“En estas fechas se hace mucha demagogia y nosotras lo que realmente queremos es pelear por nuestros derechos”, dijo a Letra P la legisladora porteña por el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) Myriam Bregman, quien, si bien abraza las consignas generales del paro mundial de las mujeres, hace foco en los obstáculos que diariamente impiden la ampliación de derechos femeninos y la equidad de género.
Combativa, defensora de los derechos humanos y militante del feminismo, su posición en la Legislatura porteña y en las calles es emblemática entre la dirigencia política. “Los casos de Tucumán y de Jujuy demuestran que no hay grieta entre el PRO y el peronismo”, señaló ante la negativa de los sistemas de salud de esas provincias de garantizar la Interrupción Legal del Embarazo a dos niñas violadas.
Además, consideró que la presencia femenina en lugares de poder no garantiza el avance de políticas favorables a las mujeres. “Tuvimos dos gobiernos de una presidenta mujer y se nos impidió debatir el derecho al aborto en el Congreso”, sostuvo, en referencia a la senadora Cristina Fernández de Kirchner.
-¿Qué significado tiene el paro mundial de las mujeres? ¿Qué impacto tiene en la dirigencia argentina?
-Más allá de las consideraciones generales de la movilización y de la fuerza que le vamos a poner, es importante destacar los dichos de (Mauricio) Macri en el inicio de las sesiones. Fue absolutamente provocador cuando dijo que había logrado discutir en forma seria el aborto y un plan de acción para prevención de embarazo adolescente. Hay que destacar que los casos de Tucumán y de Jujuy, donde niñas violadas fueron forzadas a parir, demuestran que no hay grieta entre el PRO y el peronismo. Gobernadores del PJ y del macrismo son aliados en una política contra las niñas, las adolescentes. Estos casos demuestran que la derrota en el Senado no fue inocua, que los sectores reaccionarios avanzan contra nuestros derechos de la manera más cruel, que es contra las niñas. Este viernes, probablemente, muchos se saquen la foto con el cartel de apoyo, con el cartel diciendo "Ni una menos". En estas fechas se hace mucha demagogia y nosotras lo que realmente queremos es pelear por nuestros derechos.
"Este viernes, muchos se sacarán la foto con el cartel de apoyo, con el cartel diciendo 'Ni una menos'. En estas fechas se hace mucha demagogia."
-Una de las consignas del paro reclama igualdad laboral. ¿Cómo atraviesa este punto en su ámbito y en cuánto define la participación femenina el avance de proyectos favorables a la mujer?
-Apoyé y fui una fuerte impulsora de la posibilidad de que las mujeres tuvieran una participación del 50% en las listas electorales y, además, propuse que esa cifra fuese un piso y no un techo. Sin embargo, no creo que eso determine algunas políticas. Estadísticamente está demostrado a nivel mundial que cuando hay mujeres se hacen más fáciles algunos debates, como el de las licencias por maternidad. Pero también hay que decir que la política está cruzada por los distintos intereses que defiende el dirigente o la dirigenta. No es el género el que determina. Tuvimos dos gobiernos de una presidenta mujer y se nos impidió debatir el derecho al aborto en el Congreso. No podemos creer que por el solo hecho de que haya dirigentes mujeres va a estar garantizada una política favorable a las mujeres. Ahí se juegan los intereses que representa y no la pertenencia de género del candidato. Depende de otras cuestiones.
-Ha mencionado en varias ocasiones que el ajuste ataca puntualmente a la mujer.
-Las estadísticas demuestran que la crisis económica está afectando especialmente a las mujeres. En un país donde lo que prima es el achique y el ajuste, evidentemente las mujeres vamos a ser las más afectadas. El pacto con el Fondo Monetario Internacional es un ataque centralmente a las mujeres, porque el ajuste siempre empieza por la salud y la educación, el ajuste es siempre en los sectores que el Gobierno ve como deficitarios del Estado, que para nosotros es exactamente lo contario. Y la salud y la educación son dos lugares de trabajo con presencia femenina mayoritariamente.
-¿Cuál va a ser la agenda legislativa en este año electoral?
-Todo está cruzado por la política de ajuste, pero también vamos impulsar que se debata sobre la educación sexual y el embarazo adolescente. Hay un acuerdo, independientemente de los partidos, de atacar la Educación Sexual Integral (ESI) y la posibilidad de Interrupción Legal del Embarazo (ILE). En un año electoral hay que atender las listas de candidatos que después van a venir al Congreso nacional. Cuando se hacen alianzas con (Omar) Perotti en la provincia de Santa Fe y con (Juan) Mazur en Tucumán nos están diciendo que los que van a venir a ocupar las bancas se dividen entre los que están en contra y los que se abstienen en la votación del derecho al aborto. No es cualquier discusión este año. Las mujeres tenemos que mirar las alianzas políticas, no sólo las cabezas de las fórmulas.