La decisión de Cristina Fernández de Kirchner de poner al frente de la fórmula presidencial a Alberto Fernández sacudió el escenario político y generó una ola de negociaciones del post kirchnerismo con el resto del peronismo con el objetivo de unir fuerzas en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). En este sentido, la candidatura a gobernador de la provincia de Buenos Aires es el botín más preciado a la hora de articular y acercar sectores, como son los casos de los dirigentes de Alternativa Federal y los intendentes del conurbano.
En el post kirchnerismo de la fórmula FF así lo admiten y hasta una de las figuras de ese espacio que más miden en territorio bonaerense le baja la espuma a la posibilidad de gobernar el distrito. El ex ministro Axel Kicillof “hará lo que le pidan hacer. No está obsesionado con ser gobernador”, le contaron a Letra P en su entorno. Aseguran, además, que esa posibilidad, más que un capricho personal, se produjo por decantación de un trabajo militante que empezó en la provincia hace algo más de un año.
Un gesto a los intendentes: Kicillof en la presentación del libro de Espinoza.
CFK le había pedido a Kicillof que dejara de recorrer el país evangelizando con el kirchnerismo y que centrara su actividad en la provincia de Buenos Aires. De allí en más, el tour rindió en los números. Eso lo entusiasmó. “Hoy lo que queremos es ganarle a Macri. A Axel no le da lo mismo ganar o perder”, relatan sus laderos en posiciones que hace unos meses eran imposibles de considerar.
El cambio en la idea de Kicillof se vio, también, en hechos y gestos concretos. En las últimas horas se sentó en primera fila en el evento de presentación del libro del ex intendente de La Matanza Fernando Espinoza. Fue un guiño a los jefes comunales, muchos de los cuales estaban allí, como Fernando Gray (Esteban Echeverría), Alberto Descalzo (Ituzaingó), Verónica Magario (La Matanza) y Jorge Ferraresi (Avellaneda).
Naturalmente, en el post kirchnerismo la bola caliente de la gobernación parece tener nombre: el tigrense Sergio Massa, hoy en Alternativa Federal, pero abierto a construir la unidad con sectores que quieran vencer a Macri en octubre. Pero hoy no se descarta nada y el lugar queda vacante más allá de los números y mediciones.
CFK y Alberto F lo prefieren, pero manda la política y la negociación.