Vocera de los derechos de la mujer en el Senado, como presidenta de la Banca de la Mujer, Norma Durango advierte sobre el aumento de los casos de violencia y los femicidios y reclama la declaración de emergencia en la materia. Además, asegura que "la situación del país es dramática" y que las mujeres son las más golpeadas por la crisis económica, en lo que llama proceso de "feminización de la pobreza".
-¿Cómo evalúa este paro de mujeres y qué objetivo tiene?
-El paro de mujeres al que obviamente adherimos busca visibilizar la escalada de violencia contra las mujeres a lo largo de estos años pero esencialmente en lo que va de 2019. Las estadísticas se este año son abrumadoras. El observatorio "Ahora que sí nos ven" dio a conocer cifras que indican que hubo un femicidio cada 30 horas.
-Usted presentó un proyecto para que se declare la emergencia en materia de violencia de género por dos años. ¿Qué objetivo persigue?
-La iniciativa solicita que el Poder Ejecutivo adopte medidas necesarias y urgentes para prevenir y revertir el número de víctimas por violencia de género en todo el territorio nacional. Es algo que se necesita ya, porque declarar la emergencia es hablar el tema masivamente, focalizar en la tarea de prevención y también de seguimiento de los casos de mujeres que han denunciado su situación de violencia extrema. El Gobierno nacional debe destinar recursos prontamente para atender estas situaciones, hacerle frente a esto que es un flagelo. En Argentina hay matanza de mujeres, los números son vidas de mujeres que ya no están.
-¿Qué otras iniciativas puede poner en marcha desde la Banca de la Mujer?
-Hemos asumido el compromiso de abrir un espacio de debate, de reflexión y de acuerdos para que las iniciativas se puedan generar a partir de consensos que sirvan para aumentar los derechos de las mujeres o controlar y hacer cumplir los que ya tenemos. Estamos preocupadas por la explotación y la trata de personas, que tiene a las mujeres como principales víctimas. Y además vemos por las calles de nuestro país que la pobreza aumenta y la feminización de la pobreza es dramática. Las mujeres no solo afrontamos la crisis, sino que somos cada vez más víctimas.
-¿Qué desafíos pendientes tiene el Congreso para con las mujeres?
-Trabajamos por una sociedad que sea más justa, más inclusiva. Por eso hay que hablar de la igualdad de género, porque ha motivado una revolución en las mujeres de pañuelos verdes, que han realizado una reivindicación importantísima, a la que se han sumado muchos varones. Pero, más allá de eso, los desafíos que tenemos por delante son muy importantes y tienen que ver con los derechos y las problemáticas de los grupos vulnerados, como el de las mujeres sin trabajo, las mujeres discapacitadas, las mujeres indígenas, las mujeres rurales, las mujeres extranjeras. En lo personal creo que el país está atravesando una situación dramática y desde el Congreso vamos a trabajar para que esto termine pronto y podamos vivir un país donde la igualdad, lo inclusivo, la ilusión verdadera pueda llegar a ser cosa de todos los días.