Carlos Regazzoni no convence ni a sus propios compañeros del macrismo de Almirante Brown. En el armado bonaerense de Cambiemos, el ex director del Pami -echado de allí por el presidente Mauricio Macri- vuelve a sonar como el candidato amarillo para disputarle el municipio al peronista Mariano Cascallares. Sin embargo, antes deberá sortear una batalla interna: un sector del PRO le plantaría una interna, en la cual la jefa del bloque amarillo en el concejo deliberante emerge como figura con buen respaldo.
En 2017, la presidenta del bloque de Cambiemos, Miriam Niveyro, no sólo no ocultó sus diferencias con Regazzoni sino que amenazó con disputarle su candidatura en la PASO. La concejala argumentaba conocer el territorio y ser la primera dirigente en levantar las banderas a favor de la ola amarilla. Sin embargo, sus aspiraciones no fueron atendidas por los armadores de Cambiemos, quienes inclinaron su favoritismo por el ex titular de la obra social de los jubilados.
La elección no fue favorable para los objetivos del PRO local. Regazzoni cayó en las urnas por una diferencia de 12 puntos con el oficialismo que en Brown conduce Cascallares.
Ahora, a dos meses del cierre de listas, las diferencias vuelven a visibilizarse y la disputa por quién será el postulante que batalle por el sillón municipal se reeditó.
Regazzoni integra la tropa de los candidatos “sin tierra” de María Eugenia Vidal. Sin embargo, tal como pasó hace dos años en las elecciones legislativas, su postulación no encuentra bendición entre sus pares de PRO local.
Según detalla el sitio Así Todo, el nuevo respaldo de la Provincia molestó a la concejala Niveyro, quien se presentará como precandidata a intendenta a fines de abril.
“Regazzoni no representa cambio alguno”, dijo en las propias filas, según indica el mencionado portal. Y más: “Se manejó mal, rentó y compró militancia. Cuando tenía una caja se dedicó a hacer promesas. Prometió trabajo a través de la creación de una bolsa de empleo, prometió fondos y subsidios a instituciones. Se rodeó de jóvenes provenientes del PAMI y del Ioma (su jefe de campaña proviene de la Regional de la obra social bonaerense) y muchos no conocen el distrito”, indicaron.
Para el macrismo local su candidatura es un “premio consuelo” del presidente Mauricio Macri tras haberlo corrido del Pami y por eso molesta. Sobre todo porque no se tiene en cuenta que la responsable de que el bloque de Cambiemos no se haya quebrado es Niveyro, pese a que ha tenido que soportar “gritos reiterados, plantazos, desavenencias y el hermetismo sobre ‘el proyecto’” del PRO en el distrito.
A esto hay que sumarle la impopularidad del candidato amarillo y su poco trabajo territorial en el distrito, lo que potencian las aspiraciones de la concejala que apunta a torcer la decisión del PRO bonaerense.
A poco del armado de listas, trascendió que las diferencias internas habrían llegado a oídos de los armadores del espacio en la Tercera sección, situación que lejos de dar tranquilidad sobre los objetivos político del espacio, preocupa.