La victoria de la elección 2019 le sirvió a la agrupación que integra el Frente de Todos para avanzar en el trasvasamiento generacional y ocupar lugares en segundas líneas de ministerios provinciales. Además de las caras visibles ya conocidas, asoma detrás un núcleo de militancia más joven que es la muestra de que La Cámpora sobrevivió al macrismo, pobló subsecretarías y direcciones en el organigrama provincial y tiene peso propio para seguir ganando terreno en la estructura oficialista, discutir en la próxima negociación interna: el armado de listas legislativas 2021.
Además de Méndez, Larroque también delegó en jóvenes la dirección de Atención Primaria. Designó a Santiago Fidanza, que mantiene un rol activo en la negociación de la toma de Guernica e incluso dando entrevistas, algo difícil de imaginar años atrás. Acaso por su afianzamiento en la estructura estatal, hoy La Cámpora se muestra un poco más abierta. Fidanza hizo su base de militancia en San Miguel y tiene 30 años de edad.
Una obviedad: la Dirección de Juventudes provincial también está en manos de una joven. Es Ayelén López, otra militante camporita que pertenece al sector del “Cuervo”. Con 28 años, López dirige un área que interviene sobre una población que abarca a 4 millones de personas. “La juventud no sólo se desarrolla en términos culturales o deportivos, creemos que en los últimos cuatro años, los jóvenes han sido muy golpeados en general y necesitábamos ir hacia políticas dinámicas y de contención que vuelvan a ponerlos en el centro de atención de un Estado presente. Nosotros nos formamos durante el kirchnerismo: sabemos lo que es sumar derechos”, explicó en una entrevista a Página/12. Uno de los desafíos que tiene por delante es la creación de una ley provincial de juventudes.
Agustina Goncalvez, la directora del programa Provincia Solidaria, o Bruno Bozzano, a cargo de la dirección de Soberanía Alimentaria, son otros ejemplos. Como Larroque, la diputada Florencia Saintout también abrió el juego para que La Cámpora tenga rodaje de segunda generación: por ejemplo, Martina Bramajo, la relatora de la comisión de Mujeres que preside Saintout en la Cámara baja, tiene 20 años.
La Cámpora también tiene bancas propias en la Legislatura bonaerense. En el cierre de listas 2019 también hubo un paso hacia el trasvasamiento. La inclusión de Micaela Olivetto, 27 años y diputada por el Frente de Todos, o Ayelén Durán, de 31, y ocupando una banca oficialista en el Senado, también son muestra de que la organización no se agota en la mesa de conducción que tiene a Máximo Kirchner(43), Eduardo de Pedro (43), Fernanda Raverta (43), Mayra Mendoza (36) o Luana Volnovich(41), todos, en los principales cargos políticos del país.
En las elecciones 2019, La Cámpora también testeó la adhesión propia con candidaturas locales en el interior bonaerense. Constanza Alonso (31) fue candidata a intendenta de Chivilcoy; Sol Fernández (33), lo mismo pero en General Villegas. No ganaron, pero siguen en carrera.
2023. Así como Kicillof tendrá injerencia y podría poner funcionarios de su entorno en alguna boleta, La Cámpora -a través de la determinación de Máximo K- también se alista para reservar casilleros.
En el medio, el PJ –en la figura de los intendentes, sobre todo del conurbano- y el Frente Renovador de Sergio Massa intentarán retener las bancas que ponen en juego. A la espera de esa negociación, La Cámpora foguea a su segunda generación: si no es en 2021, será 2023.