Con la imposibilidad de mostrar un éxito en lo económico y con un tercer puesto cómodo en las encuestas para las elecciones a gobernador, Cambiemos Santa Fe apuesta toda su estrategia de campaña a la lucha contra la inseguridad y el narcotráfico, materia que le dejó servida en bandeja el socialismo y que rankea alto en las preocupaciones de los santafesinos. Sin margen ni tiempo, la apuesta no es virar en medio del río sino profundizar el concepto “mano firme” que se nutre directamente del manual de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich.
Según explicó a Letra P un asesor estrecho del candidato radical de Cambiemos a la gobernación, José Corral, la inseguridad es preocupación número uno, sobre todo en Rosario y Santa Fe capital, y cuando se le suma el narcotráfico, la diferencia con el factor económico es muy amplia. “Lo económico provoca descontento, pero la inseguridad es una preocupación total. No hay otro tema que penetre tanto”, agregó, confiando en sus números.
En primer lugar -y de manera obligada-, el equipo de Cambiemos se propuso desenfocar la discusión económica y llevar el debate al terreno que le conviene: la seguridad, uno de los pocos “logros de gestión tangibles”, según entiende el jefe de Gabinete, Marcos Peña. De esta manera, busca construir una interpelación al santafesino que los deje sin escapatoria: decencia vs mafias.
“En Santa Fe gana la decencia o ganan las mafias nuevamente”, entona una y otra vez el candidato. La palabra “nuevamente” busca vincular al socialismo y también al kirchnerismo, que jugará ambivalente en Santa Fe. También elige prolijamente la palabra “mafias” y no “narcos” porque es amplia y engloba, a su vez, a barrabravas, sindicatos y la corrupción en general que tanto ha exprimido comunicacionalmente Cambiemos a nivel nacional.
“Hay que ser firme, que hasta ahora no se ha sido. A (Antonio) Bonfatti y al socialismo se les fue de las manos la inseguridad. Y ya sabemos que está el kirchnerismo, con candidatos como (Omar) Perotti y (María Eugenia) Bielsa, que con estas teorías de (el ex ministro de la Corte Suprema, Eugenio) Zaffaroni nos han dejado indefensos frente a los delincuentes”, sintetizó su mensaje Corral.
BOLSONADA. Aunque el giro en materia de seguridad pública del macrismo ha sido punitivista, y hasta represivo en algunos casos, parece estéril compararlo con los rasgos dictatoriales de Jair Bolsonaro. Sin embargo, atestar de agentes federales los puntos conflictivos, “desideologizar” la lucha contra el crimen y conectar con valores como el "orden" insinúan ser parte de una corriente dura que se hace fuerte en Brasil. Los dirigentes de Cambiemos se corren rápidamente de la llamada "bolsonarización".
"El cambio de un paradigma que antes dejaba a los ciudadanos indefensos son absolutamente previos a Bolsonaro", señaló la ministra Bullrich a La Nación hace pocos meses. Por su parte, el armador de Cambiemos Santa Fe, el diputado macrista Federico Angelini, también se resistió a la etiqueta: “No hay bolsonarización, sólo queremos darle una batalla frontal a las mafias. La gente sólo pide paz y quiere vivir con orden”.
Lo cierto es que Santa Fe ha sido terreno fértil para enfocar la lucha contra la violencia y también el campo de práctica de políticas de seguridad del macrismo desde que llegó al poder.
Más allá de encontronazos fuertes entre la propia ministra y el gobernador Miguel Lifschitz, durante los dos primeros años de gestión, el derrotero generado por la narcocriminalidad forzó el desembarco de fuerzas federales y el trabajo mancomunado entre Nación y Provincia.
A partir de intervenciones en barrios calientes, con fuerte despliegue policial, y de reuniones asiduas de Bullrich en situaciones críticas, la ministra se hizo de diagnósticos fieles y también de territorio. En eso, sumado a que el socialismo no tuvo más remedio que darle cabida a los planes de la ministra, se cimentó a inseguridad como eje central en la carrera a la gobernación.
MANUAL BULLRICH. Desde el equipo santafesino remarcan que tomaron las bases de la seguridad pública de Bullrich y que, incluso, parte de su equipo está trabajando con ellos. “La ministra está personalmente comprometida con el candidato de Cambiemos, no es simplemente la foto”, sostiene Angelini a este medio.
Sin margen para cambiar la estrategia discursiva a menos de 20 días para las PASO santafesinas, el candidato Corral sacó la libretita de propuestas monitoreadas por Seguridad de la Nación y serán el eje permanente hasta las generales de mediados de junio. En principio son tres:
- Más federales, un total de 4.500 efectivos permanentes cuando las tandas de agentes que han llegado a la provincia totalizaron menos de la mitad.
- Policía modernizada y mejor paga.
- Cambios en las prisiones preventivas. Soluciones “pensadas desde las víctimas”. Todas estas propuestas adornadas por conceptos disciplinadores.
“Es muy simple: el delincuente que sea agarrado con un arma, a la cárcel. El detenido esperará tras las rejas el avance del proceso, sin poner en riesgo la vida de cada uno de nosotros. Basta de puertas giratorias para que los delincuentes salgan y al otro día roben de nuevo”, apuntó.
Ante la consulta de Letra P sobre si se define como de "mano dura", el candidato respondió: “Mano firme, no mano dura. Hay que aceptar que es un problema serio en Santa Fe. Hay que sacarse algunos preconceptos ideológicos que arrastramos del kirchnerismo. Estas teorías nos dejaron indefensos ante los delincuentes y, cuando hay un enfrentamiento, el que termina en el banquillo es el policía y no el delincuente”. Una línea que conecta con lo acontecido en el caso Chocobar que defendió la propia Bullrich.