La onda expansiva que ocasionaron las duras derrotas de Cambiemos en Santa Fe y en el plano nacional no se detiene. En la Legislatura de la provincia que a partir de diciembre gobernará el peronista Omar Perotti, el bloque liderado por el PRO se rompe. Dos legisladores ya avisaron que armarán rancho aparte y confían en poder arrastrar con ellos a otros dos. La decisión forma parte de la disputa interna por el control del partido que se abrió tras la debacle, y esmerila a su presidente y espada de la Casa Rosada en tierras santafesinas, Federico Angelini. “Nunca hay reuniones, el bloque no funciona ni para adentro ni para afuera”, graficó a Letra P uno de los legisladores en fuga sobre el actual funcionamiento del espacio.
Germán Mastrocola y Sergio Más Varela ya tomaron la decisión de abandonar el bloque “Cambiemos Santa Fe” que comparten con sus pares Raúl Fernández, Demetrio Álvarez y el presidente del PRO provincial, Angelini. El bloque se completa con otros cinco legisladores divididos en tres espacios: Unidad PRO, el partido Fe y el ala reutemista Federal.
Los dos en fuga indicaron que sumaron -“de palabra”- el aval de Fernández y apuestan a lograr lo mismo con Álvarez. La movida quita peso y esmerila el poder de Angelini, además de recrudecer las heridas sin cicatrizar que en las filas amarillas dejaron los paupérrimos resultados en las elecciones locales y nacionales.
Como publicó Letra P, Angelini es para la Casa Rosada una suerte de mini caudillo PRO, de los pocos que quedarán en las provincias a partir de diciembre. Es un hecho que será diputado nacional, pero deberá enfrentar un frente de tormenta interno, en su provincia.
Los diputados rupturistas forman parte de un grupo de dirigentes que empujan para que el nuevo líder del partido sea el concejal rosarino Roy López Molina, otrora ladero de Angelini.
Los diputados tienen que ingresar la presentación formal a la Legislatura la semana próxima. Si bien el nombre del nuevo espacio no está definido, este medio pudo saber que la sigla contendrá la palabra “Más”.
“No implica que nos alejamos del espacio, es un reacomodamiento en la Cámara que nos va a permitir funcionar mejor, más tranquilos y siendo parte de un grupo más consolidado”, dijeron los diputados en fuga.
En la Buenos Aires de María Eugenia Vidal sucede algo parecido. La estrepitosa derrota por una diferencia de 18 puntos a manos de Axel Kicillof (Frente de Todos) hace crujir el armado oficialista en la Legislatura: el peronismo en Cambiemos ya plantea armar un bloque aparte. En tanto que los radicales, pese a que no sacarán los pies del plato, avisan que no aceptarán verticalismo PRO.