No es la batalla de los sexos ni la guerra de los Roces. Es la batalla de los decálogos. El ex ministro de Economía Roberto Lavagna salió este sábado a mostrar su propio plan de diez puntos para “un gobierno de unidad nacional”.
En este escenario, la posición del senador Miguel Ángel Pichetto merecería la intervención del VAR. Pero esto no es fútbol.
El precandidato presidencial sacó este programa a la cancha apurado por la jugada del Gobierno, que esta semana lo primereó con la convocatoria al sector blando de la oposición para la firma de un acuerdo basado en un decálogo de compromisos muy convenientes para el programa de ajuste diseñado por el Fondo Monetario Internacional. Lavagna fue el primero en rechazar la invitación masticando bronca -se deduce ahora- porque lo habían madrugado.
En el lavagnismo sugieren, incluso, que la movida del Gobierno fue inspirada en esta iniciativa, que se habría filtrado en los últimos días y les habría dado la idea a los cerebros de la Casa Rosada.
LOS 10 DE MAURICIO
- Lograr y mantener el equilibrio fiscal.
- Sostener un Banco Central independiente, que combata la inflación hasta llevarla a valores similares al de países vecinos.
- Mayor integración al mundo, promoviendo el crecimiento sostenido de nuestras exportaciones.
- Respeto a la ley, los contratos y los derechos adquiridos con el fin de consolidar la seguridad jurídica, elemento clave para promover la inversión.
- Creación de empleo a través de una legislación laboral moderna.
- Reducción de la carga impositiva, a nivel nacional, provincial y municipal y enfocado en los impuestos más distorsivos.
- Consolidación de un sistema previsional sostenible y equitativo.
- Consolidación de un sistema federal, basado en reglas claras, que permitan el desarrollo de las provincias y que impidan que el gobierno nacional ejerza una discrecionalidad destinada al disciplinamiento político.
- Asegurar un sistema de estadísticas transparente, confiable y elaborado en forma profesional e independiente.
- Cumplimiento de las obligaciones con nuestros acreedores.
En sus publicaciones en la red Twitter, Lavagna contó que diseñó este plan, que contrasta con el macrista por su matriz progresista, junto a Pichetto, la líder del GEN, Margarita Stolbizer; el radical anti Cambiemos Ricardo Alfonsín y el gobernador santafesino, el socialista Miguel Lifschitz.
El caso de Pichetto despierta suspicacias porque aparece de los dos lados del mostrador: en los búnkeres del ala del peronismo federal que rechazó el pacto con la Casa Rosada se lo sindica como el coautor de la jugada del Gobierno junto al ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
LOS DIEZ DE ROBERTO
- Convocatoria a la unidad, el diálogo, la concertación y la formulación de acuerdos básicos.
- Instituciones fuertes, estabilidad y profundización de la democracia.
- Un proyecto de desarrollo integral.
- Un estado promotor del crecimiento económico y la justicia social.
- Igualdad de oportunidades: educación de calidad para un trabajo con dignidad.
- Gobernar es generar prosperidad y crear trabajo.
- Federalismo y rediseño de la geografía económica argentina.
- Transparencia y decencia como parte fundamental del modelo de desarrollo.
- Una nación relacionada con el mundo.
- Derechos humanos, soberanía nacional y cooperación para la paz.
“Esto es resultado del diálogo real y la reflexión compartida. Seguiremos dialogando y recibiendo aportes para transformar este presente de manera real, sin marketing”, agregó Lavagna en la red social del pajarito. De esa manera, retomó el argumento que había usado para rechazar el convite del Gobierno.