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Tras la bronca en Gobernación, Ducoté volvió de Nueva York: chat y efecto Bruera

El intendente de Pilar arribó al país a las 10.55. Reprimenda y temor a la comparación con el ex jefe comunal de La Plata por mostrar actividad en el distrito estando en el exterior.

Durante las trágicas horas del 2 y el 3 de abril de 2013 en La Plata, cuando media ciudad quedó bajo el agua desatando una tragedia sin precedentes con un saldo de más de 80 muertos, el por entonces intendente de la capital de Buenos Aires, Pablo Bruera, escribió en su cuenta de Twitter un mensaje que, con el paso de las horas, se le volvió una pesadilla. “Desde ayer a la noche recorriendo los centros de evacuados”, decía el mensaje ilustrado con una foto suya asistiendo a los platenses cuando, en realidad, estaba de paseo en Brasil. El recuerdo de aquel engaño fue rememorado en las últimas horas con la escapada del intendente de Pilar, Nicolás Ducoté, a Nueva York: en su cuenta personal de la red social mostró actividad de gestión este miércoles 1º de Mayo pero recién volvió al país este jueves por la mañana, luego de la reprimenda de dirigentes con despacho en la Gobernación.

 

Ducoté voló a Estados Unidos el domingo a las 20.30 y regresó este jueves a las 10.55 en un vuelo de American Airlines. El motivo del viaje no estuvo relacionado con su función pública sino con una actividad de su esposa, Laura Zommer. Aprovechó para acompañarla y tomarse unos días de descanso.

 

La actividad en su cuenta personal de Twitter durante su ausencia mostrando actividades de gestión en el distrito y un saludo por el Día del Trabajador cuando no estaba en el país abonó a la bronca de funcionarios encargados del diseño de la campaña bonaerense, quienes pidieron a todos los jefes comunales y dirigentes de Cambiemos trabajar sin descanso en el apuntalamiento de una campaña que, lejos de lo que se proyectaba meses atrás, se volvió cuesta arriba por la crisis que golpea al presidente Mauricio Macri y también alcanza a la gobernadora María Eugenia Vidal.

 

 

 

En efecto, el gesto del intendente del distrito del norte del conurbano va a contramano de la estrategia diseñada en el comando vidalista, donde, en la intentona por desmontar el Plan V, se bajó la línea de mostrar austeridad y trabajar para contener el voto original, parte del cual es tentado por otras ofertas al calor de la crisis que volvió la figura presidencial una verdadera mochila de plomo.

 

En ese marco, Vidal se encierra en Buenos Aires. Así logra esquivar las eventuales esquirlas de futuras derrotas en un calendario electoral que arrancó adverso a Cambiemos y concentrarse en el trabajo para retener la provincia, distrito clave para las aspiraciones del Presidente de quedarse otros cuatro años en la Rosada.

 

 

 

En esa empresa, el trabajo de los intendentes oficialistas se vuelve clave, por lo que todo gesto en sentido inverso, como lo hecho por Ducoté esta semana, es juego para la oposición, coinciden dirigentes cambiemistas que miran de reojo al intendente.

 

La escapada de Ducoté tiene un condimento extra. Mediante el cambio de una ordenanza impulsada por él, tiempo atrás quedó establecido que el jefe comunal no necesita permiso del Concejo Deliberante para salir del país. La misma lo habilita a tomarse vacaciones ilimitadas.

 

El decreto establece que el intendente puede irse cuantas veces quiera, por un período de 14 días hábiles corridos, en cualquier momento del año. Fue la modificación de la ordenanza 447.  Cuando se le pidió explicaciones, Ducoté justificó: “Tratamos de agilizar el pedido de licencia, no esperar a que se tenga que reunir todo el Concejo para autorizarme si me quiero ir cuatro días a Villa Gesell”.

 

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