Las gestiones dieron sus frutos. Una semana después de haberse reunido con los gobernadores del peronismo en Buenos Aires,Alberto Fernández consiguió la foto que le faltaba. Tras varias semanas de negociaciones, el candidato presidencial del Frente de Todos logró este miércoles un mano a mano con Juan Schiaretti en Córdoba y ahora planea instalarse tres días en la provincia, a la caza del voto cordobés, hasta ahora esquivo al kirchnerismo.
La reunión entre Schiaretti y Fernández comenzó cerca de las 17 y duró poco más de una hora. Los dirigentes hablaron a solas en el despacho del gobernador en el Centro Cívico del Bicentenario, donde el Ejecutivo cordobés tiene su sede.
"Es lindo reencontrarme con el Gringo, trabajamos juntos en el retorno de la democracia, con (José Manuel) De la Sota. Tenemos una visión bastante parecida sobre lo que nos está pasando y sobre lo que debemos hacer. Y para hacer eso Córdoba es central”, afirmó Fernández después del encuentro.
La comunicación del cordobés marcó más distancia. "Fue un encuentro cordial, en el que dialogaron sobre temas de interés nacional y coincidieron en la necesidad de que la Nación mantenga con las provincias una relación correcta y madura, basada en el respeto a la institucionalidad", dijeron voceros de Schiaretti en un comunicado.
La gobernación aclaró, además, que la visita se celebraba "en el marco de las visitas que los candidatos presidenciales realizan a Córdoba" y afirmó que el encuentro fue solicitado por Fernández.
Schiaretti anunció a mediados de junio su decisión de que el espacio Hacemos por Córdoba, que encabeza, compita en las próximas elecciones con boleta corta, para dejar "libertad de acción" en la categoría presidencial. Pero otro sector del peronismo cordobés, encabezado por el senador y presidente del PJ local, Carlos Caserio, y gran parte de los intendentes, confirmó que trabajará por el triunfo de la fórmula peronista, que conforman Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.
La importancia de Córdoba en las elecciones es central. El segundo distrito electoral del país fue determinante en el triunfo de Mauricio Macri frente a Daniel Scioli en el ballotage 2015. En tierra de Schiaretti, el resultado fue un contundente 71,5% a 28,5%. La sintonía de la provincia con el macrismo se confirmó dos años después, con el triunfo de Cambiemos en las elecciones legislativas, con el 48% de los votos, 18 puntos por encima de Unión por Córdoba. El gobernador se alineó con el discurso de su electorado, peronista y antikichnerista a la vez y sostuvo su distancia de la ex presidenta, aún cuando el fallecido ex gobernador José Manuel de la Sota ensayaba un acercamiento.
Pero la decisión de Cristina de renunciar a su candidatura presidencial facilitó un diálogo que parecía imposible. Vía Caserio, que mantiene un vínculo muy cercano con Fernández, y a través de intendentes como Martin Gill, de Villa María, la relación entre el peronismo cordobés y el Frente de Todos comenzó a dinamizarse y derivó en el encuentro entre el candidato presidencial y el gobernador, que los dos dirigentes combinaron vía telefónica y se concretó este miércoles.
Con la puerta de la provincia ya abierta y la mira puesta en los votos que en 2015 esquivaron a Scioli, Fernández ya armó un plan para recorrer la provincia de la mano de los dirigentes locales. Según pudo saber Letra P, la visita durará tres días y está prevista para dentro de dos semanas.
"El que tiene que ganar los votos de los cordobeses soy yo, no el gobernador. No le pido a ningún gobernador que haga lo que tengo que hacer yo. Espero que los que eligieron a Schiaretti, me elijan a mí", señaló Fernández, que dejó la provincia "contento" por el recibimiento que encontró en los cordobeses tanto al llegar, en el aeropuerto, sino entre los propios empleados del Centro Cívico, según contaron a este portal voceros del candidato presidencial.
La agenda de Fernández continuará esta semana en Catamarca, donde el viernes volará para participar de la tradicional Fiesta del Poncho junto a la gobernadora y candidata a diputada nacional Lucía Corpacci.