La intendencia de la ciudad de Santa Fe se transformó en una interesante contienda electoral en la que el socialismo y el radicalismo condimentan con una antipatía mutua que arrastran desde que rompieron la alianza. Cambiemos busca conservar el gobierno después de 12 años de sello radical, mientras que el Frente Progresista quiere recuperar con sed de revancha lo que perdió tras la partida de los boina blanca del espacio. El PJ primero necesita acomodarse internamente y después ver para qué está.
Si bien no tiene el peso territorial de Rosario, la ciudad de Santa Fe es un enclave importante por ser la capital de la provincia, lo que le da un vínculo primordial y burocrático con el gobierno provincial de turno. Esto lo sabe bien el Frente Progresista, que ha usufructuado los beneficios de gobernar provincia e intendencia a la vez.
Esta combinación se dio a partir de 2007 con la llegada del socialista Hermes Binner a la Casa Gris y del radical Mario Barletta a la capital tras 24 años de peronismo. Pero se desarmó cuando la Convención de Gualeguaychú, en 2015, apostó por Cambiemos, llevándose gran parte de los radicales que integraban el Frente Progresista, entre ellos, el Grupo Universidad, que se quedó gobernando la ciudad capitalina.
Por eso, el Frente Progresista tiene un doble desafío en esta disputa: hacerse de la intendencia y tomarse un desquite con el radicalismo por migrar hacia el macrismo.
PICA EN PUNTA. El más instalado es Emilio Jatón, un outsider proveniente de los medios. Todos los mediodías aparecía en los televisores santafesinos conduciendo el noticiero central hasta que en 2015 el Frente Progresista apostó por su altísimo conocimiento público y lo tentó para encabezar la lista a senadores provinciales.
Con sólo dos años en su banca, el oficialismo realizó una jugada estratégica para arrebatarle la intendencia al radicalismo: decidió que Jatón deje su banca en el Senado y baje al concejo local para ir perfilándolo como candidato a la intendencia. Una candidatura cocinada de forma lenta que hasta ahora viene más que encaminada y sorprende hasta al propio socialismo: manejan una intención de voto cercana al 50%, según diversos sondeos.
CONTINUIDAD. Más allá de las reales chances de competir por la gobernación, Cambiemos aspira de mínima a retener la ciudad de Santa Fe que administra desde hace tres períodos. Sin lugar a internas o discusiones partidarias, el intendente José Corral se jugó desde un primer momento por Albor Cantard como su sucesor.
“Niky” es un caso particular. En 2017 se lo impuso como candidato para encabezar la lista de diputados nacionales con un conocimiento nulo, pero el sello Cambiemos junto a la alta imagen de Mauricio Macri en aquel momento le traccionaron una enorme cantidad de votos. Terminó arrasando con las legislativas y pintando la provincia de amarillo.
Dos años después padece el efecto contrario. La crisis económica lo condena de manera directa. Por eso el capital al que apuesta es la gestión local y sus logros. “Indudablemente (la crisis) tiene un impacto en la gente. De todos modos, veo que la mayor preocupación gira en torno a las necesidades locales y el mayor problema es la inseguridad”, consideró tiempo atrás.
EL PJ SE ACOMODA. En total habrá 14 precandidatos a la intendencia de la capital santafesina y si de una interna se requiere para ordenar, el PJ se anotó primero. Hace más de una década que el peronismo perdió la intendencia que conservaba desde el retorno de la democracia, aunque supo ir tejiendo poder en el concejo local. Lo que busca ahora, más allá del éxito electoral, es el orden interno.
Alejandro Rossi es el candidato natural de Unidad Ciudadana por su trayectoria, por ser hermano de Agustín “Chivo” Rossi y por entender a Cristina como “una suerte de rezo laico”, según afirmó el precandidato.
El kirchnerismo en la provincia juega con el perotismo en una alianza que para algunos no encaja con armonía, pero no es Rossi el candidato oficial sino Ignacio Martínez Kerz, elegido por el propio Omar Perotti. Los rivales le achacan haber encabezado la lista del PRO para el concejo local en 2015. Completan la interna Juan Carlos Cesoni, impulsado por María Eugenia Bielsa, y Mariana Bergallo, quien corre de atrás sin padrinazgo alguno.