El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, abrirá este viernes el período de sesiones ordinarias de la Legislatura local con un discurso "netamente porteño" y centrado en los números de la gestión, los "compromisos" cumplidos y los que restan completar. Como en 2018, no ahondará tajantemente en definiciones políticas ni se involucrará en la discusión nacional, a pesar de que este año buscará la reelección el mismo día y compartirá boleta con el presidente Mauricio Macri.
Nuevamente, el mensaje del alcalde apuntará a los vecinos y buscará resaltar la "participación ciudadana" en el control de la gestión, pero también en las decisiones del Gobierno. En ese sentido, nombrará a las transmisiones que realiza en vivo sobre las reuniones de gabinete de ministros y los proyectos que avanzan mediante votaciones online de los porteños. También, hará foco en obras de infraestructura como el Paseo del Bajo, los 25 pasos a nivel, la mudanza de los edificios del Gobierno hacia el sur de la Ciudad, obras hídricas y los viaductos que elevan los trenes Mitre y San Martín.
Según los cálculos oficiales, Rodríguez Larreta cumplió el 83% de los 54 compromisos que asumió cuando inició su mandato en diciembre de 2015. Subrayará ese número durante la apertura de sesiones del Parlamento porteño, que es unicameral y cuenta con 60 legisladores, de los cuales 34 le responden e integran el bloque oficialista Vamos Juntos.
Larreta no ahondará en definiciones políticas ni se involucrará en la discusión nacional, a pesar de que este año buscará la reelección en la misma boleta que Macri.
Además, el alcalde piensa enumerar una catarata de datos y estadísticas sobre su gestión en materia de seguridad que, junto al plan de obras de infraestructura, será la viga maestra del libreto de campaña para la reelección: nuevas cámaras de seguridad, "orden público", mayor presencia policial en las calles y la creación del mapa del delito, las claves de la agenda de seguridad.
En el marco de la negociación paritaria, se espera que Rodríguez Larreta mencione los números de su gestión educativa, golpeada políticamente durante los últimos meses por la iniciativa fallida de cerrar escuelas nocturnas, idea que congregó el rechazo generalizado de la comunidad educativa, el sindicalismo y la oposición política. En las afueras del Parlamento, lo escucharán los docentes porteños e integrantes de la multisectorial contra el tarifazo, que expresarán el repudio a la política económica del gobierno de Cambiemos. Sin embargo, Larreta hará caso omiso a estas proclamas y evadirá la confrontación.
Esa determinación de evitar comentarios políticos y electorales lo diferencia del presidente Macri y de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, que, a su manera, han rivalizado con la oposición en asambleas legislativas pasadas. En su primer apertura de sesiones del Congreso, el jefe de Estado cruzó a los legisladores del kirchnerismo y les pidió que dejaran "vivir la democracia", mientras parte de los diputados vinculados a Cristina Fernández de Kirchner lo abucheaba. Macri llevaba poco más de dos meses en la Casa Rosada y profundizaba la polarización con el kirchnerismo, ensanchando aún más la grieta con su discurso ante el Poder Legislativo. A su turno, Vidal sostuvo que recibió "una provincia quebrada", en obvias referencias a los ocho años de Daniel Scioli en la gestión bonaerense.
De todas formas, Larreta hará una mención al gobierno de Macri para destacar el trabajo en equipo con la Casa Rosada que, entre otras cosas, permitió obras en conjunto como la urbanización de la Villa 31 de Retiro y el préstamo para construir el Paseo del Bajo, por ejemplo. También, enviará un mensaje político velado: elogiará la gestión macrista en la Ciudad como señal de apoyo al Presidente y al proyecto político de Cambiemos.
A pesar de pertenecer al mismo signo político, Rodríguez Larreta esquiva la polémica y únicamente se limita a repetir que "espera" contar con el apoyo de la oposición. Aprovechará para realzar el valor de la Coalición Cívica y Confianza Pública para su gobierno y la Legislatura, a modo de gesto de cara a la negociación por las listas de candidatos, que será más compleja de lo habitual. El mensaje para sus aliados sumará a la Unión Cívica Radical (UCR) porteña, que en 2018 firmó la paz con el PRO y ambas fuerzas presentaron la coalición Cambiemos en territorio porteño, una deuda política que arrastraba Larreta con Macri desde 2015.
El operativo de la Policía de la Ciudad en las inmediaciones del Parlamento será reforzado: habrá un vallado sobre la calle Perú y en el contorno del edificio del Palacio Legislativo porteño.
