El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, finalmente resolvió uno de los pocos dilemas electorales que le quedaban por dirimir: la fecha de una eventual segunda vuelta de las elecciones porteñas. En la sede del Gobierno de la Ciudad confirmaron a Letra P que será realizado el 24 de noviembre, en el mismo día previsto para un ballotage presidencial, en caso de que lo hubiera. La decisión será promulgada este jueves y completa la unificación total del calendario porteño con el nacional.
Larreta primero aceptó el pedido de Mauricio Macri de, por primera vez, unificar los comicios porteños con los nacionales y, con eso, atar también su destino al del Presidente. Ahora, aunque se barajó la posibilidad de despegarse en la segunda vuelta, reforzó ese pacto de jugarse la reelección juntos y hasta el final.
Es la primera vez, desde la autonomía de la Ciudad, que sus comicios se realizan en forma coincidente con los nacionales. Pero tal como anticipó este medio, la posibilidad de separar el ballotage porteño surgió de esa unificación. La hipótesis había sido analizado por el jefe de Gobierno a partir de una propuesta de un influyente asesor, que basó su iniciativa en un detalle legal determinante: ni el código electoral nacional, ni el porteño, impiden que una eventual segunda vuelta en la Ciudad se realice en forma separada a la posibilidad nacional.
La Constitución de la Ciudad establece que sólo se puede evitar una segunda vuelta cuando la fórmula que compita por la jefatura de Gobierno supere el 50% de los votos emitidos. Desde que rige la autonomía porteña, ningún aspirante pudo ganar los comicios ejecutivos de la Ciudad sin ballotage.
El límite del 50% alimentó las especulaciones sobre un posible desdoblamiento del calendario nacional, especialmente por la performance obtenida por Cambiemos en las legislativas de 2017, donde Elisa Carrió superó los 51 puntos. Ese número envalentonó a los impulsores de un desdoblamiento, pero según reflejó este portal, la posibilidad fue tan analizada como descartada.
De este modo, con la decisión que se oficializará este jueves, los porteños deberán votar para alcalde y Presidente en los mismos días. Será por primera vez desde la vigencia de la autonomía de la Ciudad. Lo harán el 11 de agosto, para las PASO; el 27 de octubre, para las generales y el 24 de noviembre, ante una eventual segunda vuelta.
La disputa sucederá en el territorio originario del PRO, en el mismo calendario elegido por la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal para los comicios provinciales, aunque su distrito no tiene segunda vuelta y definirá toda su suerte el 27 de octubre.
Las tres cabezas del PRO ya tenían definido que buscarán su reelección en las mismas fechas, pero la decisión porteña sobre el ballotage suma la pieza que faltaba en ese esquema y se concreta en medio de nuevas dudas sobre las chances del presidente Mauricio Macri para pelear su reelección, a partir del desgaste provocado por la crisis económica.
La medida también despierta interrogantes sobre la disposición de las boletas dentro del cuarto oscuro, ante una oferta electoral donde los votantes deberán optar por una fórmula presidencial y por otra para la jefatura capitalina.