A diferencia de los números del segundo trimestre del año, que daban cuenta de un drástico derrumbe de la actividad industrial en la provincia de Buenos Aires a raíz de la cuarentena, los primeros datos relativos a la segunda mitad de 2020 exhiben indicadores negativos, pero menos profundos, a partir de lo cual se deduce una desaceleración de la caída atada a la crisis por coronavirus. De acuerdo a datos recientemente publicados por la Dirección de Estadística bonaerense, mientras que en abril y mayo el Indicador Sintético de la Industria Manufacturera provincia reflejaba caídas interanuales del 36% y 30% respectivamente, en julio el descenso fue del 5,4% en comparación al mismo periodo del año anterior.
Este repunte vino acompañado de la apertura de actividades, aunque en algunos sectores neurálgicos de la industria bonaerense, como textiles y cueros y metales comunes, los números en rojo persisten. En éste último bloque, solo en julio el derrumbe fue del 28,7%, acumulando una baja del 28,8% en lo que va de 2020. En textiles y cueros, en julio la caída fue de 28 puntos, con un acumulado del 34,6%.
También, en julio siguieron en baja los bloques de Refinación de petróleo (-13,5%); Máquinas y equipos (-12,5%); Alimentos y bebidas (-4,0%); Papel y cartón (-18,2%) y Vehículos automotores (-12,2%). Mientras que el resto de los bloques presentaron subas: Productos químicos (27,5%); Caucho y plástico (13,8%); Tabaco (74,9%) y Minerales no metálicos (0,3%).
En lo referente a metales, el informe de la Dirección de Estadística provincial destaca la caída en la producción de tubos de acero sin costura. De acuerdo con la Cámara Argentina del Acero, la producción de tubos sin costura continuó operando alrededor del 20% de su capacidad; lo que se vincula con la disminución en la movilidad global que impactó en el consumo de combustibles y la baja perforación en los yacimientos locales que se mantienen con una mínima actividad. Otros sectores a los que se destinan los productos del bloque, como construcción e industria automotriz, si bien muestran signos de recuperación, aún están lejos de alcanzar valores normales de demanda. Mientras, señalan que los sectores de la agroindustria, maquinaria agrícola y línea blanca sostienen el consumo de acero.
En julio, la producción de textiles y cueros presentó una disminución interanual de 28,0% y acumuló una baja de 34,6% durante enero-julio de 2020, respecto a igual período del año previo. Todas las actividades que conforman el bloque registraron caídas, destacándose el descenso en la confección de prendas de vestir. Es importante remarcar que a las restricciones que enfrenta el sector desde el lado de la producción se suman las dificultades para colocar a la caída de la demanda.
La producción de alimentos y bebidas registró en julio una caída de 4,0% respecto a igual mes de 2019 y acumuló un descenso de 2,6% en los primeros siete meses de 2020. Las principales incidencias negativas se presentaron en la elaboración de sodas y aguas, bebidas gaseosas, aceites y grasas vegetales y carne bovina. No obstante, se registraron subas en la elaboración de pescado y productos de pescado, productos de panadería, alimentos para animales, leches y productos lácteos, cervezas, galletitas y molienda de trigo.
El bloque vehículos automotores mostró en julio una caída de 12,2%, con respecto al mismo período del año anterior, acumulando una merma de 35,7% durante enero-julio de 2020. De acuerdo con información de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), las unidades producidas de automóviles en la provincia de Buenos Aires se redujeron en julio 31,8% respecto al mismo mes del año previo, al tiempo que la producción de utilitarios se contrajo 15,9% en el mismo período. Con relación a las ventas en el mercado interno, los patentamientos registraron en el séptimo mes del año una caída de 43,5% a nivel provincial alcanzando las 8.362 unidades patentadas. En cuanto a la demanda externa, la provincia exportó en julio 8.472 vehículos automotores, con una baja de 36,5% con respecto a 2019.
En julio, el bloque productos químicos presentó un incremento de 27,5% interanual. Con la suba del mes bajo análisis logró revertir la baja acumulada, y promedió para 2020 un aumento de 1,2%. La principal incidencia positiva se observa en la categoría “resto de productos químicos” donde el fuerte impulso provino desde la producción de plásticos en formas primarias y caucho sintético.
No obstante, dado que en julio de 2019 se realizaron paradas de planta por mantenimiento y falta de materia prima, la importante suba interanual responde en buena medida a la baja base de comparación. Asimismo, la fabricación de abonos y fertilizantes como la fabricación de productos cosméticos y de higiene y tocador experimentaron subas interanuales.