-¿Qué lectura hizo de la carta de la vicepresidenta?
-Es de apoyo al Presidente. Se hizo una interpretación muy simplista en los medios que permanentemente quieren buscar la división dentro del FdT. Hubo mucho revuelo por esa parte en la que ella habla de aciertos y errores. Es algo que expone desde su experiencia y es que, independientemente de los aciertos y errores, cosa que nosotros reconocemos permanentemente, porque puede haber errores y podemos corregirlos y puede haber cosas funcionan y otras que no, la crítica que recibimos no es a eso, sino a la orientación política del Gobierno. Es, básicamente, porque somos peronistas.
-¿Aclarar que quien gobierna es Alberto Fernández en una semana tan difícil para el Gobierno no es meterle presión?
-No, todo lo contrario. Lo que dice es “nosotros somos parte del Gobierno, pero el que toma las decisiones es el Presidente”. Está contestando a esto que se escribe desde el año pasado, que la que toma las decisiones es ella y poco menos que Alberto lo mira desde Olivos. Aclara lo obvio, que el Presidente toma las decisiones. Hay una complementariedad con Cristina, obviamente, y con otros actores del Frente de Todos, pero fundamentalmente con ella por la experiencia y por el volumen político que tiene.
-La ausencia de Cristina y la de Máximo Kirchner en el acto del homenaje a Néstor Kirchner también fueron leídas como un desaire.
-Para nada. Responde a temas de la vida privada. Son situaciones muy emotivas. No hay que hacer lecturas políticas ahí. Son personas que tienen su sufrimiento, su duelo, sus momentos de reflexión íntima. No todo es público.
-¿El estado de la coalición es el mismo que tenía cuando arrancó el Gobierno?
-Es más robusto todavía. Si uno mira el 17 de octubre contra el 17 de octubre del año pasado, hay más gobernadores, más espacio de los movimientos sociales, más sindicatos. El Frente de Todos creció.
-¿Encontró su identidad?
-Sí. Desde su constitución marcó una identidad propia. Incorporó actores diversos porque no solo buscaba ganarle al macrismo, sino abrazar una agenda ciudadana e incorporarla a la política. Todos esos desafíos fueron constitutivos y de esta instancia del ejercicio del liderazgo de Alberto, que es consensual, que promueve el debate y la discusión. La discusión de la identidad viene desde la constitución del frente. El diálogo democrático se puede exhibir como testimonio.
-¿A la hora de ejercer el poder, esa heterogeneidad no complica?
-No. Somos un frente diverso y esa diversidad nos permitió abarcar una mayor cantidad de opiniones, ideas y trayectorias, pero también de demandas sociales que existen en nuestro país. La unidad en la diversidad permitió un resultado electoral y también permite nutrir una agenda de gobierno con ideas distintas y debates. Lejos de ser una debilidad, es una fortaleza.
-Algunos empresarios dicen que el gran problema es que no queda claro dónde está la toma decisiones. ¿Qué opina?
-Hay un equipo de colaboradores que designó el Presidente. Eso es una simplificación de una parte de la oposición o de la sociedad que todavía no acepta el resultado electoral, que el FdT se impuso y que su método de construcción es abarcar todas las agendas. Es una discusión más de sesgo ideológico. Hoy todos saben que la toma de decisiones es permanente desde el Poder Ejecutivo.
-El Gobierno abre permanentemente el diálogo. Sin embargo, por algún motivo, el mercado da muestras de que no termina de tener confianza.
-La confianza del sector privado se determina en la toma de decisiones con respecto a inversiones y viene habiendo muchísimas inversiones. Las han anunciado con el Presidente, desde Peugeot hasta una inversión de 700 millones de dólares de una destilería de Shell. Obviamente, hay un contexto de pandemia, de muchas dificultades, pero hay un aprendizaje en todo este tiempo: ninguna sociedad va a realizarse sin el sector privado y sin el Estado. Ese aprendizaje está, no solo de parte el Gobierno, sino de toda la sociedad. Cuando el Gobierno anterior hacía mucho hincapié en que solo el sector privado podía brindar bienes y servicios, lo único que hizo fue generar más pobreza y desigualdad. El sector privado sabe eso.
El plan económico es el Presupuesto 2021, ahí está todo lo que necesitan. Se vota en el Congreso.
-En los últimos días se habló mucho sobre la necesidad de hacer cambios en el gabinete...
-Pero esos supuestos cambios ya son con nombres marcados. Hay analistas que dicen cómo deberían ser los cambios, con qué personas, hombres y mujeres de la política, probablemente de otros espacios. No tiene asidero.
-Dicen que el cargo del jefe de Gabinete viene con las ganas de destituirlo. ¿Es así?
-Siempre. Hace más de siete meses que permanentemente hay alguien con el dato justo de que yo me estoy por ir. En algún momento, seguramente le van a pegar, pero no hay tiempo para detenerse en eso. A nosotros nos votaron para otra cosa. A Alberto y a Cristina los votaron porque se comprometieron a cambiar las prioridades, no porque se hayan comprometido a poner a uno u otro funcionario. Todos nosotros estamos de paso. Los que tienen los votos, la legitimidad popular y la legitimidad política en nuestro frente son Alberto y Cristina.
"La economía argentina se rige por el dólar oficial. Los otros generan clima, no podría negar eso, pero el impacto de la economía real es sobre el dólar comercial."
-¿El dólar es lo que más preocupa?
-No, la pandemia.
-El aumento del dólar genera problemas y, por ejemplo, empieza haber faltante de productos o de precios de referencia.
-Ya lo explicamos varias veces: la economía argentina se rige por el dólar oficial y es el que impacta sobre las reservas.
-Pero los dólares paralelos generan presión.
-Generan un clima. Los precios se rigen por el dólar oficial. Esto ya lo vimos cuando asumió Mauricio Macri en 2015 y su equipo económico dijo que la economía argentina se regía por el dólar paralelo. Entonces, si levantaban los controles, no iba a haber traspaso a precios. Tuvimos 40% de inflación después de que hicieron eso. Quedó demostrado que la economía argentina se rige por el dólar oficial. Los otros generan clima, no podría negar eso, pero el impacto de la economía real es sobre el dólar comercial. Hay una instancia de clima económico que presiona sobre la economía real y genera especulación sobre si va a haber devaluación. Ya dijimos que no, que la evolución del tipo de cambio es la que sigue con respecto a la inflación.
-Hace algunos días, un grupo de acreedores dijo que Argentina necesita estabilidad y un plan económico...
-El plan económico es el Presupuesto 2021. Ahí está todo lo que necesitan. Se vota en el Congreso.
-¿El acuerdo con el FMI podría descomprimir la tensión que hay en el mercado?
-Así como negociamos con los bonistas, vamos a hacerlo con el FMI, defendiendo los intereses del país. No encuentro razones para ver ese nivel de descreimiento. Hay tres factores principales en cuanto a la previsibilidad económica. Primero, era si íbamos a entrar en default. Reestructuramos la deuda. El segundo, entablar una negociación con el FMI. Lo estamos haciendo. Tercero, el Presupuesto. En el Presupuesto está todo: de cuánto va a ser el déficit, cómo va a financiarse, las expectativas de crecimiento... Estamos alejando esas incertidumbres económicas. Ahora bien, hay otra incertidumbre generalizada que no tiene que ver con el Gobierno, sino con la pandemia, y es una incertidumbre global.
-¿Por qué el Gobierno tiene que salir a desarmar constantemente, por ejemplo, la idea de que no tiene sesgo antiempresa?
-A veces hay que explicar lo obvio, pero vamos a hacerlo. Dicen que quien distorsiona eso es la figura de la vicepresidenta y resulta que en 2015 Cristina dejó un gobierno desendeudado, que tenía tensiones económicas, obviamente, producto de un montón de cuestiones, como que su principal socio, Brasil, estaba en recesión hacía años. Tuvo dificultades, pero dejó un país desendeudado, en crecimiento, con baja desocupación. ¿Eso genera incertidumbre?
-¿Cómo se imagina las negociaciones por las listas en 2021?
-Falta, pero siempre con tensiones, porque siempre sucede. Esta no va a ser la excepción, pero es importante porque eso quiere decir que hay muchos compañeros y muchas compañeras que quieren aportar a este proyecto político.
-¿Cómo van a definirse? ¿Entre Alberto y Cristina? ¿Con los gobernadores?
-Siempre hay dos formas. Una es el consenso, donde se trata de tener equilibrio entre todas las fuerzas que forman el Frente de Todos. Si no, en internas. Las dos opciones son válidas.
-¿El Gobierno está pensando en suspender las PASO?
-No, el cronograma continúa siendo el mismo hasta hoy. Lo que agrega incertidumbre es la pandemia y, si uno tiene que decir qué va a pasar el año que viene, no lo puede decir. Cómo vamos a estar en julio, agosto, no lo sabemos.
-¿Depende de la vacuna, entonces?
-De la vacuna y de la distribución de la vacuna.
-O sea que no se suspenderían porque son muy costosas.
-No, está más vinculado a la cuestión de la incertidumbre que agrega la pandemia.