson De Paula, lo dijo sin rodeos: “Para el año que viene, siento más optimismo con Brasil que con Argentina”.

 

Sergio Massa.
Fernández y Massa en Mendoza. De economía, ni media palabra.

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