La Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso aprovechó el reciente beneficio sobre las retenciones que el Gobierno le otorgó a las agroexportadoras de la industria aceitera para exigir una recomposición salarial y presiona con una huelga nacional. Las cerealeras del polo exportador nucleadas en la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) rechazaron el aumento y le hacen un tiro por elevación al Ejecutivo que lidera Alberto Fernández para que intervenga al alertar que si se frena la actividad, también lo hará la liquidación de dólares que tanto necesita para las reservas del Banco Central.
El gremio aceitero quiere activar la cláusula de revisión salarial prevista para el mes de agosto y que fue firmada en el acuerdo paritario del 30 de abril donde se otorgó un 25% de aumento. La cámara empresarial sostiene que como la inflación no superó ese porcentaje, no corresponde ninguna suma. “En mayo se pactó el aumento y se aclaró que en caso que la inflación 2020 superara el 25%, las partes se reunirían nuevamente. Esto no ocurrió”, afirmaron.
En cambio, la Federación toma como referencia la última Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC que sostiene que una familia necesita $ 81.670 para asegurar el acceso a esos derechos esenciales, lo que representa un 20% más del salario inicial del Contrato Colectivo de Trabajo de la actividad que hoy es de $ 68.678. Ese es el fundamento para compensar.
No parece casual el momento en que la Federación elige retomar la discusión. Más allá de la pérdida de poder adquisitivo de los últimos meses, uno de los argumentos que empuña el gremio es la baja de retenciones que le otorgó el Gobierno para que puedan liquidar el stock de granos de los productores y engrosar las reservas.
“Estas empresas, históricas ganadoras del modelo agroexportador, han sido recientemente beneficiadas con las medidas del gobierno nacional, percibiendo una transferencia de cientos de millones de dólares que se suma a su ya extraordinaria rentabilidad. Pero en vez de dar el ejemplo, aumentando salarios para reactivar la economía, se niegan a negociar”, sostiene el comunicado de la Federación.
En tanto, la Ciara también recurrió a la baja del diferencial de la materia prima procesada (aceite, harina, pellets) para abrir la discusión e incluso para enviarle un mensaje al Gobierno para que intervenga. Le recordó, sin vueltas, que el paro afecta el ingreso de dólares que ellos generan. “La industria aceitera es central para la recuperación del país. El Gobierno tomó medidas para incentivar las exportaciones del sector y el paro sindical las neutraliza, en un momento en el que el país necesita de las divisas para atravesar la crisis”.