El origen de la crisis láctea que terminó en desabastecimiento de productos no tiene detractores: cuestiones estacionales y el estrés del ganado por los calores inusuales derrumbaron la producción de leche en período estival. Pero es sólo una parte de lo que explica por qué en los supermercados y minoristas se empezó a racionar la venta de leche fluida, la versión más económica de las que se venden en sachet. El affaire Armonía, la marca de La Serenísima que se vende a 26 pesos como parte del programa Precios Cuidados, se nutre de un mix de baja producción, especulación, decisiones de negocio, y escasos controles del Estado para garantizar un producto popular a precio razonable en el medio del desbarajuste inflacionario.
La Serenísima entrega un 45% de menos leche Armonía.
Hay datos puntuales que muestran el detrás de escena del desabastecimiento. El primero, es que en los últimos dos meses La Serenísima redujo en un 45%, según cifras de los grandes supermercados, el envío de la leche fluida a comercios porteños y del Gran Buenos Aires (GBA). Todo cuando la propia empresa admitió, en un comunicado, que los tamberos le vendieron un 15% menos por los problemas conocidos en la cuenca lechera. El segundo dato, del que el Gobierno tenía conocimiento desde enero, es que la compañía estaba racionando la venta de este producto en especial, la leche Armonía, a la cadena comercial.
Este punto tiene que ver con la información que la Secretaría de Comercio recibe a diario por el sistema de Alerta Temprana, un mecanismo en el que productores, supermercados y el Gobierno comparten detalles de lo que se vende, se compra y se entrega. El sistema, que nació como medio para evacuar dudas en tiempos de guerra entre productores y retailers, muestra cantidades, tiempo de entrega y lugares, un detalle que permite saber en qué lugar de la cadena comercial hay problemas.
Hoy, La Serenísima entrega entre 80 y 100 unidades de leche Armonía por superficie comercial importante. Esa cantidad se vende en no más de dos horas. Por eso, los supermercados optaron por vender no más de una o dos unidades por persona. ¿Qué explicación le da la empresa a los supermercadistas? Que, en su ley y ante la escasez de producción, prefiere trabajar por precios e inclinar la materia prima a leches larga vida y otros derivados, como los quesos. “Es una decisión empresaria válida”, contó a Letra P una fuente del sector. La misma que confirmó que “los que no compran a 26 pesos porque no hay, compran a 40 pesos el cartón, porque leche nadie deja de comprar”.
Lilitos de Carrió denunciaron a Mastellone por especular con la leche.
“Lo último que haría el Gobierno es intervenir”, dijeron en el entorno del ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, el encargado de monitorear la cadena desde el tambo a la productora. El resto está a cargo de Comercio y el Ministerio de Producción, encabezado por Dante Sica, que combate con otro problema: ante el quiebre de Sancor, La Serenísima es el único que provee masivamente leche fluida.
Existen en la cadena algunas sospechas del faltante de un producto clave en Precios Cuidados. En números, la leche Armonía es el único alimento que en la última revisión de precios no tuvo aumento. Se especula con que es parte de un acuerdo entre el Gobierno y la empresa para mantener congelado ese bien y aumentar los otros. El pacto, sin embargo, tenía el compromiso de sostener la provisión, algo que evidentemente no pasó. Además, los supermercados empezaron a detectar que los comercios chinos compraban de a dos unidades por local y los revendían más caros en sus propias góndolas. Ergo, escasez multiplicada.
En una semana habrá otra revisión de precios del programa oficial y en abril se juega la continuidad o no de Precios Cuidados. Allí puede haber más novedades. En principio, fuentes de la empresa confirmaron que "estaremos normalizando" la provisión en breve. Apurada, Elisa Carrió salió a adelantarse a la jugada y denunció a Mastellone por posición dominante, una acusación que no contempla la visión que tiene la Secretaría de Comercio sobre el mismo problema.