Elecciones 2019 | Cambiemos

El vidalismo rechaza una alianza con el peronismo federal y hace foco en Lavagna

Cree que el peor escenario es con el ex ministro de candidato y el mejor, con Massa en Alternativa Federal. El impacto del anuncio de la fórmula F-F y el arrastre negativo de Macri sobre Vidal.

La exigencia del radicalismo en Cambiemos de abrir la alianza a expresiones del peronismo federal no seduce al vidalismo. La lectura que hacen en el comando de campaña de la gobernadora María Eugenia Vidal es que el mejor escenario para ellos sería con Sergio Massa candidato presidencial para debilitar al post kirchnerismo, en tanto que hacen foco en Roberto Lavagna: la peor opción es que el ex ministro de Economía pelee por el premio mayor. La razón es sencilla, afirman que es quien más votos le restaría a Mauricio Macri.

 

 

Detrás de la (aparente) tranquila espera, fuentes del Gobierno bonaerense sí eligieron destacar un dato clave pese a negar una promoción del Plan V: la decisión de CFK de cederle la candidatura a Alberto Ferández genera “legitimación” a un eventual salto de Vidal a competir por el sillón de Rivadavia. Dicho de otro modo, el corrimiento de la ex presidenta amortigua el impacto que podría tener un renunciamiento de Mauricio Macri a competir por la reelección. “Tres semanas atrás una abdicación hubiera tenido otra repercusión”, reflexiona un hombre de la mesa chica de Vidal.

 

El comando de campaña de la figura estelar de Cambiemos también está atento al camino que recorren por estas horas los gobernadores y referentes que intentan confluir en Alternativa Federal, pero que hasta el momento no lograron consolidarse como espacio electoral.

 

En Cambiemos consideran un aliado a Juan Schiaretti, el reelecto gobernador de Córdoba que, días después de ganar holgadamente la elección dejando muy relegados a los dos candidatos radicales que le disputaron el poder, viajó a Buenos Aires para abrazarse en una foto con Macri.

 

 

 

 

Schiaretti es uno de los “federales” que quiere sostener el espacio de Alternativa Federal con unas PASO a la presidencia con Massa y Urtubey como seguros pre candidatos.

 

En esa lógica, en La Plata imaginan un triunfo de Massa. Y estiman que esa sería la situación ideal ya que –afirman- restaría votos a la fórmula F-F. Descartan la variable Urtubey, no solo por su menor nivel de conocimiento en el electorado sino, además, porque su imagen es “demasiado PRO”.

 

Para el vidalismo la gran incógnita es Lavagna, una figura que les resta votos se anote en el espacio que se anote. Les quita si va con Alternativa Federal y les quita si se encierra en un espacio filo socialista y con el GEN, indican. Les resta más aún si hace acuerdo con el radicalismo, aún en su versión más pequeña del sector de díscolos.

 

 

 

Mientras tanto, la gobernadora ordenó continuar con el esquema pre fijado de campaña, más allá de la nueva coyuntura. Tiempo atrás, la mandataria había destacado como dote de Cambiemos el tener ya definidos los candidatos, una realidad que no fue del todo alterada con los últimos anuncios ya que aún faltan las definiciones del peronismo federal y las fórmulas bonaerenses de la oposición.

 

En ese esquema, la idea de continuidad de campaña sigue inalterable y se le suma un discurso más confrontativo con el pasado gobierno kirchnerista, algo que preservaban para la fecha formal de campaña pero que decidieron anticipar debido a la coyuntura.

 

Desde que asumió su gestión, Vidal logró sostener una diferencia a favor de diez puntos sobre Macri. Recientes encuestas indican que la diferencia no se altera cuando el Presidente baja, es decir, la gobernadora también baja

EL TERRITORIO. El vidalismo sabe que la fórmula que lleve a CFK tendrá un voto cautivo en el conurbano bonaerense, el territorio con más peso en la principal provincia. Y aunque la posibilidad de perder alguna comuna o suspender las conquistas previstas es una variable probable no es la cuestión que desvela a la gobernadora.

 

Desde que asumió su gestión, Vidal logró sostener una diferencia a favor de diez puntos sobre Mauricio Macri. El punto es que algo cambió en comparación con las anteriores instancias electorales: recientes encuestas indican que la diferencia no se altera cuando el Presidente baja. Es decir, Vidal también baja con él, aun cuando sostiene los diez puntos de diferencia.

 

Trasladada a cada una de las comunas del Gran Buenos Aires, la pérdida de votos dependerá de la fortaleza del intendente, pero en la sumatoria de la provincia puede provocar la derrota de la gobernadora. “El problema es que Macri cae y ella cae con él”, explica un operador de Cambiemos a este portal. El chaleco de plomo que muchos ven en Macri con la agudización de la crisis.

 

A esto se suma otro dato preocupante para el vidalismo en el interior bonaerense, zona de una geografía más rural y de menor población a la del conurbano. Allí, Cambiemos tuvo excelente y muy buena performans en las elecciones de 2015 y 2017, pero cayó de manera drástica en el último año. Y esta nueva realidad también golpea a Vidal.

 

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Omar Perotti, el gran apuntado por la debacle del peronismo en Santa Fe.

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